Alianzas Matrimoniales en Mesoamérica

Alianzas matrimoniales en la antigua Mesoamérica

Agradecemos sinceramente al Dr. José Luis de Rojas, Catedrático de Antropología, Departamento de Historia de las Américas, Universidad Complutense de Madrid, por escribir especialmente para nosotros este ensayo introductorio sobre el papel clave que jugaron las alianzas matrimoniales en la antigua Mesoamérica en el ejercicio del poder político.

Foto 1: Página 24 del Codex Nuttall (Museo Británico, Londres) que muestra varias parejas con sus nombres calendáricos y algunos topónimos (Haga clic en la imagen para ampliar)

Sólo nos han llegado unos pocos códices prehispánicos preciosos. Entre estos, el grupo de códices mixtecos sobrevivientes es un buen indicador del interés que mostraron los mesoamericanos en las alianzas matrimoniales, especialmente las de sus gobernantes. los Códice Nuttall (foto 1) o el Vindobonensis proporcionar buenos ejemplos de genealogías que incluyan los nombres de los protagonistas y sus lugares de nacimiento. Ese interés perduró durante todo el período colonial en otros códices y en documentos escritos en alfabeto latino. Si bien carecemos de fuentes prehispánicas del centro de México, contamos con abundantes datos genealógicos en crónicas que documentan el papel de las alianzas matrimoniales en el ejercicio del poder político.

Foto 2: Fragmento del Códice García Granados (Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, Ciudad de México) que muestra a la dinastía mexica formando un nopal genealógico con el escudo imperial español en la parte superior (Click en la imagen para ampliar)

Los ejemplos incluyen el Crónica Mexicayotlatribuido a Hernando Alvarado Tezozomoc con la colaboración de Domingo de San Antón Muñón Chimalpahin Quauhtlehuanitzin, ambos activos a fines del siglo XVI y principios del XVII, y ese magnífico ejemplo de fusión cultural, la ‘familia del nopal (árbol )’ que se encuentra en el Códice García Granados (foto 2). Más recientemente, gracias al desciframiento de la escritura maya, tenemos suficiente información sobre la práctica de las alianzas matrimoniales entre los mayas del Clásico para constituir un verdadero ‘bosque de reyes’, por citar el título de un libro ya clásico de Schele y Freidel.

Foto 3: Esquema de relaciones maritales entre Texcoco y Teotihuacan (Carrasco 1974) (Click en la imagen para ampliar)

Las élites se esforzaron por asegurar su descendencia de los gobernantes anteriores tanto a través de la línea de sangre materna como paterna. De hecho, se han establecido protocolos para controlar tanto las herencias presentes como los matrimonios futuros. De hecho, existía una especie de sistema real de intercambio de esposas entre diferentes linajes, que inevitablemente conducía a matrimonios entre algunos parientes cercanos. Esto ha sido bien documentado tanto para los mixtecos por Spores (1974) como para los enlaces entre Texcoco y Teotihuacan por Carrasco (1974) (foto 3). La esposa teotihuacana del señor de Texcoco era ella misma también texcocana, y el hijo del señor de Texcoco que se casó con una teotihuacana era él mismo teotihuacano. Al menos, eso era en teoría, aunque los caprichos de la descendencia podrían complicar las cosas…

Foto 4: Todo el Codex Baranda (Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, Ciudad de México) que contiene información similar a la del Codex Nuttall, pero en un formato del período colonial (Haga clic en la imagen para ampliar)

Hay una cosa que ciertamente complica nuestro trabajo en este campo: una gran ventaja para aquellos que buscaban alianzas matrimoniales era la poligamia, muy superior a la monogamia. Sin límites en el número de esposas que podían tomar, los señores podían casarse tantas veces como quisieran. No hace falta decir que esta multiplicidad de esposas significaba que los futuros maridos pertenecían automáticamente a dos linajes. Se consolidaba una alianza si la esposa elegida por un señor ya pertenecía a su linaje; las madres por supuesto eran muy importantes, dado que el padre era el mismo para todos los hijos.

