Decepción: definición y psicología – The Institute

Decepción: definición y psicología

Aprenda sobre el engaño en la vida cotidiana, en la investigación y si es posible detectar cuando nos están engañando.

Debido a que es tan común, existe mucho interés en saber cómo saber si alguien o algo (como una empresa) está siendo engañoso. ¿Hay señales? ¿Qué comportamientos debemos buscar? Si bien hay muchos artículos sobre cómo detectar mentiras y engaños, a menudo la información no está respaldada por la ciencia y cae más en la categoría de folclore. Para hacer las cosas más confusas, el engaño se presenta en muchas formas y puede tener matices. ¿Estoy siendo engañoso cuando alguien me pregunta cómo estoy y evito la pregunta en lugar de decir que estoy teniendo un día terrible? ¿Y es aceptable el engaño en la investigación si se obtiene conocimiento importante de los resultados?

En este artículo exploraremos estas cuestiones. Hablaremos sobre los tipos de engaño, su uso en la investigación psicológica y si existen indicadores fiables que nos permitan detectar cuando alguien miente.

Antes de continuar leyendo, si eres terapeuta, entrenador o emprendedor del bienestar, asegúrate de obtener nuestro curso gratuito. Libro electrónico sobre el crecimiento empresarial y el bienestar para obtener consejos de expertos y recursos gratuitos que le ayudarán a hacer crecer su negocio exponencialmente.​​​​​​​​​​

¿Es usted terapeuta, entrenador o emprendedor del bienestar?

Agarra nuestro Libro electrónico gratuito Para aprender cómo
¡Haga crecer su negocio de bienestar exponencialmente!

Ahorre cientos de horas de tiempo Gane más $ más rápido
Aumente su credibilidad Ofrezca contenido de alto impacto

¿Qué es el engaño? (Una definición)

El engaño consiste en engañar intencionalmente a otros a través de palabras, acciones u omisiones para crear una percepción o creencia falsa. Es importante tener en cuenta que existe una intención Engañar. Por lo tanto, si engañas sin querer, como si le das a alguien información errónea porque tu memoria no es correcta, entonces no es engaño.

La gente engaña por muchas razones: para proteger los sentimientos de alguien, para evitar un castigo o consecuencias no deseadas, para quedar mejor o para obtener un beneficio personal. Y una de las formas más comunes de engaño es el autoengaño, que suele realizarse para reforzar la confianza en uno mismo o evitar una situación incómoda.

Engaño vs. Mentiras

Mentir es un tipo de engaño. La forma más directa de engaño, mentir, se define simplemente como decir o escribir algo que sabes que no es cierto con la intención de engañar. Si bien el engaño incluye la mentira, es mucho más amplio. El engaño también incluye las medias verdades, la manipulación, la propaganda y la ocultación.

Lo opuesto del engaño

Lo opuesto al engaño es la honestidad, la veracidad y la franqueza. Todos tenemos una imagen de cómo es una persona honesta. Es transparente, directa y ética en la comunicación y en las acciones. Transmite información precisa y se presenta de manera sincera y genuina. Todos estos comportamientos y rasgos de personalidad promueven las relaciones abiertas y fomentan un intercambio saludable de información e ideas.

Ejemplos de engaño

  • Mentiras sociales: Comúnmente conocidas como “mentiras piadosas”, son las típicas cosas que decimos para evitar herir los sentimientos de los demás o para ganar aprobación social. Ejemplos: “¡Me gusta tu nuevo corte de pelo!” o enviar un mensaje de texto con la frase “Voy en camino”.
  • Mentiras descaradas: La forma más directa de engaño, la mentira, incluye cosas como agregar experiencias inventadas a su currículum o mentir en el estrado de los testigos.
  • Retención de información:Por ejemplo, si tu pareja te pregunta cómo te fue en el trabajo y tú no le das importancia cuando te despidieron, o si una empresa farmacéutica no revela los efectos secundarios conocidos de sus medicamentos.
  • Ocultación: La ocultación es el acto de ocultar algo o impedir que se sepa. Un ejemplo es cuando el presidente Nixon se negó a entregar las cintas de Watergate. O tal vez le ocultas una compra importante a tu socio porque sabes que se enojará.
  • Media verdad: Esta forma de engaño consiste en decir parte de la verdad, pero omitir deliberadamente detalles cruciales con la intención de manipular o engañar. Por ejemplo, una empresa puede afirmar que los estudios demuestran que su producto es eficaz para perder peso, pero no menciona que realizó el estudio y que estudios independientes no han confirmado sus resultados. O bien, no revela que su estudio se realizó con una muestra pequeña o durante un período breve, lo que afecta a la validez de los resultados.
  • Distorsiones/Exageración: Por ejemplo, “Esta fue la audiencia más grande que haya presenciado jamás una inauguración, punto, tanto en persona como en todo el mundo”.
  • Autoengaño: Uno de los autoengaños más comunes es sobrestimar nuestras capacidades y subestimar nuestras limitaciones para reforzar la autoestima. Esto puede tener consecuencias tanto positivas como negativas. En el lado positivo, aumenta la confianza. Además, puede generar más optimismo, lo que puede inspirarnos a trabajar más duro para alcanzar nuestras metas (Chance y Norton, 2015). Sin embargo, la confianza basada en creencias falsas puede traer enormes decepciones cuando no somos capaces de estar a la altura de nuestras expectativas irrealistas. O peor aún, puede llevarnos a resultados poco saludables o peligrosos. Por ejemplo, ignorar un problema de salud diciéndonos a nosotros mismos que no es nada.
  • Drogas para mejorar el rendimiento: Este engaño no sólo viola las reglas sino que también compromete la integridad del deporte.
  • En las redes sociales: Es bastante común crear una versión idealizada de uno mismo en las redes sociales. Queremos mostrar nuestros puntos fuertes y nuestros éxitos y ocultar los desafíos y las dificultades. Esto me recuerda a un compañero de trabajo cuyo amigo estaba estudiando en el extranjero en Europa, y sus publicaciones en las redes sociales hacían parecer que estaba pasando el mejor momento de su vida. Pero cuando los dos hablaron por teléfono, reveló que se sentía extremadamente solo y deprimido en esta situación nueva y desconocida.
  • En publicidad: Un ejemplo que me viene a la mente es el uso de palabras como “saludable” y “natural”. He visto muchos alimentos etiquetados como saludables, pero la lista de ingredientes me dice lo contrario. Y para que un alimento tenga la etiqueta de “natural”, no puede tener nada artificial añadido. Pero esta afirmación no significa que sea saludable u orgánico, y puede que aún esté altamente procesado (Center for Food Safety and Applied Nutrition, nd)
  • Fraude: En lo que probablemente sea el esquema Ponzi más famoso y más grande de la historia, Bernie Madoff engañó a casi 40.000 personas y les robó miles de millones de dólares (Departamento de Justicia, 2021).

