La labradorita ha sido durante mucho tiempo la piedra cósmica de los sabios, las luminarias y los místicos y por una buena razón. Los resplandecientes verdes, azules y blancos nacarados parecen susurrar sobre multiversos, infinitas posibilidades, e invitan al chakra del tercer ojo a abrirse de golpe. Sin embargo, esta piedra no se trata solo de saltar a las tierras de lo desconocido, sino que también te invita a poner ambos pies en el suelo y mantenerte fuerte y confiado de una manera que no comprometa tu chispa creativa.
Para aquellos que tienden a sentir que su estado de ánimo se está agotando, que luchan por encontrar ese lugar entre la espiritualidad y la conexión a tierra, y que siempre sienten que están tartamudeando contra la corriente; este anillo podría ser lo que haga que tu corazón cante. La labradorita conoce intuitivamente la importancia del equilibrio, convierte los susurros en pensamientos claros y te otorga la fuerza del espíritu para simplemente dejar ir las cosas que ya no te sirven.
Cuando se combina con los tonos rosados del femenino Rose Gold, este metal precioso solo amplifica el poder de la labradorita, pero de una manera que no lo dejará abrumado. Rose Gold es un beso cósmico de los dioses, invita a la energía divina y puede aliviar la ira al instante. Juntos, los suaves tonos rosados y la gracia etérea del anillo de oro rosado con labradorita aseguran que su sistema nervioso no se sienta abrumado. Te ayuda a absorber, procesar, desechar y conservar lo que necesitas, es una herramienta hecha para ti y te tiende la mano para darte la bienvenida al otro lado.