Foto 5: La Genealogía Zolin, un códice tlaxcalteca que muestra un árbol genealógico de 14 personas; cuatro de los individuos son mujeres (Click en la imagen para ampliar)

El lugar de nacimiento de las madres es de primera importancia, y ligado a él está la cuestión de las jerarquías. No todas las esposas tenían el mismo rango, algo que determinaría las aspiraciones de la descendencia. Entre las esposas de un señor estarían las de un linaje más importante, de uno equivalente y de uno inferior. Como resultado, surgirían alianzas entre iguales, entre rangos superiores e inferiores y viceversa: Carrasco (1984) los caracterizó respectivamente como matrimonios ‘isógamos’, ‘hipergamos’ e ‘hipógamos’.

Foto 6: Página 14 del Codex Selden (original en la Bodleian Library, Oxford), un códice mixteco en el que aparecen varias alianzas matrimoniales (Haga clic en la imagen para ampliar)

Se desarrolló así un sistema administrativo en el que los señores tenían vínculos familiares con sus antecesores, con sus pares y con sus dependientes, algo que se repetía en diferentes niveles, afectando probablemente al número de esposas y a la dispersión de los círculos de los que procedían. En general, un señor local podía aspirar a tomar una esposa del linaje del señor inmediatamente superior a él, e intercambiar esposas con los señores inmediatamente inferiores a él, formando una especie de escalera de promoción en la que nadie podía saltar un peldaño. Eso no quiere decir que uno no pueda subir (y probablemente bajar) la escalera.

Foto 7: Estatua de la fundación de Tenochtitlán, Ciudad de México, por Carlos Marquina (Click en la imagen para ampliar)

Un caso ilustrativo sería la evolución de los propios mexicas: luego de establecerse en el valle de México y fundar la ciudad de Tenochtitlán, sus tlatoani recibió mujer del señor de Culhuacán. A medida que pasaba el tiempo y su importancia aumentaba, el tenochca tlatoani Huitzilihuitl tomó por esposa del linaje de Azcapotzalco, hija de Tezozomoc, el señor más importante de su tiempo, con quien dieron a luz al siguiente gobernante Chimalpopoca, dicho por las fuentes históricas que fue muy querido por su abuelo. Así podemos ver que quien estaba destinado a gobernar cada lugar era siempre el hijo nacido de la esposa principal, y descendiente del linaje dominante. No el mayor, ni el primogénito, sino el hijo de la mujer con el padre más poderoso.

Foto 8: Otro fragmento del Códice García Granados (Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, Ciudad de México), colocado inmediatamente antes del Nopal Genealógico y que muestra a los Señores de Azcapotzalco y los lugares dependientes de él (Click en la imagen para ampliar)

El ejemplo de Tenochtitlan está ligado a otro tema importante. La muerte de Tezozomoc condujo a una feroz lucha por la sucesión que finalmente ganó Maxtla. Al mismo tiempo el sucesor a la muerte de Chimalpopoca fue Itzcóatl, quien encabezó una rebelión acabando con el poder de los tepanecas de Azcapotzalco, reemplazados por la Triple Alianza entre Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan. En el momento de la llegada de los españoles, el predominio de Tenochtitlan era claro. Por supuesto que Itzcóatl no pertenecía al linaje de Azcapotzalco. Para nuestros propósitos la consecuencia fundamental fue el cambio en la jerarquía de las damas. Las que pertenecían al linaje de Azcapotzalco, que eran las principales esposas y cuyos hijos estaban destinados a suceder a sus padres, perdieron sus roles -si no sus propias vidas- y el lugar de privilegio pasó a las familias de Texcoco y Tenochtitlan, ya ampliamente relacionado.

Foto 9: Genealogía de los príncipes mexicanos (Biblioteca Nacional de Francia, París); el fragmento muestra el matrimonio del hijo de Itzcóatl y la hija de Motecuhzoma I y su descendencia (Click en la imagen para ampliar)

Nuevamente, el ejemplo de Tenochtitlán es bueno: Itzcóatl casó a su hijo Tezozomoc con la hija de su sobrino Motecuhzoma Ilhuicamina (hijo de Huitzilihuitl), su nombre era Huitzilxochitzin. A Itzcóatl lo sucedió precisamente Motecuhzoma, tras cuya muerte los siguientes tres tlatoque Eran tres hijos de esta pareja, nietos de una tlatoani tanto por parte de padre como de madre. Yo creo que el destinado legítimamente a la sucesión era Tezozomoc, que había de morir antes que su primo, que gobernó 29 años y que ya pasaba de los 40 cuando llegó al poder, pasando la sucesión a sus hijos. El ajuste no se limitó solo a Tenochtitlan, y la sucesión no siempre fue clara. Cuando Nezahualpilli de Texcoco murió en 1515, dejó tres hijos, todos de madre tenochca. Motecuhzoma eligió a Cacamatzin, para furor de los otros dos. Y cuando Cacamatzin murió en 1520 y Coanacochtzin, el tercero en la línea, fue nombrado después de él, Ixtlilxóchitl se alió con los españoles y años después se convirtió en señor de Texcoco con el apoyo de Hernán Cortés.

Foto 10: Página 36 del Códice Vindobonensis, otro códice mixteco que contiene los nombres y lugares de nacimiento de los principales protagonistas (Haga clic en la imagen para ampliar)

En otras partes del imperio, a las esposas mexicas se les dio un lugar de honor, alterando las jerarquías de los harenes de la corte. Esto plantea un tema digno de una telenovela: ¿cómo se adaptaron las esposas reales a los cambios en estas jerarquías? No se trataba sólo de que la esposa principal perdiera su estatus y tuviera que ceder ante otra que antes había estado por debajo de ella: las esperanzas y expectativas de sucesión también cambiaron. Tener descendencia era importante, aunque en general uno o dos eran suficientes. Tener varias esposas no se correlacionaba necesariamente con un mayor número de hijos. Y una nueva esposa podría aparecer en cualquier momento y cambiar las cosas de nuevo. La incorporación al imperio generalmente significaba la aparición de alianzas matrimoniales, ya fuera por conquista o no. Los señores de Mesoamérica llegaron a consistir en una gran familia.

Foto 11: (L) La Dinastía de Palenque – historia de la descendencia desde el fundador hasta Chan-Bahlum II; (R) las tres líneas de descendencia en la Dinastía de Palenque. De ‘A Forest of Kings’ (Click en la imagen para ampliar)

Y una familia con un linaje perdurable. Si nuestra primera evidencia proviene de las inscripciones mayas del período Clásico, cuando llegaron los españoles llevaban siglos casándose entre ellos, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿podemos establecer algún tipo de identidad étnica? La élite era una familia en sí misma, mientras que los súbditos comunes pertenecían casi a otro mundo. Y si hablamos de identidades étnicas, quizás nos preguntemos por el lenguaje. ¿Qué (tipo de) idioma(s) se hablaba(n) en los harenes? Si los hijos crecieron en hogares multilingües, probablemente estaban bien preparados para vivir sus vidas usando diferentes idiomas.

Foto 12: Sarcófago del rey de Palenque Pacal y los retratos de sus antepasados: dibujo de MG Robertson. De ‘A Forest of Kings’ (Click en la imagen para ampliar)

Lo que está claro es que el poder giraba en torno a los señores locales, quienes mantenían alianzas con vecinos de cerca y de lejos; en tiempos de cambio, como las sucesiones, estas alianzas podrían cambiar fácilmente, formando como lo hicieron parte de un solo sistema unificado.

Referencias:-
• Carrasco, Pedro
1974: ‘Sucesión y alianzas en la dinastía teotihuacana’. Estudios de Cultura Náhuatl 11: 235-241
1984: ‘Matrimonios Reales en el México Antiguo’. En Herbert R. Harvey y Hanns J. Prem, eds. Exploraciones en Etnohistoria 41-81. Prensa de la Universidad de Nuevo México, Albuquerque
• Esporas, Ronald
1974: ‘Las alianzas matrimoniales en la integración política de los reinos mixtecos’. antropólogo estadounidense 76, 3: 297-311.

Fuentes de imágenes: –
• Todas las imágenes proporcionadas amablemente por José Luis de Rojas y se presume que son de dominio público, con la excepción de:-
• Foto 3: tomada de Carrasco, 1974 (ver arriba)
• Foto 7: foto de Ian Mursell/Mexicolore
• Pix 11 y 12: imágenes escaneadas de Schele, Linda y Freidel, David, 1990: Un bosque de reyes: la historia no contada de los antiguos mayasWilliam Morrow & Co., Nueva York.

Este artículo fue subido al sitio web de Mexicolore el 03 de septiembre de 2020

‘¿Cómo eligieron los aztecas a sus reyes y reinas?’