Enredo: definición, sistemas familiares y psicología

Enredo: definición, sistemas familiares y psicología

¿Dónde termino yo y empiezas tú? Si te haces esta pregunta, es posible que estés en una relación complicada.

Las relaciones patológicamente cercanas, aunque a veces puedan parecer cómodas, se asocian con disminuciones del bienestar (Szcześniak y Tułecka, 2020).) y por lo tanto es importante abordarlos.

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¿Qué es el enredo? (Una definición)

Como ya se ha mencionado, el enredo es una proximidad extrema que limita la autonomía y difumina los límites emocionales entre los individuos que forman parte de una relación. Aunque el enredo puede darse en cualquier relación estrecha, se observa con más frecuencia (y se estudia con más profundidad) en las familias. Si alguna vez has conocido a una madre helicóptero o a un niño de mamá, es probable que hayas presenciado una relación enredadera. En ambas situaciones, el niño no ha sido capaz de diferenciarse de su padre. Es decir, nunca ha desarrollado una identidad completa que sea independiente de su padre y, por lo tanto, sigue estando patológicamente apegado a él. Hablemos más sobre qué es el enredo y cómo se produce.

Psicología del enredo

El concepto de enredo fue introducido por primera vez en el campo de la psicología por Salvador Minuchin a principios de la década de 1970. Minuchin identificó el enredo como la consecuencia de estructuras familiares particulares y dinámicas interpersonales entre los miembros de la familia. Específicamente, Minuchin sugirió que los siguientes tres factores eran esenciales para el desarrollo del enredo: (1) la organización familiar, (2) la participación del niño en el conflicto y (3) la vulnerabilidad física del niño (Minuchin et al., 1975).

El enredo se ha conceptualizado como un extremo de un continuo de intensidad de límites. En el otro extremo de este continuo se encuentra el desapego. El enredo describe una ausencia extrema de límites, mientras que el desapego describe límites que son extremadamente rígidos (Minuchin, 1974).

Enmarañamiento en sistemas familiares

La teoría de los sistemas familiares es una teoría psicológica y terapéutica que considera a la familia como un sistema interconectado, donde el comportamiento de cada miembro de la familia afecta y se ve afectado por el comportamiento de los demás miembros (Watson, 2012). Esta perspectiva contrasta con otros enfoques terapéuticos que se centran en un individuo o en una relación diádica entre dos miembros de la familia (es decir, padre e hijo, hermanos, cónyuges, etc.) y sugiere que comprender la dinámica dentro de una familia es crucial para comprender el comportamiento individual y los problemas psicológicos.

Algunos principios y conceptos clave de la teoría de sistemas familiares incluyen:

Interconexión

La teoría de los sistemas familiares se ocupa especialmente de la interconexión de las familias y los subsistemas que las conforman. Al igual que en otros sistemas, cada componente influye en el funcionamiento del conjunto. En otras palabras, se considera que los miembros de la familia están interconectados y se entiende que los cambios en el comportamiento o el estado emocional de un miembro tienen efectos dominó en todo el sistema familiar (Watson, 2012).

Bucles de retroalimentación

Los efectos que un miembro de la familia puede tener sobre otro a menudo causan bucles de retroalimentación (Watson, 2012). Los bucles de retroalimentación, en el contexto de una familia, pueden conceptualizarse de la siguiente manera: los cambios en el miembro A de la familia causan cambios en el miembro B, que a su vez causan cambios en el miembro A de la familia, y así sucesivamente. Por ejemplo, imaginemos a un padre que llega a casa de mal humor después de un duro día de trabajo. Como está de mal humor, se muestra brusco y desconectado de su hijo. Esto hace que el niño se sienta molesto por la conducta de su padre y se comporte mal, lo que prolonga el estado de ánimo negativo del padre.

Roles de la organización y la familia

Según la teoría de los sistemas familiares, las familias se organizan en subsistemas. Por ejemplo, la relación entre los padres es un subsistema, la relación entre padre e hijo es otro, y la relación entre hermanos es un tercero (Bacon y Conway, 2022). Se cree que cada subsistema conlleva un conjunto de límites y reglas que ayudan a definir el papel que desempeña cada miembro de la familia dentro de cada subsistema. Por ejemplo, el papel de un hermano mayor en el subsistema de hermanos es muy diferente del papel que desempeña en el subsistema padre-hijo.

En el contexto de la teoría de los sistemas familiares, el enredo describe una dinámica familiar disfuncional caracterizada por límites difusos o débiles entre los miembros individuales de la familia (Bacon y Conway, 2022). En las familias enrevesadas, los límites personales están mal definidos y, a menudo, hay una implicación emocional excesiva y una dependencia excesiva entre los miembros de la familia.

A continuación se presentan algunas características y consecuencias clave del enredo:

Falta de individualidad

Los miembros de una familia enredada pueden tener dificultades para desarrollar y mantener un sentido de individualidad. Pueden tener dificultades para distinguir sus propios pensamientos, sentimientos e identidades de los de otros miembros de la familia. Esto puede dar lugar a una falta de autonomía e identidad personal.
Implicación emocional excesiva

Las familias enredadas tienden a ser emocionalmente intensas y a involucrarse excesivamente en la vida de los demás. Los miembros de la familia pueden sentirse responsables de las emociones y el bienestar de los demás, lo que conduce a un alto nivel de reactividad emocional y dependencia.

