Estímulo Próximo (Definición + Ejemplos) –

Las cosas no siempre son lo que parecen, influenciadas no sólo por las perspectivas físicas sino también por nuestros estados internos. Por ejemplo, ver un objeto desde un ángulo puede presentar una «imagen» completamente diferente a la de otro, de forma muy parecida a cómo un estado de ánimo alegre hace que la misma situación parezca más positiva que cuando estamos tristes.

La iluminación juega un papel importante, similar a cómo la claridad de nuestros pensamientos puede iluminar u oscurecer nuestras percepciones. De manera similar, así como los objetos en nuestro campo de visión pueden impedirnos ver el panorama completo, nuestras emociones actuales y nociones preconcebidas pueden filtrar o alterar nuestra percepción de la realidad.

Esta interacción multifacética entre factores externos e internos moldea constantemente nuestra comprensión e interpretación del mundo.

Y, sin embargo, el objeto sigue siendo el mismo. Si estamos familiarizados con este objeto, podemos cerrar los ojos e imaginarlo tal como es, incluso si los estímulos próximos nos cuentan una historia diferente.

¿Qué es un estímulo proximal?

Para procesar un objeto, nuestros receptores sensoriales deben tomar información de ese objeto y enviarla al cerebro para su procesamiento. La información que captan nuestros receptores sensoriales se llama estímulo proximal.

Ejemplo de estímulo proximal

Por ejemplo, podemos mirar un libro abierto y ver las páginas en las que está abierto. El objeto real, el estímulo distal, consta de muchas más palabras que las que vemos. Sin embargo, los receptores sensoriales sólo pueden medir y procesar las palabras de la página o el estímulo proximal.

Podrías estar diciendo que incluso cuando veo un libro cerrado, sé que hay palabras dentro. Llegaré a eso más tarde.

Estímulo proximal versus distal

Sabemos que los receptores sensoriales pueden ser incapaces de asimilar todo lo relacionado con el objeto o verlo tal como es. Un objeto en su forma adecuada se llama estímulo distal. Cuando hablamos del estímulo proximal, suele ser el estímulo distal.

Si «proximal» significa inmediato o cercano, «distal» significa lejano o separado. Estos términos a menudo se contrastan entre sí (por ejemplo, cuando se habla de “factores de riesgo proximales” o “factores de riesgo distales”).

Esta publicación de Reddit profundiza en la diferencia entre los dos y proporciona referencias en libros de texto comunes que exploran estímulos proximales y distales.

Estímulos próximos en diferentes sentidos

Cada sentido utiliza diferentes receptores para medir y procesar estímulos proximales. La retina, por ejemplo, contiene millones de fotorreceptores que captan la visión de estímulos proximales.

El Órgano de Corti es el receptor sensorial del oído. Está ubicado dentro de la cóclea y contiene «células ciliadas» que reciben información del estímulo proximal.

Las células receptoras olfativas son responsables de “oler” el estímulo proximal. Estas células están ubicadas en la parte posterior de la cavidad nasal.

Los diferentes receptores gustativos de las papilas gustativas procesan el dulzor, el amargor, etc., de los estímulos proximales.

Por último, pero no menos importante, los receptores del tacto se encuentran por toda la piel.

Precisión del estímulo proximal frente al distal en diferentes sentidos

En cuanto a algunos sentidos, hay muy poco que diferencie el estímulo proximal del distal. Los psicólogos creen que el tacto, por ejemplo, es bastante sencillo. Si tocamos físicamente un objeto, estamos lo suficientemente cerca como para entender qué es.

Pero las cosas se complican un poco cuando hablamos de visión. Piensa en ver un objeto desde lejos. No siempre parece ser lo que realmente es. La orientación del objeto influye en gran medida en la diferencia entre los estímulos proximales y distales.

Otras características que cambian el estímulo proximal incluyen el tacto, el equilibrio, la luz y la posición del objeto.

Constancia: nuestra mente puede “llenar los espacios en blanco” con estímulos próximos

Digamos que ves a tu gato desde lejos. El ángulo en el que se sienta no deja ver la cola ni las patas traseras del gato. Pero esto no le causa ninguna preocupación. Sabes que esas patas traseras y colas todavía están ahí.

Este fenómeno se llama constancia perceptiva. Tu percepción de tu gato no cambia, aunque no puedas ver sus patas traseras ni su cola. En el pasado, has podido procesar la idea de cómo es tu gato. Este proceso adicional es clave para “ver” a su gato, incluso si los estímulos proximales le brindan una “imagen” diferente de su gato.

Existen diferentes tipos de constancia, incluida la constancia de forma, ligereza y tamaño.

Invariantes

Esto no sólo le sucede a los objetos que conoce. Supongamos que ve la parte delantera de un automóvil acercándose a usted por una carretera desierta. Sin pensarlo mucho, tu mente asume que el auto tiene una parte trasera y que es un objeto cerrado.

O, para ponerlo en otro sentido, digamos que escuchas el sonido de un automóvil acercándose. Sin pensarlo, sabes que hay un coche cerca (o en camino).

Durante este proceso, la mente capta estímulos próximos. El sistema visual procesa estímulos y reconoce que es un coche. Luego, tu mente crea una representación mental de los estímulos distales, el coche.

Y eso, amigos míos, es percepción.

La mente puede jugarnos una mala pasada fácilmente, pero también puede ayudarnos cuando las cosas no parecen ser lo que parecen. A medida que aprenda más sobre percepción y psicología, comprenderá lo fascinante y complicada que es la mente.