Sesgo de retrospección: definición, ejemplos y cómo evitarlo

Sesgo de retrospección: definición, ejemplos y cómo evitarlo

Aprenda sobre el sesgo de retrospectiva o el efecto “lo sabía desde siempre” y las implicaciones que puede tener en nuestras vidas.

Estos son ejemplos de sesgo de retrospección. Todos somos culpables de esto en algún momento. Tenemos una tendencia natural a querer sentir que entendemos mejor las cosas de lo que realmente entendemos. A veces incluso tenemos estas creencias para algo casi imposible de predecir, como el juego. Pero, ¿por qué nuestra mente funciona así? ¿Qué problemas puede causar? En este artículo, describiremos cómo funciona el sesgo de retrospección, sus efectos perjudiciales, por qué todos somos susceptibles a él y cómo evitarlo.

Antes de continuar leyendo, si eres terapeuta, entrenador o emprendedor del bienestar, asegúrate de obtener nuestro curso gratuito. Libro electrónico sobre el crecimiento empresarial y el bienestar para obtener consejos de expertos y recursos gratuitos que le ayudarán a hacer crecer su negocio exponencialmente.​​​​​​​​​​

¿Es usted terapeuta, entrenador o emprendedor del bienestar?

Agarra nuestro Libro electrónico gratuito Para aprender cómo
¡Haga crecer su negocio de bienestar exponencialmente!

Ahorre cientos de horas de tiempo Gane más $ más rápido
Aumente su credibilidad Ofrezca contenido de alto impacto

¿Qué es el sesgo de retrospección? (Una definición)

El sesgo de retrospección es nuestra tendencia, después de que ocurre un evento, a sobrestimar el grado en que podríamos haberlo predicho (APA, 2023). Dicho de otro modo, creemos que sabíamos que algo iba a suceder desde el principio, incluso si en realidad no teníamos idea de antemano. Nuestro conocimiento actual influye en nuestro recuerdo de lo que creemos que sabíamos antes, y nos resulta difícil ignorarlo (Bernstein et al., 2007).

También puede que lo veas como «determinismo progresivo». Este es más un tipo de sesgo de retrospección. Después de que obtenemos conocimiento de un resultado, el determinismo progresivo es esa sensación de que las cosas tenía que suceda de esta manera. La creencia de que el resultado era inevitable o predeterminado se “infiltra” gradualmente en tu mente. (Nestler et al., 2008)

¿Por qué es malo el sesgo de retrospección?

A primera vista, puede parecer que el sesgo retrospectivo es inofensivo. ¿Y qué pasa si creemos que usted predijo el resultado de un partido de béisbol cuando en realidad no lo hizo? Pero puede tener consecuencias más graves, especialmente para la toma de decisiones. A continuación, se indican algunos problemas potenciales:

  • Exceso de seguridad – El sesgo de retrospección puede hacer que sobreestimemos nuestra capacidad de predicción. Cuando crees que sabes más de lo que sabes, es menos probable que busques información para fundamentar tus decisiones. Esto puede llevarte a tomar decisiones arriesgadas. Más adelante hablaremos más sobre esto.
  • Malentendidos – Puede contribuir a la aparición de conceptos erróneos sobre las causas de los acontecimientos pasados. Si creemos que sabíamos algo desde el principio, pasamos por alto las complejidades e incertidumbres de una situación. Esto puede dar lugar a una simplificación excesiva de la causa y el efecto. Tendemos a ver una única causa para un resultado y descuidamos otros factores contribuyentes y explicaciones razonables (Roese y Vohs, 2012). Esto puede dar lugar a una culpa injusta por los malos resultados y, una vez más, a malas decisiones.
  • No aprender de los errores – Cuando creemos saber por qué los acontecimientos sucedieron como sucedieron, no vemos la necesidad de examinar nuestro proceso de razonamiento. Esto perjudica nuestra capacidad de evaluar el pasado y aprender de él. Un estudio descubrió que los participantes que recurrían al sesgo retrospectivo tenían menos probabilidades de aprender de sus errores y más probabilidades de repetirlos en el futuro (Roese y Vohs, 2012).
  • Distorsión de la memoria – Los estudios demuestran que el sesgo de retrospección puede cambiar el recuerdo que tienes de tu predicción antes de conocer el resultado. Tener una memoria imprecisa está relacionado con otros sesgos, como el sesgo de confirmación, el sesgo de creencia y el sesgo de anclaje. Además, a veces la distorsión de la memoria nos lleva a creer que obtuvimos información de una fuente más confiable de la que realmente lo hicimos. Por ejemplo, puedes pensar que escuchaste algo en las noticias cuando en realidad te lo dijo un amigo (Calvillo, 2012). Estos efectos nunca son buenos para tomar decisiones efectivas.

Causas del sesgo de retrospección

Existen tres causas principales del sesgo de retrospección. La primera es cognitiva, lo que significa que involucra procesos mentales. La segunda es metacognitiva, que tiene que ver con la facilidad de comprensión. La tercera es motivacional. Tenemos una motivación para ver el mundo como ordenado y predecible y para vernos a nosotros mismos como inteligentes y conocedores (Roese y Vohs, 2012).

Causas cognitivas del sesgo de retrospección: procesos relacionados con la memoria

  • Distorsión de la memoria – Esto ocurre cuando solo recordamos cosas que respaldan lo que sabemos que es verdad. O incluso modificamos lo que recordamos para que los resultados de los acontecimientos tengan más sentido para nosotros. Esto está relacionado con la necesidad de ver el mundo como algo ordenado y predecible.
  • Actualización de conocimientos – Esta es nuestra tendencia a combinar información nueva con lo que ya sabemos. Por ejemplo, una vez que conocemos el resultado de un partido de fútbol, ​​automáticamente relacionamos esa información con cosas que ya sabíamos sobre las estadísticas de los jugadores y el rendimiento de los entrenadores. Esto refuerza lo que ya sabíamos y solidifica la creencia de que el partido tenía que resultar como resultó. Pero es menos probable que veamos información incoherente.
  • Dando sentido – Se trata de nuestro deseo de encontrar razones para los resultados. Tendemos a buscar razones simples para entender por qué algo sucedió de la manera en que sucedió. Simplificamos en exceso la causa y el efecto en nuestra búsqueda por dar sentido a causas de resultados que de otro modo serían aleatorias o complicadas e interconectadas. Es una especie de «atajo mental» para facilitar el procesamiento de la información.

Metacognición y sesgo de retrospección

El término metacognición se refiere a pensar sobre los pensamientos en sí mismos. El sesgo de retrospección hace que parezca fácil encontrar argumentos para respaldar un resultado. Esta facilidad de razonamiento hace que parezca que los eventos eran fácilmente previsibles o que era seguro que sucedieran. He aquí un ejemplo. En un estudio, se pidió a un grupo de participantes que pensaran dos razones para un resultado, y a otro grupo se le pidió que pensara diez razones. Como es mucho más fácil pensar dos razones, este grupo mostró un sesgo de retrospección mucho mayor. Se sentían más seguros de que habrían sido capaces de predecirlo (Roese y Vohs, 2012).

Motivaciones del sesgo de retrospección

Dos motivaciones contribuyen al sesgo de retrospección: la previsibilidad y la autoestima.

  • Necesidad de previsibilidad – Debido a nuestra necesidad de creer que el mundo es seguro y predecible, tendemos a subestimar el papel del azar y la casualidad en los acontecimientos. Puede resultar amenazador saber que a veces las cosas suceden sin motivo alguno, solo como resultado del azar. El orden nos ayuda a sentirnos en control y más seguros.
  • Ego/Autoestima – En pocas palabras, decirte a ti mismo que podrías haber predicho lo que otros no hicieron, o incluso crear un falso recuerdo de que… hizo predecir un resultado nos hace sentir confiados y seguros de nosotros mismos (algo que todos queremos más). También existe presión social para parecer inteligente y competente.

Cómo evitar el sesgo de retrospección

Es difícil evitar el sesgo de retrospección. Un estudio concluyó que, incluso cuando se les dijo a los participantes que ignoraran un resultado, no pudieron hacerlo (Henriksen y Kaplan, 2003). Pero algunas cosas pueden ayudar a reducir sus efectos.

