Sesgo etnocéntrico en psicología (ejemplos + soluciones) –

El etnocentrismo es un concepto que ha dado forma a las sociedades y las interacciones humanas durante siglos. Desempeña un papel importante en cómo los individuos perciben e interactúan con personas de diferentes orígenes culturales. Estudiar el etnocentrismo es esencial ya que nos ayuda a comprender tanto la unidad como las divisiones dentro y entre las sociedades, fomentando una comprensión más profunda de las diversas culturas del mundo.

Etnocéntrico es un término utilizado para describir cuando las personas juzgan otras culturas basándose en los estándares de su propia cultura, generalmente de una manera en la que su propia cultura se ve mejor.

En este artículo, exploraremos las raíces históricas del etnocentrismo, profundizaremos en teorías relevantes y examinaremos sus impactos en el mundo actual. A través de varios estudios de caso y ejemplos, pretendemos arrojar luz sobre la importancia de abordar el etnocentrismo y fomentar la comprensión y la apreciación de la diversidad cultural.

¿Qué hace que alguien sea etnocéntrico?

El etnocentrismo es la creencia de que la propia cultura, grupo étnico o nación es fundamentalmente superior a los demás.

Es como usar gafas teñidas con los colores de nuestra propia cultura y tradiciones. A través de estos lentes, juzgamos y evaluamos otras culturas basándonos en nuestras propias normas, valores y estándares, y a menudo los encontramos inferiores o extraños.

Cuando decimos que alguien es etnocéntrico, significa que la persona juzga principalmente a otros grupos según los estándares y costumbres de su propia cultura. Es posible que no estén abiertos a comprender y aceptar la diversidad de diversas culturas, lo que puede dar lugar a interpretaciones erróneas y conflictos.

Raíces del etnocentrismo

1) Crianza y Medio Ambiente

La educación y el entorno de una persona juegan un papel importante en la configuración de sus puntos de vista. Si alguien crece en una comunidad homogénea con poca exposición a diferentes culturas, podría desarrollar puntos de vista etnocéntricos.

2) Falta de educación y conciencia

La educación abre las mentes a la diversidad y la inclusión. La falta de educación y conciencia sobre las diferentes culturas puede hacer que una persona sea más propensa al pensamiento etnocéntrico.

3) Miedo a lo desconocido

Los humanos tienden a temer lo que no comprenden. Este miedo puede hacer que alguien forme opiniones sesgadas y estereotipos sobre personas de otras culturas, alimentando puntos de vista etnocéntricos.

4) Necesidad de identidad y pertenencia

Las personas tienen una necesidad fundamental de pertenecer e identificarse con un grupo. Esta necesidad puede hacerlos ferozmente leales a su propia cultura y menos tolerantes con los demás, lo que lleva a actitudes etnocéntricas.

Etnocentrismo versus etnocéntrico

Si bien estos términos están relacionados, tienen diferentes aplicaciones. «Etnocentrismo» es el concepto o creencia de que la propia cultura es superior, mientras que una persona que sostiene tales creencias se describe como «etnocéntrica».

En otras palabras, el etnocentrismo es el sistema de creencias, y ser etnocéntrico es tener esas creencias.

Comprender qué hace que alguien sea etnocéntrico es esencial para fomentar la tolerancia y la inclusión. Es importante ser consciente de las influencias de la crianza, la educación, el miedo y la necesidad de pertenencia en nuestra percepción de los demás. Al hacerlo, podemos desafiar nuestros prejuicios, aceptar la diversidad y construir un mundo más armonioso.

Historia del etnocentrismo

Etnocentrismo en las civilizaciones antiguas

Egipto

En la antigüedad, los egipcios consideraban su tierra como Kemet, la «tierra negra», que simbolizaba la fertilidad y la prosperidad. Se creían el pueblo elegido de los dioses y acuñaron su territorio como el “centro del mundo”.

Los que no eran egipcios eran percibidos como muy inferiores, a menudo etiquetados como “bárbaros” o “habitantes del desierto”.

