La sensibilidad al sonido es un tipo común de sensibilidad sensorial en el autismo. Puede ser incómodo y conducir a una sobrecarga sensorial.
La sensibilidad al sonido, también conocida como hiperacusia, es común en las personas autistas. Algunos ruidos pueden hacerte sentir incómodo, especialmente los ruidos fuertes o estridentes, pero muchas personas también son sensibles a los sonidos más suaves.
Mientras que algunos ruidos molestan a todos, algunas personas autistas pueden reaccionar muy fuertemente a ciertos sonidos. Estos ruidos provocan intrusiones no deseadas que la persona no puede ignorar.
La hiperacusia puede dificultar salir en público, ya que no siempre se puede predecir qué sonidos encontrará. Puede ser útil aprender métodos de afrontamiento, como usar audífonos, tener distracciones listas o hacer planes durante los momentos más tranquilos del día cuando sea posible.
Casi el 90% de las personas autistas experimentan algún tipo de hipersensibilidad sensorial (sobrerespuesta) o hipersensibilidad (respuesta insuficiente). Esto puede incluir el tacto, el olfato y el oído.
Según la investigación, del 50% al 70% de las personas autistas experimentan una disminución de la tolerancia al sonido en algún momento. Esto puede causar angustia y ansiedad significativas, y también puede generar dificultades para participar en la escuela o en el lugar de trabajo.
Las personas reciben información sensorial del entorno y su cerebro usa la información para comprender la situación. Entonces, el cuerpo responde automáticamente para manejar la experiencia. Algunas personas autistas reaccionan de manera diferente a las sensaciones porque procesan la información de manera diferente que las personas alísticas (no autistas).
Las sensibilidades sensoriales pueden hacer que la información sensorial se sienta abrumadora. Es posible que no pueda filtrar los ruidos irrelevantes, por lo que se sentirá incómodo y distraído. Puede conducir a una sobrecarga sensorial.
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 5ª edición, revisión de texto (DSM-5-TR) enumera los trastornos de la percepción sensorial como un factor para un diagnóstico de autismo porque es muy común. El autismo puede afectar a adultos y niños y es una experiencia para toda la vida.
Si alguien tiene sensibilidad al sonido, es posible que observe los siguientes comportamientos:
- tapándose los oídos
- intentar detener una fuente de sonido
- salir de la habitación cuando escuchan un sonido específico
- expresar malestar en ambientes ruidosos
- sentirse incómodo al escuchar timbres, radios, televisores o aspiradoras
- tener colapsos cuando son activados por un sonido
Identificar la sensibilidad al sonido y trabajar para controlarla puede marcar la diferencia. Puede ayudarlo a encontrar formas apropiadas de reaccionar y métodos para aliviar la incomodidad.
Diferentes métodos funcionan para diferentes personas, así que considere probar algunas técnicas hasta que encuentre una que funcione.
Terapia de conducta cognitiva
Si la sensibilidad al sonido interrumpe su vida diaria, podría considerar la terapia cognitiva conductual (TCC). Esta terapia puede ayudarlo a aprender habilidades de afrontamiento y cómo manejar sus emociones. El médico le ayudará a planificar cómo hacer frente a la sensibilidad.
Evite los lugares que sabe que serán ruidosos
Evitar los eventos ruidosos puede evitar que se active la sensibilidad al sonido. Decidir omitir ciertos eventos puede ayudarlo a encontrar un mayor disfrute y paz en la vida. Es probable que no puedas (o no quieras) perderte todos los eventos, así que considera evitar solo lugares si crees que es la mejor opción.
Tener un espacio reservado designado
Tener un espacio para que las personas pasen un rato tranquilo puede ayudar cuando se sienten abrumados. Les da un espacio seguro para calmarse y hacer frente a su sobrecarga sensorial.
Visite nuevos lugares en momentos tranquilos
Las nuevas ubicaciones pueden ser sobreestimulantes, pero el ajuste gradual puede ayudar. Considere visitar nuevos lugares durante un momento tranquilo del día. Luego puede aumentar gradualmente su exposición y es posible que se acostumbre al nuevo lugar con el tiempo.
Reducir el uso de tapones para los oídos o auriculares con cancelación de ruido
Mucha gente usa tapones para los oídos o auriculares con cancelación de ruido para evitar la sobreestimulación. El uso de estos dispositivos puede empoderarte, permitiéndote acceder a espacios a los que no podrías acceder de otro modo y ayudándote a participar en la vida cotidiana.
Un estudio de 2018 encontró que usar auriculares con cancelación de ruido aumentaba la participación de los niños autistas en su hogar, comunidad y escuela. Los autores sugieren que este método podría ser útil para los terapeutas físicos y ocupacionales.
Distracción
Puede usar distracciones cuando no puede evitar los sonidos desencadenantes. Por ejemplo, considere llevar un diario para escribir o garabatear como una distracción. Puede llevar un juguete reconfortante de casa o usar un iPad para controlar la sensibilidad al sonido.
Algunos de los primeros signos de autismo incluyen:
- falta de contacto visual
- no responde a su nombre a los 9 meses
- falta de expresiones faciales
- no darse cuenta cuando alguien está molesto o herido a los 2 años
- no jugar con otros niños a los 3 años
- no participar en juegos imaginativos a los 4 años
- alinear juguetes u otros objetos y enfadarse si se cambia
- repetir constantemente palabras o frases
- enojarse por cambios menores
- intereses obsesivos
- enojarse cuando su rutina se interrumpe
- agitando las manos, meciéndose, girando
- habilidades de desarrollo retrasadas
Muchas personas autistas experimentan sensibilidad al sonido que interfiere con sus tareas diarias. Reconocer los signos puede ayudarlo a encontrar posibles soluciones para manejar el problema.
Si usted o alguien que conoce experimenta sensibilidad al sonido, no tiene por qué interrumpir el vivir una vida plena. Puede seguir probando nuevos métodos para administrarlo hasta que encuentre uno que funcione.