Análisis de sangre para la depresión: ¿Qué es posible?

Una nueva investigación muestra que los análisis de sangre también pueden ayudar a diagnosticar la depresión, además de los exámenes de salud física y mental.

Desde examinar sus síntomas, discutir su historial médico y pasar por una serie de pruebas de salud física y mental, diagnosticar la depresión a menudo puede ser un proceso largo. Pero, ¿y si hubiera una forma más sencilla de determinar si tienes depresión? Algunos estudios sugieren que podría haberlo.

Según la Organización Mundial de la Salud, la depresión afecta a casi 280 millones de personas en todo el mundo. Los síntomas comunes incluyen:

  • sentirse triste o retraído
  • perder interés en las cosas que solía disfrutar
  • fatiga
  • cambios en sus hábitos de sueño o alimentación
  • fluctuaciones de peso
  • dolores de cabeza
  • irritabilidad
  • dolores de cuerpo
  • pensamientos negativos

Sin embargo, existen otras condiciones de salud mental, como el trastorno bipolar, que comparten muchos de los mismos síntomas y pueden confundirse fácilmente con la depresión. Esto puede hacer que el proceso de diagnosticar la depresión sea aún más desafiante porque un profesional de la salud mental deberá eliminar esas otras condiciones como posibles causas de cómo te sientes.

Para ayudar a acelerar y simplificar este proceso, los expertos han estado explorando el uso de análisis de sangre para diagnosticar la depresión y otros problemas de salud mental. Si bien esta investigación aún es nueva y no es una forma definitiva de detectar la depresión a través de pruebas de laboratorio, los hallazgos iniciales parecen prometedores.

En general, las pruebas de laboratorio se usan para descartar otras condiciones que pueden presentarse de manera similar a la depresión, en lugar de detectar la depresión en sí. Por ejemplo, ciertos trastornos de la tiroides y la deficiencia de vitamina D comparten algunos de los mismos síntomas que la depresión y pueden detectarse mediante pruebas.

Sin embargo, estudios recientes sugieren que los análisis de sangre pueden ser útiles para diagnosticar la depresión.

En un estudio reciente, los investigadores se basaron en trabajos previos que examinaron los niveles de factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), una proteína en la sangre que influye en la memoria y el aprendizaje, en personas con ciertos trastornos del estado de ánimo.

Se encontraron niveles más bajos de BDNF maduro (mBDNF) en participantes con depresión y trastorno bipolar. Además, se encontró que, en algunos casos, los niveles de mBDNF eran más bajos para quienes informaron síntomas graves que para quienes informaron síntomas más moderados.

Si bien los análisis de sangre actuales no pueden usar de manera concluyente los niveles bajos de mBDNF para diagnosticar la depresión, proporcionan una dirección sólida para futuras investigaciones.

Otro estudio también sugiere que los análisis de sangre pueden ser el futuro de la detección de la depresión.

En lugar de los niveles de BDNF, este estudio se centró en cómo los niveles bajos de una enzima llamada fosfato de etanolamina pueden estar relacionados con el trastorno depresivo mayor (MDD) en adultos. Los resultados mostraron que los análisis de sangre del nivel de fosfato pudieron diagnosticar correctamente la depresión el 82% de las veces.

Si bien estos hallazgos son prometedores, aún se necesita más investigación. Los análisis de sangre pueden ayudar con un diagnóstico, pero actualmente no reemplazan la evaluación de un experto.

Trabajar con profesionales médicos y de salud mental puede ayudarlo a brindarle un diagnóstico más preciso y un plan de tratamiento específicamente diseñado para sus necesidades.

Las pruebas de laboratorio son muy efectivas para descartar o descubrir otras condiciones de salud, como detectar deficiencias nutricionales específicas que pueden causar depresión.

Es importante explorar todas las posibilidades al diagnosticar la depresión y otras condiciones de salud mental y física. Muchas otras condiciones pueden imitar la depresión, y algunas incluso pueden causar depresión como síntoma o efecto secundario.

Su médico puede realizar un análisis de sangre para determinar si una condición física está en juego. Esto los ayudará a concentrarse en lo que está experimentando y lo ayudará a determinar el tratamiento adecuado para sus síntomas.

Las condiciones físicas comunes con síntomas similares a la depresión incluyen:

  • trastornos de la tiroides
  • síndrome de fatiga crónica
  • baja azúcar en la sangre
  • deshidración
  • abstinencia de cafeina
  • ciertas condiciones del corazón
  • ciertos tipos de cáncer

Los análisis de sangre también pueden ayudar a determinar cualquier deficiencia nutricional que pueda tener, como niveles bajos de ciertas vitaminas y nutrientes que podrían indicar depresión y otros trastornos del estado de ánimo.

Las deficiencias comunes asociadas con la depresión incluyen:

  • Vitamina D. La evidencia sugiere que las personas con depresión pueden tener niveles más bajos de vitamina D.
  • Vitamina B12. Un estudio reciente encontró que no obtener suficiente vitamina B12 en su dieta diaria puede aumentar el riesgo de depresión.
  • folato. La investigación ha relacionado las deficiencias de folato con la depresión y otros trastornos de salud mental.
  • Zinc, magnesio y selenio. Una revisión de 2018 encontró que puede haber una posible relación entre los niveles bajos de estos tres nutrientes y la depresión.

La depresión también puede confundirse con otros trastornos de salud mental, como la ansiedad, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) o el trastorno bipolar.

La depresión afecta a millones de personas en todo el mundo, pero a veces puede confundirse con otras afecciones que tienen síntomas similares.

Debido a que los niveles bajos de ciertas vitaminas, proteínas y enzimas a menudo se asocian con la depresión, el desarrollo de análisis de sangre para medir estos niveles puede ayudar a detectar la depresión en última instancia. Sin embargo, a pesar del progreso observado a través de estudios recientes, aún no existe una prueba de laboratorio que pueda diagnosticar de manera precisa y definitiva la depresión.

Si se ha sentido deprimido o cree que puede estar experimentando depresión, considere hablar con su médico o un profesional de la salud mental. Pueden hablar con usted, brindarle un diagnóstico y ayudarlo a planificar un camino hacia la recuperación.

Su médico podría recomendarle un análisis de sangre para ayudar a determinar el origen de sus síntomas y descartar cualquier otra afección, especialmente si tiene antecedentes familiares de problemas de salud física.

La depresión, o una afección con síntomas similares, puede ser difícil de manejar solo, pero es importante recordar que hay ayuda y tratamientos profesionales disponibles y, con algo de tiempo y paciencia, puede comenzar a sentirse mejor.