Esta perspectiva etnocéntrica permitió a los egipcios construir una identidad fuerte y distinta, fomentando avances en el arte, la ciencia y la arquitectura. Sin embargo, también provocó una sensación de aislamiento y conflictos ocasionales con civilizaciones vecinas como los nubios y los hititas.

Grecia

Los antiguos griegos son conocidos por sus contribuciones a la filosofía, las artes y la política. Sin embargo, tenían puntos de vista etnocéntricos y a menudo clasificaban a los no griegos como «bárbaros», un término que se pensaba imitaba los idiomas incomprensibles hablados por los extranjeros.

Este etnocentrismo fue evidente en la cultura helenística, donde los ideales y estilos de vida griegos se consideraban la cúspide de la civilización. Las ciudades-estado como Atenas y Esparta mostraron desdén por las culturas no griegas, considerándolas incivilizadas e inferiores.

Estas actitudes influyeron en las políticas exteriores griegas y en las interacciones con entidades vecinas como Persia y Macedonia, lo que a menudo condujo a guerras y disputas territoriales.

Porcelana

China, con su antigua y rica historia, se concebía a sí misma como el “Reino Medio”, que representaba el centro de la civilización y la cultura. Otras naciones y pueblos eran vistos como periféricos, subordinados e incultos.

Esta perspectiva etnocéntrica contribuyó a la larga herencia cultural, los avances tecnológicos y la filosofía de China. Sin embargo, también resultó en períodos de aislacionismo, resistencia a la influencia extranjera y conflictos con estados vecinos como los mongoles y los xiongnu.

Etnocentrismo en la era de la exploración

Colón y los nativos americanos

La llegada de Cristóbal Colón a América en 1492 marcó el inicio de una era turbulenta para los pueblos indígenas.

Colón y sus seguidores, respaldados por los monarcas españoles, veían a las poblaciones nativas como “salvajes” y paganos, carentes de las llamadas normas civilizadas de las sociedades europeas.

Esta perspectiva etnocéntrica sirvió como justificación para la colonización, las conversiones forzadas al cristianismo y la explotación de los pueblos indígenas y sus recursos.

La introducción de enfermedades europeas, junto con el trabajo forzoso y la supresión cultural, dejó un impacto perjudicial y duradero en las sociedades nativas americanas, moldeando la trayectoria de las historias de los continentes.

Colonización europea de África y Asia

La Era de la Exploración vio a potencias europeas como Portugal, España, Gran Bretaña y Francia aventurarse en África y Asia, impulsadas por motivos de comercio, expansión territorial y conversiones religiosas. Las culturas indígenas de estos continentes eran frecuentemente vistas como primitivas, exóticas e inferiores.

El etnocentrismo jugó un papel fundamental en el establecimiento del dominio colonial, donde la creencia de los europeos en su superioridad cultural, religiosa y racial justificaba una gobernanza severa, la explotación de recursos y la esclavización de las poblaciones locales.

La imposición de valores, idiomas e instituciones europeos tuvo consecuencias socioeconómicas, políticas y culturales a largo plazo, moldeando la dinámica de los estados poscoloniales y desatando luchas por la identidad y la autonomía.

La lucha por África

A finales del siglo XIX se produjo una forma intensificada de etnocentrismo durante la lucha por África. Las potencias europeas, impulsadas por ambiciones imperialistas y un sentido de superioridad racial, se dividieron el continente entre ellas, sin tener en cuenta las diversidades étnicas, lingüísticas y culturales de las sociedades africanas.

La Conferencia de Berlín de 1884-1885, que formalizó la partición, personificó el etnocentrismo europeo, ya que no estuvo presente ningún representante africano.

Las fronteras arbitrarias trazadas y la imposición de sistemas de gobernanza ajenos sembraron semillas de conflictos étnicos, disparidades económicas e inestabilidad política, cuyas ramificaciones aún son evidentes en el África contemporánea.

Aislacionismo japonés

Japón, durante el período Edo (1603-1868), adoptó una política de Sakoku (país cerrado), limitando la influencia extranjera y prohibiendo el comercio internacional. Esta postura aislacionista surgió del deseo de preservar la cultura y las tradiciones japonesas y evitar la propagación del cristianismo.