Límites pobres

Como se mencionó anteriormente, en las familias enmarañadas los límites entre los miembros de la familia suelen estar mal definidos o no existen. Esto puede manifestarse en un comportamiento intrusivo, falta de privacidad e incapacidad para mantener una distancia emocional saludable.

Confusión de roles

En parte como consecuencia de la falta de límites, el enredo puede llevar a una confusión de roles dentro de la familia. Es decir, los miembros de la familia pueden asumir roles que no son apropiados para su edad o para sus personalidades y necesidades individuales. Por ejemplo, se puede esperar que un niño cumpla con el rol de padre o brinde apoyo emocional a uno de sus padres.

Resolución de conflictos limitada

La comunicación es una de las principales dificultades de una familia enmarañada (Kog et al., 1985). Esta dificultad en la comunicación significa que las familias enmarañadas a menudo tienen dificultades para resolver conflictos de manera eficaz. Esto se debe a que los conflictos pueden desencadenar reacciones emocionales intensas y ansiedad, lo que dificulta que los miembros de la familia aborden los problemas de manera directa y constructiva.

Manipulación emocional

La conexión emocional entre los miembros de una familia enredada es, por definición, intensa. Esta poderosa conexión emocional puede utilizarse como herramienta de manipulación o control (Williams y Hiebert, 2001). Los miembros de la familia pueden utilizar la culpa, el chantaje emocional u otras tácticas para mantener a los demás emocionalmente cerca y mantener el statu quo.

Enredo y familia

El concepto de enredo familiar se desarrolló originalmente para comprender la etiología de la disfunción en algunas familias (Minuchin, 1974). El enredo familiar, en lo que se refiere específicamente a la familia, se define como “patrones familiares que facilitan la fusión psicológica y emocional entre los miembros de la familia” (Barber y Buehler, 1996). El enredo familiar puede interferir potencialmente con el proceso de individuación de un niño e inhibir el desarrollo normal de la madurez psicosocial (Barber y Buehler, 1996). En otras palabras, el enredo familiar limita las oportunidades de que un niño desarrolle una identidad como individuo separado de la familia e inhibe cualquier tipo de autonomía o agencia que un niño podría tener.

Enredo y trauma

Algunos consideran que el enredo en sí mismo es una forma de trauma (Gibson, 2020). Es decir, la proyección que hacen los padres de sus valores, esperanzas y necesidades sobre sus hijos puede causarles daños emocionales duraderos.

Además del daño psicológico que puede causar el estar en una relación enredada, crecer en una familia enredada también puede ser un factor de riesgo para desarrollar trastorno de estrés postraumático (TEPT) después de experimentar un evento traumático (Karatzias et al., 2016). Es posible que sea el modelo disfuncional de nosotros mismos y del mundo lo que contribuya a esta relación.

En la primera infancia, desarrollamos un sistema para comprender el mundo conocido como esquema. Si crecemos en una familia enredada, es probable que desarrollemos un esquema desadaptativo. Es decir, internalizamos la falta de autonomía e individualidad y basamos nuestros modelos del mundo en esta internalización. Luego nos apoyamos en los esquemas que desarrollamos de niños para ayudarnos a enfrentar las experiencias traumáticas. Por ejemplo, si desarrollamos un esquema en el que nos vemos capaces y resilientes, tal vez seamos más capaces de sanar y crecer en respuesta a eventos adversos. Por otro lado, si crecimos en una familia enredada y desarrollamos un esquema en el que somos frágiles y vulnerables, no tenemos las herramientas cognitivas necesarias para ayudarnos a enfrentarnos a la situación y, por lo tanto, tenemos más probabilidades de desarrollar TEPT (Price, 2007).

Enredos y límites

Los límites se pueden definir como los límites y expectativas que establecemos con los demás y que nos ayudan a sentirnos seguros y completos (Tawwab, 2021). Por ejemplo, imagina que tienes un amigo que te llama constantemente a altas horas de la noche solo para charlar, lo que interrumpe tu sueño, algo que es importante para ti. Si le dices a tu amigo que llamar tan tarde no es un comportamiento aceptable porque infringe algo que valoras, has establecido un límite.

Los límites son una parte importante de nuestra identidad y sentido de autonomía (Tawwab, 2021). Nos ayudan a distinguirnos de los demás. En una relación enredada, nuestros límites son porosos y nuestro sentido de identidad se ve comprometido.

El enredo en las relaciones románticas

El enredo es un fenómeno que puede darse en muchos tipos de relaciones, incluidas las relaciones románticas (Frost y Forrester, 2013). La base del enredo es la misma independientemente del tipo de relación. Es decir, al igual que en el contexto de una familia, el enredo en las relaciones románticas se refiere a un patrón de comportamiento en el que los límites entre dos individuos se vuelven difusos o inexistentes.

Las consecuencias de una relación romántica enredada son similares a las de una familia enredada, pero pueden manifestarse de forma ligeramente diferente. A continuación, se presentan algunos ejemplos de cómo el enredo afecta a las personas que forman parte de una relación romántica.

Pérdida de identidad individual

Las parejas enredadas pueden tener dificultades para mantener una idea clara de sus identidades individuales. Pueden enfrascarse tanto en la relación que pierdan contacto con sus propios intereses, metas personales y límites.

Unión constante

Las parejas en conflicto suelen pasar demasiado tiempo juntas. Pueden tener dificultades para estar separadas y sentirse ansiosas o…