Teoría del Manejo del Terror (Definición + Ejemplos) –

La teoría del manejo del terror (TMT) es una teoría psicológica convincente que profundiza en cómo los humanos lidian con su miedo a la mortalidad. Arraigada en el trabajo fundamental de Ernest Becker, esta teoría aclara cómo nuestro conocimiento de la inevitabilidad de la muerte moldea nuestras creencias, valores y comportamientos culturales. Ofrece ideas sobre por qué formamos vínculos profundos con ciertas ideas y grupos, por qué diferentes visiones del mundo pueden amenazarnos y las fuerzas impulsoras detrás de nuestras acciones en situaciones desafiantes. Comprender la teoría del manejo del terrorismo proporciona una comprensión más profunda tanto de nuestra naturaleza como de la de quienes nos rodean.

La teoría del manejo del terrorismo (TMT) es una teoría psicológica desarrollada por los psicólogos Sheldon Solomon, Jeff Greenberg y Tom Pyszczynski en la década de 1980. Afirma que los humanos tienen un miedo innato a la muerte, lo que los lleva a crear valores y creencias culturales como mecanismos de defensa psicológica para afrontar este miedo.

Definición de TMT

La teoría del manejo del terror (TMT) es un área de investigación psicológica que explora cómo los humanos afrontan el miedo a la muerte. Fue acuñado por primera vez por los psicólogos sociales Jeff Greenberg, Tom Pyszczynski y Sheldon Solomon en 1986. TMT sostiene que las personas tienen una ansiedad natural ante la muerte porque es inevitable y desconocida.

Esta ansiedad puede llevar a negar y evitar pensar en la mortalidad, un proceso llamado «manejo del terror». Hace que las personas desarrollen estrategias de afrontamiento, como buscar seguridad, formar relaciones y esforzarse por alcanzar el éxito para sentirse seguros y controlar sus miedos.

El principio fundamental detrás de la TMT sugiere que cuando las personas se enfrentan a recordatorios de su mortalidad, es más probable que adopten visiones culturales del mundo, proporcionándoles una sensación de seguridad y significado en la vida. Por ejemplo, después de estar expuestas a pensamientos o imágenes relacionadas con la muerte, es más probable que lo habitual que las personas demuestren un mayor patriotismo o devoción religiosa que de otro modo no estarían presentes sin el recordatorio.

Esto demuestra cómo la cultura nos reconforta al entendernos a nosotros mismos dentro de un contexto más amplio más allá de nuestras propias vidas, permitiéndonos cierto control sobre nuestro destino incluso después de nuestra muerte.

Además, los investigadores sugieren que utilicemos varios mecanismos de defensa como el humor o la agresión hacia quienes desafían nuestras creencias cuando nos enfrentamos a recordatorios sobre la mortalidad para protegernos de la angustia existencial causada por la conciencia de la inevitabilidad de la muerte; Demostrar aún más cómo la teoría del manejo del terror ayuda a explicar por qué existen ciertos comportamientos en la sociedad a pesar de no tener ningún propósito funcional obvio aparte de ayudar a las personas a afrontar emocionalmente la idea de morir algún día.

Fundamentos históricos

La teoría del manejo del terror (TMT) tiene sus raíces intelectuales en el trabajo fundamental del antropólogo cultural Ernest Becker durante la década de 1970. En su influyente libro, «La negación de la muerte», Becker postuló que el miedo a la mortalidad es la principal fuerza impulsora detrás del comportamiento humano. Creía que nuestra conciencia de nuestra muerte inevitable crea una ansiedad fundamental y, para afrontarla, los humanos construyen sistemas simbólicos y visiones culturales del mundo que proporcionan significado, importancia y la posibilidad de una inmortalidad simbólica o literal. Estas construcciones, ya sea que se manifiesten como religión, arte o normas sociales, sirven como amortiguadores para mitigar el miedo paralizante a nuestra desaparición.

Sobre la base de las ideas innovadoras de Becker, en la década de 1980, Tom Pyszczynski, Sheldon Solomon y Jeff Greenberg desarrollaron estos conceptos en un modelo psicológico social más refinado conocido como teoría de la gestión del terrorismo. Esta teoría sigue siendo ampliamente influyente y utilizada en la actualidad.