Los japoneses consideraban su tierra única y superior, y a menudo se referían a ella como la «Tierra de los Dioses». Si bien este punto de vista etnocéntrico contribuyó a la paz interna y al florecimiento cultural, también condujo al estancamiento tecnológico y obstaculizó las relaciones internacionales hasta la Restauración Meiji en 1868.

A lo largo de la historia, el etnocentrismo ha sido una fuerza poderosa que ha dado forma a civilizaciones, influenciado en las relaciones internacionales y dejado marcas indelebles en las sociedades. En civilizaciones antiguas como Egipto, Grecia y China, las opiniones etnocéntricas fomentaron el desarrollo y la identidad culturales, pero también provocaron aislamiento y conflictos.

La Era de la Exploración y la posterior era colonial vieron una manifestación intensificada de etnocentrismo, con las potencias europeas y Japón imponiendo sus valores e instituciones a los pueblos subyugados, lo que tuvo consecuencias socioeconómicas, políticas y culturales duraderas.

Comprender los contextos históricos y las manifestaciones del etnocentrismo proporciona información esencial sobre su presencia duradera y sus impactos en el mundo cada vez más interconectado y diverso de hoy.

Teorías del etnocentrismo

Relativismo cultural

El relativismo cultural es la perspectiva de que todas las creencias, costumbres y éticas son relativas al individuo dentro de su propio contexto social. En otras palabras, lo “correcto” y lo “incorrecto” son específicos de cada cultura; Lo que se considera moral en una sociedad puede considerarse inmoral en otra.

El relativismo cultural fomenta la apertura de mente y la aceptación, ayudando a las personas a comprender que diferentes sociedades han desarrollado diferentes soluciones a los problemas universales que enfrentan los humanos.

Desafía el etnocentrismo al promover la idea de que ninguna cultura es superior o inferior a otra, fomentando así el respeto y la comprensión mutuos. Esta teoría es importante en el mundo globalizado de hoy, ya que facilita el diálogo y la cooperación internacionales, rompiendo barreras de prejuicios y parcialidades.

La aplicación del relativismo cultural permite a los antropólogos, sociólogos y a la población en general apreciar las diversas culturas en sus propios términos, reduciendo las evaluaciones etnocéntricas de las normas y prácticas culturales.

Ayuda a reconocer la amplia gama de expresiones culturales y resalta la importancia de la diversidad cultural. Sin embargo, también plantea interrogantes sobre los derechos humanos universales y las normas morales, lo que genera debates sobre la tolerancia cultural y el relativismo ético.

Ejemplo de relativismo cultural

Un ejemplo de relativismo cultural son las variadas prácticas dietéticas en todo el mundo. Comer carne de res es común en muchas culturas occidentales, pero se considera ofensivo en las culturas hindúes. Asimismo, el consumo de carne de cerdo está prohibido en las tradiciones islámica y judía.

El relativismo cultural nos enseña a comprender estas diferencias dentro de su contexto cultural, promoviendo la tolerancia y el respeto por las diversas formas de vida.

Teoría de la identidad social

La teoría de la identidad social, desarrollada por los psicólogos Henri Tajfel y John Turner en la década de 1970, propone que los individuos se categoricen a sí mismos y a los demás en varios grupos. Estas categorizaciones afectan los pensamientos, sentimientos y comportamientos hacia los miembros tanto del dentro del grupo (nosotros) como del exogrupo (ellos), lo que a menudo conduce a prejuicios y discriminación.

Esta teoría es fundamental para explicar cómo se desarrolla y persiste el etnocentrismo. Destaca los procesos psicológicos que subyacen al favoritismo dentro del grupo y al menosprecio hacia el exogrupo, ilustrando por qué los individuos pueden exhibir comportamientos etnocéntricos.

Comprender la teoría de la identidad social proporciona información sobre los conflictos intergrupales, los prejuicios y la formulación de estereotipos, lo que ayuda a desarrollar intervenciones para reducir la discriminación y promover la armonía social.

La Teoría de la Identidad Social se ha aplicado en diversos campos como la sociología, la psicología y las ciencias políticas para comprender…