Hay formas en que puede mejorar sus habilidades para tomar decisiones, incluso cuando su ansiedad le dice lo contrario.
Las decisiones, grandes y pequeñas, suceden todos los días. Puede que tengas que hacerlos en el trabajo, en la escuela o en casa. Algunos pueden ser fáciles, mientras que otros pueden tener un impacto a largo plazo en su vida.
Sentirse ansioso y estresado por las decisiones, especialmente las impactantes, puede ser natural.
Sin embargo, cuando la ansiedad se hace cargo, es posible que tenga menos probabilidades de tomar la mejor decisión.
Tomar una decisión rara vez es tan simple como comprender los pros y los contras. Para la mayoría de las personas, hay una combinación de factores que pueden influir en nuestras decisiones.
Miedo a la pérdida
Si te sientes abrumado y congelado cuando te enfrentas a una decisión, puede ser porque tienes miedo de lo que vas a perder.
Este proceso, denominado «teoría de la perspectiva» por Daniel Kahneman y Amos Tversky en un trabajo de investigación de 1979, revela que es más probable que tome una decisión porque tiene miedo de perder algo, que porque tiene la oportunidad de ganar algo.
Sesgo del statu quo
El sesgo de status quo es un tipo de sesgo que sugiere que las personas prefieren apegarse a lo que saben.
Puede quedarse con lo que sabe porque es reconfortante, incluso si no es lo mejor para usted. En algunos casos, puede parecer más fácil no tomar ninguna decisión.
Sesgo de anclaje
El sesgo de anclaje es otro tipo de sesgo en la toma de decisiones que puede hacer que te quedes cerca de un punto de partida.
Un ejemplo de esto se puede encontrar en la compra de automóviles. El concesionario ha fijado un precio inicial y, aunque usted piense que el automóvil vale menos, es posible que se mantenga cerca del número que vio al principio sin darse cuenta de que lo está haciendo.
Sobrecarga de elección
Puede parecer bueno tener muchas opciones al tomar una decisión, pero existen demasiadas opciones.
Una revisión de 2015 muestra que con la sobrecarga de opciones, el estrés de demasiadas opciones puede hacer que sea más probable que evite elegir cualquier cosa.
Fatiga de decisión
Tomar demasiadas decisiones en poco tiempo también puede influir en sus elecciones. En lugar de pensar en algo, es posible que solo desee «terminar de una vez».
Por ejemplo, después de un largo día de trabajo, es posible que no desee pasar horas en la cocina preparando una comida saludable. Puede ser más fácil elegir algo rápido y fácil, aunque no sea saludable.
Debido a que está experimentando fatiga de decisión, una opción más saludable se vuelve menos importante.
estereotipos
Los estereotipos pueden ser una fuerza poderosa en la toma de decisiones. Puede inclinarse por una decisión basada en suposiciones comunes en lugar de hechos o estadísticas.
Si los vehículos policiales en su área son azules y blancos, cuando vea un automóvil azul y blanco, ya sea que sepa o no que es un vehículo policial, es posible que disminuya la velocidad. Pero si ve un automóvil negro, es posible que continúe conduciendo a mayor velocidad, sin darse cuenta de que también podría ser un vehículo policial.
Experiencia pasada
Otro factor que puede influir en cómo toma una decisión es lo que sucedió la última vez que se enfrentó a una situación similar.
Incluso si los hechos apuntan en gran medida en una dirección, es posible que tome la decisión opuesta debido a una experiencia pasada.
Si vio un tiburón mientras nadaba en el océano cuando era niño, es posible que dude en nadar en el océano como adulto.
Riesgo de una situación
La forma en que te sientes con respecto a una situación también puede afectar cuán riesgosa parece.
Si te gusta saltar desde acantilados, el riesgo de lesiones puede no parecer significativo. Si tienes miedo a las alturas, ese riesgo puede ser extremadamente importante en tu decisión de dar el salto.
Cuando vives con un trastorno de ansiedad, tomar decisiones puede resultar abrumador. Esto puede deberse a cómo las áreas del cerebro interactúan entre sí.
Cuando tiene sentimientos de ansiedad, la conexión entre su cerebro y la corteza prefrontal, la parte del cerebro responsable de la toma de decisiones, puede debilitarse.
Los estudios también muestran que la ansiedad puede afectar la memoria. Cuando estás ansioso y estresado, el hipocampo, la parte del cerebro responsable de la memoria, se encoge, lo que dificulta conservar los recuerdos. Sin embargo, su cerebro podría aferrarse a los recuerdos asociados con un evento estresante.
Entonces, cuando te enfrentes a una situación similar, todo lo que recordarás son los sentimientos de ansiedad, miedo y estrés.
Cuando experimenta sentimientos de ansiedad, las hormonas como la adrenalina y el cortisol aumentan, lo que hace que su cerebro se prepare para la respuesta de lucha, huida o congelación. Esto puede provocar síntomas de ansiedad, como frecuencia cardíaca acelerada, aumento de la respiración y tensión muscular.
Cuando vive con un trastorno de ansiedad, hay formas en que puede mejorar sus habilidades para tomar decisiones.
Si se siente estresado o ansioso, considere esperar antes de tomar una decisión. Mientras espera, pruebe estos consejos:
- hacer una lista de los pros y los contras
- pregúntese si la decisión lo acerca o lo aleja de sus metas
- hable con amigos y seres queridos en quienes confíe para obtener otra opinión o perspectiva
- duerme en él (si puedes) para asegurarte de que estás bien descansado
- cree una lista de verificación que la decisión debe cumplir en función de sus necesidades y objetivos
- replantee su decisión de orientada a la pérdida a orientada a la ganancia
- expresa tus emociones en un diario durante tu proceso
- establezca un plazo razonable para que usted mismo tome la decisión
- crear un plan positivo para las alternativas
La responsabilidad de tomar decisiones puede traer consigo un estrés significativo.
Recuerde que si se siente aislado o solo en su toma de decisiones, otros experimentarán las mismas frustraciones.
Existen grupos de apoyo en línea que pueden ayudarlo a conectarse con otras personas que tienen experiencias similares.
Hay una serie de factores que influyen en nuestras decisiones diarias, desde lo que comeremos en el desayuno hasta las clases o el trabajo que tomaremos.
Cuando vives con ansiedad, tomar estas decisiones puede resultar abrumador.
Antes de que estos sentimientos de frustración le impidan hacer cambios importantes en su vida, considere hablar con un amigo de confianza. También puede hablar con un médico de familia o un profesional de la salud mental.
Pueden ayudarlo a aprender cómo manejar su ansiedad, lo que puede ayudar a eliminar el estrés de la toma de decisiones. También puedes consultar estas páginas: