¿Alguna vez sientes que la gente chismea a tus espaldas?

Tengo este pequeño problema: tiendo a pensar que la gente está chismeando o hablando de mí a mis espaldas. Es totalmente paranoico y ridículo, pero quería saber si estaba solo. Entonces, le pregunté a nuestro Seguidores de Twitter si estuvieran de acuerdo con esta afirmación: “A menudo pienso que la gente habla de mí a mis espaldas”.

El 30% de las personas respondió Verdadero y el 70% dijo Falso. Hay un tercio de ustedes que también experimenta esta paranoia. La pregunta es, ¿hay alguna ciencia para esto?

El chisme está en nuestros genes

Resulta que el 30% de las personas como yo que son paranoicas tienen buenas razones para estarlo. Los investigadores estiman que entre el 65% y el 80% de las conversaciones son chismes. Esas estadísticas se basan en el porcentaje de conversaciones que tenemos sobre personas, tanto positivas como negativas. Como criaturas sociales, centramos gran parte de nuestra atención en otras personas y eso se refleja en lo que hablamos.

Entonces, lo más probable es que la gente son hablando de ti a tus espaldas, pero no es necesariamente algo malo.

Los psicólogos teorizan que hablar de otras personas es un hábito que probablemente evolucionó como un mecanismo de seguridad. Hace miles de años, cuando los humanos vivían en pequeñas sociedades de cazadores-recolectores, la supervivencia de las personas dependía de que supieran en quién podían confiar y a quién debían evitar. Los chismes ayudaron a la gente a mantenerse al tanto de quién era el más volátil y propenso a traicionar a los miembros del grupo, quién era el más confiable y cuyas familias eran las más saludables y las mejores para reproducirse.

Lo que es aún más poderoso es que nuestros cerebros prestan más atención a las personas sobre las que hemos escuchado chismes negativos. Hablar de los demás a sus espaldas les da a las personas un mayor sentido de conciencia para que puedan estar en guardia en torno a personas potencialmente amenazantes.

Advertencia: piensa en las consecuencias antes de hablar de tu drama. Contarles a los demás las cosas molestas y/o hirientes que la gente te ha hecho puede convertir un desacuerdo temporal en un problema a largo plazo en el que las personas luchan por sentirse cómodas con la persona de la que hablaste negativamente.

Hablar de los demás combate la incertidumbre

Otra razón por la que los investigadores creen que a la gente le encanta hablar de los demás a sus espaldas es la sensación de certeza que proporciona. Dado el enorme papel que juegan las personas en nuestras vidas, tenemos una necesidad innata de poder comprender y predecir el comportamiento de las personas. Contar historias sobre otras personas mientras especulamos y/o llenamos los espacios en blanco de lo que no sabemos nos ayuda a dar sentido a las personas en nuestros círculos sociales.

También fomenta el comportamiento prosocial y conformista. Los investigadores de Stanford descubrieron que nuestra tendencia natural a criticar a las personas a sus espaldas fomenta la unidad del grupo porque las personas temen las consecuencias sociales de actuar de una manera que puede hacer que se propaguen rumores sobre ellas.

Si bien esto limita el individualismo, los grupos dependen de saber que sus miembros van a actuar más o menos de acuerdo con sus normas. Cuando un miembro elige comportarse de manera diferente, disminuye la sensación de estabilidad del grupo. Chismear es una forma en que las personas racionalizan las acciones sorprendentes del individuo y desalientan a otras personas a crear un malestar similar.