Cerebro izquierdo vs. cerebro derecho: definición, teoría y diferencias

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El cerebro izquierdo y el cerebro derecho se refieren a cada una de las dos mitades del cerebro, también conocidas como hemisferios. Los dos hemisferios están conectados por una estructura llamada cuerpo calloso, que les permite comunicarse entre sí. Si bien cada hemisferio es casi una imagen especular del otro, no son exactamente iguales. Esto se llama asimetría hemisférica. Parte de la asimetría hemisférica incluye diferentes funciones. Es decir, hay algunas funciones en las que un hemisferio se especializa más que el otro hemisferio.
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La opinión generalizada es que esta especialización hemisférica se manifiesta en diferencias de personalidad. Por ejemplo, el American Heritage Dictionary (2008) define el hemisferio izquierdo y el hemisferio derecho del siguiente modo:

• Adjetivo de cerebro izquierdo: 1. Que tiene el hemisferio izquierdo como dominante. 2. De o relacionado con los procesos de pensamiento, como la lógica y el cálculo, generalmente asociados con el hemisferio izquierdo del cerebro. 3. De o relacionado con una persona cuyo comportamiento está dominado por la lógica, el pensamiento analítico y la comunicación verbal, en lugar de la emoción y la creatividad.
• adj. de cerebro derecho: 1. Que tiene el hemisferio derecho dominante. 2. De o relacionado con los procesos de pensamiento involucrados en la creatividad y la imaginación, generalmente asociado con el hemisferio derecho. 3. De o relacionado con una persona cuyo comportamiento está dominado por la emoción, la creatividad, la intuición, la comunicación no verbal y el razonamiento global en lugar de la lógica y el análisis.

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Si bien es cierto que los dos hemisferios del cerebro tienen algunas funciones especializadas, hay pocas pruebas que respalden la idea popular de la especialización hemisférica. En realidad, ambos hemisferios están muy interconectados, con diferentes regiones que se comunican constantemente entre sí y trabajan juntas para llevar a cabo la mayoría de las tareas cognitivas.

La teoría de la especialización hemisférica (o la idea de que el lado izquierdo y el derecho del cerebro realizan funciones diferentes) existe desde hace mucho tiempo. La observación de que la mayoría de los seres humanos prefieren utilizar la mano derecha en lugar de la izquierda fue una de las primeras pistas.
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En el siglo XIX, un médico francés llamado Pierre Paul Broca hizo un descubrimiento que demostró que algunas funciones cerebrales se localizan en áreas cerebrales específicas. En concreto, descubrió que las personas con daño en una región particular de la corteza frontal inferior del lado izquierdo del cerebro tenían dificultades para producir el habla (Broca, 1863).

En el siglo siguiente, se han acumulado pruebas sustanciales que apoyan la localización de la función cerebral. Algunas de las pruebas más convincentes provienen de estudios en los que participaron pacientes a los que se les había cortado el cuerpo calloso (la estructura que conecta los dos hemisferios). Este procedimiento, llamado acertadamente «cerebro dividido», era un método clínico para controlar la epilepsia, pero también permitía a los investigadores estudiar las funciones de cada hemisferio de forma independiente. Entraremos en más detalles sobre los estudios de cerebro dividido un poco más adelante, pero por ahora, es importante saber que esta investigación proporcionó pruebas que apoyaban la teoría de que el hemisferio izquierdo era importante para el lenguaje y el hemisferio derecho para las funciones emocionales y no verbales (Corballis, 2014).

Estos y otros hallazgos similares llevaron a la extrapolación de que el hemisferio izquierdo era responsable de la lógica y el pensamiento crítico y el hemisferio derecho era responsable de la emoción y la creatividad (Corballis, 2014).

Como se mencionó anteriormente, los dos hemisferios son casi imágenes especulares el uno del otro, pero existen algunas diferencias estructurales que suelen encontrarse. A continuación, se presentan algunos ejemplos de asimetrías anatómicas en el cerebro (Kang, et al., 2015).
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• Hipocampo: El hipocampo, una estructura subcortical fundamental para la formación de la memoria, suele ser más grande en el lado izquierdo.
• Giro de Heschl: El giro de Heschl, que es una región del cerebro involucrada en el procesamiento de la información auditiva, es más grande en el hemisferio izquierdo en la mayoría de las personas.
• Corteza cingulada anterior: Se cree que la corteza cingulada anterior interviene en diversos procesos, como la percepción del dolor, la regulación de las emociones y el control cognitivo. Esta región suele ser más grande en el hemisferio derecho.
• Plano temporal: El plano temporal, que es una región del cerebro involucrada en el procesamiento del lenguaje, también es más grande en el hemisferio izquierdo en la mayoría de las personas.

