No hay nada más tentador visualmente que el destello de turquesa contra un anillo de plata esterlina. Este llamativo adorno no solo encanta con su belleza, sino que también trae una tonelada de altas vibraciones para elevar tu cuerpo, mente y alma. Turquesa reflexiona con paz y serenidad suave y puede enfriar cabezas calientes y emociones tormentosas en segundos. Si te sientes abrumado o desequilibrado, esta gema es el tónico para estabilizarte.
La turquesa también es un limpiador del chakra de la garganta. Es una mano hábil para ayudar a la comunicación y el arte de la autoexpresión. Cuando el chakra de la garganta está cerrado o bloqueado, puede provocar frustración, timidez y una sensación de no ser escuchado o comprendido. Cuando está abierto, su luz puede florecer y puede encontrar palabras inmaculadas que conducen a conexiones más profundas, una comprensión de sí mismo y una fuerza tranquila para llevar con usted.
Más allá del borrón verde azulado de la piedra turquesa, hay muchos otros elementos curativos preciosos escondidos dentro de este anillo. La presencia de cobre tiene que ver con ahuyentar la energía negativa, equilibrar los chakras y fomentar una salud armoniosa. La plata también aporta la energía de la pureza y el equilibrio.