Apoyar a un ser querido autista no verbal —

La comunicación no verbal puede ser difícil de entender, tanto para quienes la observan como para quienes la experimentan. Sin embargo, puede resultar útil explicar a sus seres queridos no autistas cómo se siente.

No todos los individuos autistas son no verbales. Algunos no hablan en absoluto, mientras que otros hablan muy poco. Normalmente hablo, pero a veces experimento períodos de no verbalismo.

Cuando una persona no es verbal, no utiliza principalmente palabras habladas para comunicarse. En su lugar, podrían utilizar gestos, movimientos corporales, expresiones faciales, símbolos, lenguaje escrito o mecanografiado o lenguaje de señas.

Mi experiencia personal de no verbalismo suele estar precedida por un agotamiento o, en casos extremos, un colapso. Este ciclo comienza con sobreestimulación, agotamiento social, desorientación y termina en un estado de “vaciedad” o “apagado”. Esto significa que todas las palabras parecen disolverse de mi mente y no puedo procesar nada más. Sin embargo, mi cuerpo continúa absorbiendo el estímulo que me rodea, lo que la convierte en una experiencia incómoda.

Durante este estado tengo pensamientos y sentimientos pero estoy distante y disociado. Si el agotamiento es leve, es posible que pueda pensar en oraciones, pero hablar se siente incómodo y difícil. Hablar también puede ser un desafío físico y cognitivo en espacios ruidosos.

Para las personas no autistas que quieran apoyar a una persona autista no verbal, es importante dejarles guiar el camino. Pregúntales cómo se sienten y cómo se comunican en estos momentos, y respeta sus límites. Cuando la persona no habla, sólo necesita silencio y espacio para esperar a que pase. Cuando termina, suele ser aconsejable esperar a que inicien la conversación nuevamente. Evite hacerlos sentir culpables o apurados, ya que esto puede profundizar su sensación de aislamiento.

Superar los desafíos al pasar tiempo con una persona autista no verbal también puede incluir ser flexible y comprender si los planes tienen que cambiar. Considere preguntarles sobre sus factores desencadenantes y cómo puede ayudar a evitarlos en el futuro. Si la comunicación es difícil, los mensajes de texto o las preguntas de sí o no pueden ayudar, o puedes usar accesorios como pulseras o imágenes para indicar tu estado de ánimo. Recuerde practicar la amabilidad y la empatía en estas conversaciones.

Los espectadores deben evitar presionar o regañar a las personas autistas por estar sobreestimuladas. Al comprendernos mejor y comunicarnos mejor, se puede reducir el daño causado durante los períodos no verbales.