Arriesgarse en la vida: 5 pasos para determinar los riesgos que valen la pena

Arriesgarse en la vida puede catapultarlo hacia el éxito y aumentar drásticamente las posibilidades de lograr sus objetivos.

Pero debajo de cada riesgo reside el miedo a la incertidumbre y al fracaso.

Tomar un riesgo implica salir de tu zona de confort y dar un paso hacia lo desconocido.

Implica confrontar tu miedo y dar un salto de fe en que todo saldrá bien.

Esto no significa que todo riesgo sea una apuesta a ciegas. Comprender las complejidades del riesgo involucrado puede ayudarlo a asumir riesgos calculados y administrados que tengan sentido en relación con sus objetivos.

Este artículo explorará por qué tomamos riesgos, describirá una estrategia comprobada para identificar riesgos que valen la pena y le mostrará cómo tomar medidas e impulsar su vida.

¿Por qué nos arriesgamos?

Este viaje llamado ‘vida’ en el que todos estamos requiere que tomemos riesgos.

Especialmente si desea vivir una vida centrada en prosperar, no solo en sobrevivir, y alcanzar sus objetivos a largo plazo.

Cuando salimos de nuestra zona de confort, somos más capaces de apreciar la belleza de lo desconocido, aunque pueda dar miedo.

El riesgo cosecha recompensas

Sin correr ningún riesgo, la probabilidad de lograr algo grandioso es precisamente cero.

Al hacer algo arriesgado, abres la posibilidad de lograr grandes cosas, superar el miedo y dar un salto hacia el éxito. En el otro lado de la moneda, tomar riesgos en la vida podría exponerlo a posibles errores, reveses y derrotas.

Esta es la razón principal por la que las personas evitan correr riesgos en la vida: el miedo al fracaso.

Todo el mundo teme al fracaso hasta cierto punto.

La psicología de la seguridad nos enseña que, como individuos, analizamos naturalmente las tareas en relación con nuestro bienestar físico, emocional y mental. Si pensamos que llevar a cabo una determinada acción nos pondrá en riesgo de peligro o fracaso, tendemos a evitarlo para protegernos.

Claro, el miedo al fracaso puede protegernos de hacer algo peligroso, como caminar demasiado cerca del borde de un acantilado.

Pero este estado de ánimo también puede limitar nuestro verdadero potencial y erigir una barrera para crear la vida que queremos vivir.

Algo mágico sucede cuando te desafías a ti mismo y te arriesgas.

La ciencia respalda esto y postula que el pensamiento arriesgado te permite ponerte en situaciones desafiantes y aprender con cada decisión arriesgada que tomas, acercándote poco a poco al éxito.

Correr riesgos requiere ver la diferencia entre la vida que tienes ahora y la vida que quieres, y comprender el trabajo que implica hacer que suceda.

Debemos reunir la valentía para comprometernos con una meta, aprender a motivarnos y navegar las aguas turbias de lo desconocido hasta llegar al otro lado del éxito.

¿Por qué es necesario arriesgarse?

Arriesgarse y experimentar con experiencias novedosas amplía nuestras posibilidades. Si insiste en la certeza y seguridad completas, nunca tendrá la oportunidad de convertir sus sueños en realidad.

Es una dura verdad, pero lograr algo significativo requiere actuar y adentrarse en el reino de lo desconocido.

Arriesgarse todo comienza con un plan. Requiere escuchar tu corazón y tus instintos, mirar dentro y preguntarte: «¿Qué es lo que realmente quiero?»

Una vez que tenga una idea clara de lo que desea exactamente, puede crear un plan de acción para lograrlo y comprometerse por completo a hacerlo realidad.

Tomar riesgos saludables y calculados puede cambiar las reglas del juego cuando se trata de éxito y establecimiento de metas.