Investigación sobre el engaño

El engaño en la investigación se ha utilizado durante décadas y ha sido extremadamente controvertido. Por lo general, implica engañar a los participantes sobre el propósito del estudio o retener información (a veces crucial) sobre algún aspecto del estudio. Esto se hace para que el comportamiento de los participantes no se vea influenciado por el conocimiento del propósito del estudio.

Los investigadores distinguen entre dos tipos de investigación engañosa. El primero es el engaño directo o activo, en el que se proporciona deliberadamente a los participantes información falsa sobre la naturaleza, el propósito o los procedimientos del estudio. El segundo es el engaño indirecto o pasivo, en el que los participantes aceptan algún tipo de engaño. Los investigadores omiten cierta información o no revelan el propósito del estudio, pero a los participantes se les dice desde el principio que el verdadero propósito del estudio se revelará una vez que se haya completado (Boynton et al., 2013).

Engaño directo

Un ejemplo conocido y chocante de engaño directo en la investigación es el Estudio de Sífilis de Tuskegee, que se llevó a cabo entre 1932 y 1972. A los participantes no se les dijo el verdadero propósito del estudio, que era observar la progresión de la sífilis no tratada. La mayoría ni siquiera sabía que tenía la enfermedad y se les dijo que estaban recibiendo tratamiento por “mala sangre”, un término utilizado para describir varias dolencias. Para empeorar las cosas, después de que se descubrió una cura (penicilina), los investigadores no ofrecieron tratamiento a los participantes porque querían continuar con el estudio.

Estudios poco éticos y perjudiciales como este llevaron al desarrollo de pautas éticas y juntas de revisión institucional (IRB, por sus siglas en inglés). Una IRB es un comité que revisa las propuestas de investigación para determinar su aceptabilidad ética y su cumplimiento con los códigos de conducta de una organización. Las IRB ayudan a proteger a los participantes de la investigación y son obligatorias en cualquier institución estadounidense que reciba fondos federales para investigación (APA, sin fecha).

Engaño indirecto

Se cree que el engaño indirecto tiene pocos efectos nocivos (Boynton et al., 2013). Un ejemplo común de engaño indirecto se utiliza cuando se prueban nuevos medicamentos o tratamientos. A la mitad de los participantes del estudio se les administra el tratamiento experimental y a la otra mitad un placebo. Un placebo es una sustancia inactiva que se parece a la sustancia real pero no tiene ningún efecto. Al final del ensayo, se comparan los dos grupos.

El motivo de este enfoque es garantizar que los efectos notificados se deban a la medicación y no a la simple creencia de que el tratamiento está haciendo algo (por ejemplo, si cree que está tomando algo para aliviar la depresión, puede convencerse de que se siente mejor). Pero lo más importante es que, en este caso, a los participantes se les dice de antemano que pueden recibir el fármaco real o el placebo. Además, se les informa después de cuál de ellos recibieron y se les informa detalladamente sobre el propósito del estudio. Si el estudio demuestra que el fármaco fue eficaz, también se lo ofrece al grupo del placebo.

El engaño en la psicología

Uno de los estudios psicológicos más famosos que planteó serias cuestiones éticas fue un experimento que se realizó en 1961 sobre la obediencia a la autoridad. En este experimento, el investigador dijo a los participantes que estaban estudiando cómo aprenden las personas y se les pidió que administraran descargas eléctricas a las personas que respondieran incorrectamente a las preguntas. Sin embargo, las personas que respondieron incorrectamente a las preguntas formaban parte del equipo de investigación. (En realidad, no se administraron descargas). El verdadero propósito del estudio era ver si los participantes actuarían de una manera que fuera contraria a su ética y conciencia al obedecer a la autoridad. Muchos participantes continuaron administrando las «descargas» incluso cuando parecía que estaban causando un gran sufrimiento. Una vez que conocieron el verdadero propósito del estudio, muchos participantes sufrieron angustia emocional.

Este tipo de experimento no sólo es altamente antiético y perjudicial para los participantes, sino que también puede perjudicar a la ciencia porque la gente será más desconfiada y menos propensa a participar en estudios futuros.

Pautas éticas

Si bien el uso de engaños en la investigación está prohibido en algunas disciplinas científicas y algunos investigadores creen que debería prohibirse por completo (Boynton et al., 2013), no es algo poco común en la investigación psicológica. Como se mencionó anteriormente, a veces el engaño es necesario para obtener información precisa o imparcial. Pero hoy en día, los estudios deben cumplir con pautas éticas y ser evaluados por un comité de revisión institucional (IRB). Estas pautas incluyen:

  • Ningún otro…