La resonancia y aceptación de la TMT en los círculos académicos se puede atribuir a su naturaleza interdisciplinaria, que se basa y contribuye a la psicología evolutiva, la antropología, la sociología, la filosofía, la literatura, la política, la teología y la psicoterapia. Numerosos estudios de investigación sugieren que la gestión del terrorismo influye profundamente en los comportamientos cotidianos, especialmente en los procesos de toma de decisiones. Por ejemplo, una observación recurrente es que cuando se enfrentan a recuerdos de la mortalidad, los individuos tienden a intensificar su apego a sus valores culturales, un fenómeno denominado «defensa de la cosmovisión».

Conciencia de la muerte

TMT postula que la conciencia de la muerte es un rasgo exclusivamente humano. Este reconocimiento consciente de la mortalidad influye profundamente en nuestras creencias, instituciones sociales y comportamientos. En un animal preparado por la evolución para evitar la muerte, esta conciencia crea un estado cognitivo-emocional que los teóricos de la TMT denominan «terror». Nuestras diversas estrategias para enfrentar y amortiguar este terror representan nuestros intentos de gestionarlo.

Sin estrategias de gestión eficaces, la intrusión persistente de la conciencia de la muerte puede eclipsar las experiencias positivas de la vida e incluso acelerar nuestra mortalidad.

Una observación tangencial pero que invita a la reflexión en el ámbito de la conciencia de la muerte proviene de la investigación neurocientífica. Según los estudios, cuando una persona muere (según la causa), puede experimentar varios minutos de actividad cerebral residual. Uno de esos estudios de 2017 señaló que la actividad cerebral persistía en algunos pacientes incluso después de que sus corazones se habían detenido, y ciertos individuos exhibían ondas cerebrales durante hasta 10 minutos después de dejar de fumar. Curiosamente, estas ondas gamma, generalmente relacionadas con la recuperación de la memoria, insinúan un posible proceso de recuperación de la memoria que ocurre en el umbral de la muerte.

Si bien estos hallazgos profundizan principalmente en la naturaleza fisiológica de la muerte, sin darse cuenta subrayan el énfasis de la TMT en nuestra profunda relación con la mortalidad. El potencial recuerdo cerca de las puertas de la muerte plantea preguntas convincentes sobre cómo nuestras experiencias de vida, creencias y el espectro inminente de la muerte se entrelazan, enriqueciendo aún más el discurso sobre TMT y sus implicaciones en el comportamiento humano.

Cosmovisiones culturales

Para gestionar el terror innato a la mortalidad, la TMT sugiere que las sociedades humanas han elaborado y adoptado visiones culturales del mundo. Estas visiones del mundo abarcan diversos sistemas de creencias políticas, científicas, religiosas y filosóficas diseñadas para confrontar y mitigar la ansiedad derivada de la muerte física y simbólica. Las cosmovisiones culturales gestionan el terror de las siguientes maneras:

  1. Proporcionar a la realidad un sentido de significado: Al respaldar una visión cultural compartida del mundo, los miembros de la sociedad convergen en creencias mutuas sobre qué actividades se consideran significativas. Por ejemplo, mientras que en las sociedades occidentales la caridad o el servicio civil pueden verse como una actividad significativa que se extiende más allá de la propia vida, en otras culturas honrar a los antepasados ​​o cumplir roles familiares puede tener un peso similar.
  2. Estándares de valor: Los componentes de una cosmovisión cultural, como la moral y la ética, sirven como criterios de valor, otorgándonos un marco comunitario que mitiga el terror a la muerte. En algunas culturas orientales, por ejemplo, el énfasis confuciano en el deber y la armonía social ofrece un contrapunto a las visiones del mundo individualistas que valoran los logros personales.
  3. Esperanza de inmortalidad: Cada cosmovisión cultural fomenta la esperanza, ya sea una creencia en la inmortalidad física, como la idea de la reencarnación que prevalece en las creencias hindúes y budistas, o la inmortalidad simbólica. La inmortalidad simbólica se manifiesta en esfuerzos como la arquitectura, la escritura o los descubrimientos científicos. Al contribuir a un legado o una narrativa más amplia, los individuos se esfuerzan por que su esencia perdure más allá de su desaparición física. Un elemento central de la noción de esperanza de toda cosmovisión es la fe en un propósito o entidad mayor que uno mismo, asegurando que la vida de uno conserve significado y significado más allá de los confines terrenales.