Pero los grandes sueños toman tiempo para lograrse. Implican mucho valor, trabajo duro y superación de obstáculos. Tenga en cuenta que absolutamente todos cometen errores y caen en el camino: la prueba viene al levantarse y crecer a partir de esos desafíos.

El éxito no es una línea recta

El camino al éxito toma muchos giros y vueltas. Es posible que deba retroceder, girar o ir en una dirección completamente nueva.

Si nos apegamos obstinadamente al plan, restringimos nuestra capacidad de progresar. Sin embargo, si estamos dispuestos a descubrir, experimentar y probar cosas nuevas, nos enseñamos a trazar caminos en territorio desconocido y a superar nuestros miedos.

Qué sucede cuando tomas un riesgo

Imagínate a ti mismo logrando tus objetivos más buscados.

Siéntate con esta sensación, ¿cómo se siente? Visualiza cómo beneficiará tu vida si tomas los riesgos necesarios para llegar hasta aquí.

Solo este sentimiento puede catapultarte a perseguir tus sueños.

Más dificíl mejor más rápido más fuerte

Tomar riesgos puede cambiarlo fundamentalmente. Te hacen más valiente, más fuerte y más confiado.

Demuestran que tienes lo que se necesita para tomar una decisión, comprometerte y crear la vida que deseas.

Construyes fe en ti mismo sabiendo que lo has hecho antes y que puedes volver a hacerlo.

Cuando nos enfrentamos a un riesgo o desafío, todos debemos poner nuestras caras de juego hasta cierto punto.

Para algunos, esto significa luchar en primera línea o tratar a los heridos en la UCI. Para otros, correr riesgos significa pedir ese ascenso o finalmente cambiar de carrera.

Encarna tu yo más valiente. Claro, podrías caerte. ¡Pero imagina en quién te convertirás cuando aceptes el desafío!

Comprender los riesgos: un proceso de 5 pasos para la evaluación de riesgos

Tomar riesgos en la vida requiere valentía, no fanfarronería. Alguien con valentía podría simplemente saltar ciegamente de un acantilado y esperar lo mejor. Alguien con valentía sabe cómo tomar riesgos calculados, con una cuidadosa autoevaluación y estrategia.

Siga este proceso de cinco pasos para enfrentar sus miedos al tomar riesgos inteligentes y medidos.

Paso 1: identifica algo que quieras o intentes lograr

¿Cuáles son tus deseos más profundos y tus sueños más grandes? Tómate un tiempo para pensar en la vida que quieres seguir.

En un sentido práctico, esto significa pensar realmente en lo que quiere lograr, sus objetivos, y escribirlos.

Esto podría no ser fácil para todos.

Superar la resistencia

Los investigadores descubrieron que al identificar sus objetivos y decirlos en voz alta, es más probable que supere su resistencia y realmente se esfuerce por alcanzarlos.

Otra opción es meditar en sus valores y creencias fundamentales. Estos pueden ayudar a crear objetivos alineados con su verdadero yo.

Una vez que haya identificado algunas metas significativas que le gustaría alcanzar en algún momento de su vida, escríbalas para que sean tangibles y medibles.

Echemos un vistazo a algunos ejemplos:

  • Quiero comprar mi casa para siempre para el 2023.
  • Quiero lanzar mi nueva empresa comercial para fin de año.

Paso 2: Evaluar los riesgos potenciales

Una vez que haya identificado sus objetivos, determine los riesgos que podría enfrentar si se aventura hacia estos objetivos. ¿Cómo son estos riesgos?

Comprender la forma que podrían tomar los riesgos potenciales le permite prepararse más adecuadamente para ellos y decidir si vale la pena tomarlos o no.

Piense en los riesgos potenciales en relación con sus objetivos y luego escríbalos junto a los objetivos que identificó en el paso uno.

