Los ataques de pánico y la psicosis son dos experiencias completamente distintas que causan síntomas diferentes y tienen causas subyacentes diferentes.
Los ataques de pánico se experimentan como un miedo repentino y extremo, a menudo acompañado de síntomas físicos, como sudoración, sensación de falta de aire o mareos, o latidos cardíacos acelerados. Por lo general, no se sabe qué causó el ataque de pánico.
La psicosis, la experiencia de perder algo de contacto con la realidad, es un síntoma de una condición de salud mental subyacente, como la esquizofrenia.
Aunque pueden ocurrir juntos, no comparten síntomas, causas o condiciones subyacentes similares.
Una persona que experimenta cualquiera de los dos puede beneficiarse del tratamiento de la causa subyacente de un ataque de pánico o de una psicosis. Cada uno requerirá un tratamiento diferente para ayudar a una persona a sobrellevar futuros episodios.
Los ataques de pánico y la psicosis son dos cosas diferentes.
Los ataques de pánico son causados por varios factores, como antecedentes familiares de trastorno de ansiedad, otras afecciones de salud mental, como el consumo de sustancias o la depresión, y factores biológicos.
Además del miedo, puede experimentar síntomas físicos, como dificultad para respirar y latidos cardíacos rápidos.
Por el contrario, la psicosis es un síntoma de una condición de salud mental subyacente, como la esquizofrenia. Implica ver u oír cosas que no existen o creer cosas que no tienen sentido en la realidad.
En un pequeño estudio de 2016, los investigadores encontraron que aproximadamente el 45 % de los pacientes con esquizofrenia también tenían trastornos de ansiedad. Por lo tanto, es posible experimentar tanto ataques de pánico como psicosis.
Los ataques de pánico a menudo implican un miedo intenso y abrumador que comienza repentinamente. A menudo implican síntomas físicos adicionales, que pueden incluir:
- náuseas
- dificultad para respirar
- corazón acelerado
- mareo
- dolor en el pecho
- Palpitaciones del corazón
Se estima que el 4,7% de los adultos en los Estados Unidos experimentan el trastorno de pánico (caracterizado por ataques de pánico repetidos) al menos una vez en la vida.
Los ataques de pánico pueden ocurrir de la nada o tener una causa obvia. Cuando ocurren, una persona no sabe por qué ocurrió el ataque. Cuando hay una causa conocida, a menudo se debe a un factor estresante externo, como una fobia o un miedo.
La psicosis describe condiciones que afectan la mente donde una persona pierde algún contacto con la realidad. Durante un episodio psicótico, una persona puede tener problemas para descubrir qué es real y qué no.
Los síntomas pueden incluir:
- delirios (falsas creencias)
- alucinaciones (ver u oír cosas que no existen)
- comportamientos extraños
- habla incoherente
Además, una persona que atraviesa un episodio psicótico puede experimentar problemas adicionales, como:
- ansiedad
- depresión
- problemas para dormir
- problemas con el funcionamiento general
- Retiro social
- falta de motivación
Una revisión sistemática de 2018 que revisó varios estudios señaló que aproximadamente 1 de cada 150 personas recibirá un diagnóstico de trastorno psicótico en su vida.
Varias condiciones de salud mental pueden causar psicosis, que incluyen:
Además, ciertas condiciones médicas también pueden desencadenar psicosis, que incluyen:
- sífilis
- enfermedad de alzheimer
- tumores cerebrales
- esclerosis múltiple (EM)
La psicosis también puede ser causada por el uso de sustancias, como el alcoholismo, o el uso de drogas recreativas, como la cocaína o el LSD.
Los tratamientos y el manejo de cada afección variarán según la afección subyacente que cause que usted o un ser querido experimente un ataque de pánico o una psicosis.
El tratamiento de los ataques de pánico a menudo implica diferentes terapias, como la terapia cognitiva conductual (TCC). La TCC consiste en ayudarlo a cambiar la forma en que piensa y responde a las cosas que lo rodean, lo que puede ayudar a prevenir los ataques de pánico.
Otro método para ayudar a tratar los ataques de pánico es la terapia de exposición. Esta forma de TCC implica confrontar sus miedos y ayudarlo a cambiar su forma de pensar y responder a ellos.
Su médico también puede recetarle ciertos medicamentos para prevenir los ataques de pánico. Estos pueden incluir:
La psicosis a menudo requiere medicamentos para ayudar a prevenir o controlar futuros episodios psicóticos y para abordar la afección subyacente.
La principal forma de tratamiento para prevenir episodios psicóticos en personas con afecciones, como la esquizofrenia, son los fármacos antipsicóticos.
Algunos ejemplos incluyen:
- clorpromazina (Torazina)
- clozapina (Clozaril)
- haloperidol (Haldol)
Es probable que una persona que experimente psicosis también necesite terapia, que se presenta de muchas formas. Estos tratamientos y recomendaciones variarán según la afección, por lo que es importante que usted o un ser querido trabaje en estrecha colaboración con un médico para obtener el tratamiento adecuado para sus necesidades.
Los ataques de pánico y la psicosis son dos sucesos diferentes. Los ataques de pánico ocurren al azar o debido a un miedo intenso, mientras que la psicosis es un síntoma de una condición de salud mental subyacente.
Si bien es posible que puedan ocurrir juntos; no tienen que estar directamente relacionados entre sí.
El tratamiento para la psicosis y los ataques de pánico se verá diferente y requerirá diferentes formas de tratamiento.