Además de las diferencias anatómicas entre los lados izquierdo y derecho del cerebro, también hay evidencia que apoya diferencias funcionales, incluido el lenguaje, las habilidades visoespaciales y la atención.

Investigación sobre el hemisferio izquierdo y el hemisferio derecho
Parte de esta evidencia proviene de la investigación sobre el cerebro dividido mencionada anteriormente. Esta investigación aprovecha el hecho de que la mitad izquierda del campo visual se procesa en el hemisferio derecho y la mitad derecha del campo visual se procesa en el hemisferio izquierdo. Por lo tanto, en pacientes con cerebro dividido que carecen del cuerpo calloso, que une los dos hemisferios, es posible mostrar algo a un hemisferio del cerebro sin que el otro hemisferio lo sepa. Es decir, cuando algún tipo de estímulo se ubica estrictamente en el campo visual izquierdo y no en el derecho, el hemisferio izquierdo no tiene acceso a esa información.

En muchas investigaciones sobre el cerebro dividido (especialmente los primeros estudios iniciados por Roger Sperry, Michael Gazzaniga y Joseph Bogen en la década de 1960) se presentaba a los pacientes una imagen que solo era visible en la mitad de su campo visual. Luego se les pedía que señalaran la imagen y describieran de qué se trataba.

Cuando la imagen se presentaba en la mitad derecha del campo visual (de modo que sólo el hemisferio izquierdo tenía acceso a ella), los pacientes podían señalar la imagen con la mano derecha y describir lo que era. Cuando la imagen se presentaba en la mitad izquierda del campo visual (al hemisferio derecho), los pacientes podían señalar la imagen con la mano izquierda, pero afirmaban que no veían ninguna imagen (Gazzaniga, 1962; Sperry, 1968). La observación de que los pacientes no podían decir lo que veían cuando se presentaba una imagen al hemisferio derecho, pero sí podían decirlo cuando se presentaba al hemisferio izquierdo fue una prueba más de que el lenguaje es un producto del hemisferio izquierdo.

Estudios que utilizan esta misma metodología también demostraron que el hemisferio derecho es mejor en los juicios visoespaciales. Por ejemplo, en un estudio se pidió a pacientes con cerebro dividido que realizaran una tarea en la que se les mostraban dos imágenes simples de formas en la mitad de su campo visual. La segunda imagen era idéntica a la primera o variaba en una dimensión espacial (tamaño, orientación, ubicación) o en una dimensión no espacial (brillo; Corballis et al., 2001).

Los investigadores descubrieron que ambos hemisferios podían determinar si las dos imágenes tenían el mismo brillo o no, pero el hemisferio derecho era significativamente mejor en los juicios espaciales que el hemisferio izquierdo.

Como ya sabemos, el hemisferio izquierdo del cerebro es el maestro del lenguaje. El descubrimiento de la importancia del hemisferio izquierdo para el lenguaje se atribuye generalmente a Paul Broca, quien descubrió que las personas con daño en una región frontal del hemisferio izquierdo tenían los mismos déficits del habla. Estos déficits del habla, ahora conocidos como afasia de Broca, incluyen los siguientes síntomas (Acharya y Wroten, 2017):
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• La estructura gramatical pobre o ausente de las oraciones
• Dificultad para formar oraciones completas
• La tendencia a omitir preposiciones, pequeñas palabras de enlace y conjunciones.
• Dificultad para utilizar los verbos
• Capacidad deteriorada para repetir frases
• Dificultad para leer y escribir

Un contemporáneo de Broca, Carl Wernicke, también descubrió una región en el hemisferio izquierdo que era importante para un aspecto diferente del lenguaje, ahora conocida como área de Wernicke. Mientras que el área de Broca es en gran medida importante para la producción o expresión del habla, el área de Wernicke es importante para la comprensión del habla. El daño a esta área causa un déficit del lenguaje llamado afasia de Wernicke. Las personas con este déficit pueden hablar perfectamente, pero el contenido de su discurso es difícil de entender y, a veces, puede ser ininteligible. Curiosamente, a diferencia de la afasia de Broca, las personas con afasia de Wernicke no son conscientes de sus déficits (Acharya y Wroten, 2022).

Los estilos de aprendizaje hacen referencia a las distintas formas en que las personas prefieren aprender y procesar la información. Existen varios modelos de estilos de aprendizaje, pero los más comunes son:

Aprendices visuales​
Estas personas prefieren aprender viendo y observando. Suelen preferir ayudas visuales como diagramas, gráficos y vídeos.

Aprendices auditivos
Estas personas aprenden mejor escuchando y oyendo. Suelen preferir las conferencias, los debates y los podcasts.

Aprendices kinestésicos
Estos individuos prefieren…