Si nos fijamos en el ejemplo anterior, estos riesgos podrían verse así:

  • Quiero comprar mi casa para siempre para el 2023, pero… tengo miedo de que pueda tener problemas de renovación ocultos y costosos. Mi situación financiera puede cambiar y no podré pagar la hipoteca. El valor de la casa puede disminuir si el mercado inmobiliario colapsa.
  • Quiero lanzar mi nueva empresa comercial para fin de año., pero… ¿Qué pasa si la gente pierde interés en lo que tengo para ofrecer? ¿Qué pasa si mi competencia sobresale y nos supera? ¿Qué pasa si hay una caída en la economía y entramos en una recesión? ¿Qué pasa si pongo toda mi energía en el crecimiento del negocio y empiezo a holgazanear en otras áreas de mi vida?

Paso 3: Piense en el impacto de cada riesgo potencial

Cuando trabajo con clientes, a menudo les pido que realicen una actividad de análisis de riesgos para averiguar dónde están poniendo su energía exactamente.

Esta actividad consiste en escribir sus objetivos y adjuntar una evaluación de riesgos a cada uno de ellos. El propósito de esta actividad es demostrar a qué vale la pena dedicar nuestra energía y qué es mejor evitar.

Revisa cada uno de tus objetivos

SIENTE el impacto que crea cada riesgo como si ya hubiera ocurrido. Siéntese con estos sentimientos y pregúntese: ¿cómo se sentiría si experimentara este resultado en el momento presente?

Si usamos el ejemplo anterior, esto podría ser algo como:

Imaginarte el momento en que te das cuenta después de invertir meses de sangre, sudor y lágrimas para iniciar un negocio, tu pareja es despedida y te ves obligado a pedir que te devuelvan tu antiguo trabajo para mantener a tu familia.

¿Cómo te hace sentir esto? ¿Estarías devastado? ¿Estarías feliz de haberlo intentado? ¿Habría aprendido muchas cosas que le ayudarán cuando sea el momento adecuado para volver a intentarlo?

Cualquier cosa que surja aquí te ayudará a decidir si vale la pena correr este riesgo o no.

Paso 4: Asigne un valor a cada riesgo

¿Cuál es la probabilidad de que cada riesgo tenga una consecuencia negativa?

Para responder a esto, tómese un tiempo para considerar cada riesgo asociado a sus metas y trate de ser realista acerca de los resultados.

Muévase a través de su lista de objetivos y riesgos asociados y asigne a cada uno de ellos una calificación que indique la gravedad de cada riesgo. Utilice una escala del 1 al 5, siendo 5 el de mayor impacto y 1 el de menor impacto.

Veamos un ejemplo:

  • Tengo la intención de hacer crecer mi empresa en un 25% durante el próximo año, pero… ¿y si hay una caída en la economía y entramos en recesión?

Considere el clima económico actual. Estamos experimentando bajos niveles de desempleo y alta inflación (ambos fuertes predictores de futuras recesiones). Esto indica que las posibilidades de entrar en recesión en los próximos años podrían ser altas.

Por ello, podríamos calificar este riesgo como de alto impacto 5.

Analice cada uno de sus objetivos y adjunte un número a cada uno para obtener una imagen más realista de la probabilidad de los riesgos involucrados.

Paso 5: Haz un plan

Con base en los números que asignó a cada riesgo, determine qué riesgos vale la pena tomar y cuáles puede ignorar.

Riesgo calculado

Cuando tomamos riesgos calculados e invertimos en nosotros mismos, nos lleva a una vida más feliz y plena. Dedique su tiempo y energía a los riesgos calculados que importan y deje de tomar riesgos imprudentes.

Al implementar una evaluación de riesgos, podemos eliminar riesgos innecesarios y tener una comprensión mucho más clara de qué riesgos vale la pena correr.

Use esta información para elaborar un plan que lo ayudará a trazar un curso desde donde se encuentra ahora hasta donde quiere estar en el futuro.

Si necesitas un poco de aliento para comenzar, consulta mi Curso en línea: Creer en ti mismo. Aprenderá más estrategias comprobadas para superar las dudas y lograr sus objetivos.