  • Consideremos lo opuesto – Al considerar cómo las cosas podrían haber resultado de manera diferente, nos apegamos menos a lo que sucedió y nos abrimos más a las posibilidades. (Roese y Vohs, 2012).
  • Examinar los datos – Cuando tenga más información, podrá obtener una visión más completa de los factores que contribuyeron a una decisión o resultado.
  • Busque otras perspectivas – Obtener perspectivas diferentes a las suyas puede ayudarle a tomar decisiones más equilibradas e informadas.
  • Registre su proceso de decisión en un diario – Registrar tus pensamientos y predicciones antes de saber el resultado es una buena manera de comprobar los hechos una vez que sabes lo que sucedió. De esta manera, no puedes «cambiar» inconscientemente tu memoria.
  • Centrarse en el proceso de toma de decisiones En lugar del resultado – Esto ayuda a identificar áreas de mejora. ¿Recopiló información y consideró alternativas? ¿Por qué la decisión tenía sentido en ese momento?

Ejemplos de sesgo de retrospección en la historia

  • La crisis de los misiles cubanos – Después de la Crisis de los Misiles de Cuba en 1962, muchas personas afirmaron que la solución de la crisis era inevitable, pero eso no tiene en cuenta el hecho de que la situación era extremadamente tensa e incierta en ese momento y que las decisiones tomadas por los líderes de ambos lados tuvieron un impacto significativo en el resultado.
  • 11 de septiembre – Después de los ataques del 11 de septiembre, algunas personas afirman constantemente que se podría haber previsto y que parecía inevitable antes de que ocurriera, pero no hubo advertencias creíbles ni informes de inteligencia con información sobre la escala y el alcance de los ataques.
  • La crisis financiera de 2008 – Después del desplome del mercado, muchos expertos afirmaron que lo habían visto venir, pero pocos predijeron la naturaleza y la gravedad de la crisis (Anderman, 2009).

Ejemplos de sesgo de retrospección en la vida

  • Éxito – Cuando tenemos éxito, solemos atribuirlo a nuestras acciones o talentos y pensamos: “Sabía que triunfaría”. Pero, en realidad, la suerte o las ventajas que nos dieron podrían haber jugado un papel importante.
  • Elecciones – Nuestra memoria de las predicciones electorales suele verse afectada por el sesgo de retrospección. En un estudio, se pidió a los participantes que predijeran el porcentaje de votos que recibirían los candidatos y que luego recordaran su predicción una vez finalizadas las elecciones. El 88 % de los participantes recordaba que sus predicciones estaban más cerca del resultado de lo que realmente estaban (Chen et al., 2019).
  • Relaciones – Cuando una pareja se separa, es posible que nos encontremos pensando “Sabía que esto no iba a durar”. Incluso es posible que seas capaz de dar las señales de advertencia desde el principio de la relación que juras haber visto, pero antes de la ruptura no expresaste ninguna preocupación.
  • Eventos deportivos – Después de asistir a un juego o partido, insistes en que sabías quién iba a ganar desde el principio, incluso si el juego estaba reñido o era impredecible.
  • Bolsa de valores – Después de una subida o caída del precio de las acciones, la gente a menudo afirma que sabían que iba a suceder, aunque no puedan presentar ninguna información concreta que haya llevado a su predicción.

Experimentos de sesgo de retrospección

Se han realizado miles de estudios sobre el sesgo de retrospección desde que el psicólogo Baruch Fischoff informó por primera vez sobre el fenómeno en 1975. Los experimentos de sesgo de retrospección suelen ser de dos tipos. El primero implica comparar predicciones entre dos grupos, uno que conoce el resultado y otro que no. El otro implica pedir a las personas que predigan un resultado y luego recuerden su predicción después de conocer el resultado ((Roese y Vohs, 2012)A continuación se muestra un ejemplo de cada uno:

  • Califica el resultado – En este experimento, se pidió a los participantes que leyeran relatos de acontecimientos históricos o casos clínicos. Luego se les dieron varios resultados y se les pidió que calificaran la probabilidad de cada uno de ellos. Sin embargo, a un grupo se le dijo cuál era el resultado antes de que lo calificaran, mientras que al otro grupo no se le dijo. Los participantes del grupo que conocía el resultado calificaron sistemáticamente ese resultado como más probable, pero el otro grupo no lo hizo.….