Diferentes culturas o sociedades han cultivado sus visiones del mundo únicas en respuesta al dilema existencial de la muerte:

  • Religiones orientales: Conceptos como 'Samsara' en el hinduismo o el ciclo de nacimiento, muerte y renacimiento en el budismo ofrecen perspectivas únicas sobre la muerte y el más allá. Estas creencias proporcionan un marco para comprender la mortalidad y guían a sus seguidores sobre cómo vivir una vida significativa.
  • Religiones occidentales: El cristianismo, el islam y el judaísmo, entre otros, ofrecen a los creyentes la esperanza de una vida futura, ya sea en el cielo, el paraíso o el mundo venidero. Estas creencias dan forma a los comportamientos cotidianos, los códigos morales y los rituales en torno a la muerte.
  • Visiones del mundo seculares: En sociedades más seculares, hay un enfoque pronunciado en crear legados, promover el conocimiento humano o contribuir al progreso social para enfrentar la mortalidad.

Validación consensuada

Para que las visiones culturales del mundo funcionen eficazmente, los individuos dentro de una sociedad deben creer en la importancia y el valor compartidos de estas visiones. Por ejemplo, si uno escribe un libro o defiende una creencia en una vida futura, busca seguridad de que esos esfuerzos y creencias valen la pena y tienen significado.

Sin embargo, dado que no existe un estándar objetivo fuera de estas visiones culturales del mundo para validar tales significados, los individuos inherentemente dependen unos de otros para su afirmación. TMT denomina a este refuerzo mutuo de creencias compartidas validación consensual, que constituye un eje en la formación y el sustento de la autoestima.

Los grupos sociales sirven como plataformas donde los individuos convergen para respaldar y validar las creencias de los demás, reforzando la autoestima y gestionando eficazmente las ansiedades existenciales. La importancia de la validación consensuada se hace evidente cuando se cuestiona:

  1. Colisiones culturales: Cuando alguien de un origen cultural interactúa con otro con una visión del mundo contrastante, sus creencias fundamentales pueden ser cuestionadas. Por ejemplo, un individuo religioso devoto podría sentirse amenazado o desorientado cuando se encuentra con un ateo que niega rotundamente la existencia de una vida futura.
  2. Cambios generacionales: Las generaciones más jóvenes podrían cuestionar o rechazar las creencias y valores de sus predecesores, lo que generaría tensiones dentro de las familias o comunidades. El auge del secularismo en sociedades tradicionalmente religiosas es un ejemplo notable.
  3. Exposición a medios alternativos: En la era de la información digital, las personas están constantemente expuestas a perspectivas alternativas, lo que a veces puede conducir a una crisis de creencias o de identidad. Alguien que lea un artículo persuasivo o vea un documental puede empezar a dudar de creencias arraigadas desde hace mucho tiempo.

Cuando se tambalea el fundamento de la validación consensual, puede generar sentimientos de alienación, actitud defensiva o incluso hostilidad. Ésta es la razón por la que los debates sobre creencias profundamente arraigadas pueden volverse tan intensos; no son sólo discusiones sobre opiniones, sino desafíos a la visión del mundo de un individuo, que está estrechamente ligada a su autoestima y seguridad existencial. Si las visiones del mundo dejan de proporcionar la validación consensuada necesaria, los individuos pueden sentirse a la deriva y cuestionar el propósito y el significado de sus acciones.

Construcciones hipotéticas de TMT

Los psicólogos que estudian la teoría del manejo del terrorismo han construido tres hipótesis centrales para la validación empírica de la teoría: prominencia de la mortalidad, amortiguación de la ansiedad y acceso a pensamientos relacionados con la muerte.

Prominencia de la mortalidad

En su investigación empírica, los teóricos del manejo del terrorismo han desarrollado varias técnicas para evocar el terror. Prominencia de la mortalidad se refiere a recordar la conciencia de la propia mortalidad y finitud. Los investigadores han utilizado la prominencia de la mortalidad para llevar sus teorías al campo del estudio empírico evocando terror y midiendo las respuestas de los participantes a los estímulos.

Por ejemplo, cuando se les recuerda la muerte, las personas valoran castigos más severos para aquellos que transgreden los códigos morales de su visión del mundo, muestran…