Invocando los colores de la aurora boreal y evocando recuerdos ancestrales de lugares salvajes y salvajes, la labradorita está empapada hasta los huesos de mito y magia. Esta piedra preciosa sabe cómo restaurar cualquier energía perdida y puede sacarte totalmente de una depresión tanto física como espiritualmente. Para aquellos que sienten el peso del mundo oprimiéndose, colóquense estos enérgicos aretes y dejen que su luz sanadora los destelle para alcanzar su propósito superior.
La labradorita está conectada con el chakra de la garganta y el chakra del tercer ojo. En forma de arete, invitas a la gema a ocupar un espacio más cercano a tu tercer ojo. Esta comunión directa puede sacudir cualquier bloqueo, limpiar y proteger ese espacio sagrado e invitarte a profundizar aún más. El chakra del tercer ojo es nuestra puerta de entrada al conocimiento interior, la sabiduría, la verdad y la autenticidad. Ilumina todo lo que tenemos dentro y despierta nuestra corona para ayudarnos a conectarnos con seres aún más elevados.
La combinación de labradorita y plata en estos aretes es un regalo del cielo. La plata funciona como un metal curativo precioso maduro con energía reflectante. La plata se puede utilizar para mirar hacia el interior y también como una herramienta para armonizar y equilibrar grandes emociones. La plata también puede funcionar con la labradorita para despejar cualquier pensamiento confuso, dolores de cabeza por tensión y opresión en el espacio mental. Esto te da un nuevo sentido de propósito y juego y puede despertar sueños dormidos y el deseo de seguir tu único corazón salvaje.