Olvido motivado (¡ejemplos!) –

La memoria puede ser algo complicado. Ciertos acontecimientos de nuestra infancia pueden permanecer en nuestra memoria durante mucho tiempo. Los recuerdos aleatorios pueden surgir cuando nos encontramos con un determinado olor, escuchamos un nombre o sin ningún motivo. Los recuerdos pueden volver a nosotros y luego olvidarse de nosotros en un instante.

Pero ¿qué pasa con el olvido? Muy pocas personas recuerdan todo lo que les pasó. Olvidamos lo que estamos haciendo cuando entramos en una habitación. Otras veces lo olvidamos porque bebimos demasiado. A medida que envejecemos, es posible que olvidemos cosas grandes y pequeñas.

¿Qué pasaría si nuestra mente decidiera olvidar ciertas cosas? ¿Qué pasaría si, por razones obvias o desconocidas, estuviéramos motivados a olvidar ciertas situaciones?

Algunas partes de esta idea son controvertidas entre los psicólogos. Otros son más aceptados. En este vídeo, exploraremos diferentes tipos de olvido motivado, cómo podría funcionar y si puedes recuperar los recuerdos que has olvidado. La memoria es algo complicado, pero comprenderla en el contexto de cómo el cuerpo y la mente enfrentan el trauma ilustra por qué algunos recuerdos perduran y otros no.

¿Qué es el olvido motivado?

El olvido motivado es el proceso de olvidar recuerdos intencionalmente, de forma consciente o inconsciente. Estos dos procesos funcionan de forma ligeramente diferente, pero tienen el mismo objetivo en mente. Cuando nuestra mente olvida recuerdos de forma intencionada, suele hacerlo para reducir la ansiedad o determinadas conductas impulsivas.

Quizás no queramos revisitar un recuerdo traumático una y otra vez. Algunos psicólogos sugieren que nos involucramos en el olvido motivado como una forma de despojarnos de ciertas partes de nuestra identidad a las que quizás no queramos aferrarnos. Esto no siempre funciona, pero nuestras mentes no son perfectas.

Olvidar recuerdos conscientemente se llama supresión. El proceso en el que olvidamos inconscientemente los recuerdos se llama represión. Ambos tipos de olvido son mecanismos de afrontamiento.

Supresión

La supresión, o el acto de olvidar conscientemente los recuerdos, se introdujo en la psicología aproximadamente una década antes de que Sigmund Freud comenzara a hablar de la represión. Friedrich Nietzsche creía que la represión era la forma en que la mente avanza en la vida. Fue la primera persona en referirse al olvido motivado como un mecanismo de afrontamiento o un «mecanismo de defensa». Los psicólogos que hoy aceptan la idea del olvido motivado continúan identificando este proceso como un mecanismo de defensa que se realiza con la intención de autoconservación.

Represión

Las ideas de represión y olvido motivado no son nuevas en psicología. Sigmund Freud introdujo la idea de represión a principios del siglo XX. Creía que ciertos recuerdos, pensamientos y sentimientos estaban reprimidos inconscientemente en el fondo de nuestra mente. A menudo, utilizó ejemplos de incesto o abuso sexual, creyendo que los recuerdos reprimidos de estos eventos aún persistían en nuestro subconsciente e influyeban en nuestro comportamiento como adultos. A través del psicoanálisis, Freud creía que podía descubrir estos recuerdos reprimidos y curar varios tipos de neurosis.

¿Qué es cierto respecto del olvido motivado?

Nietzsche fue un filósofo de finales del siglo XIX. El trabajo de Freud ha sido ampliamente cuestionado y muchas facetas han sido rechazadas rotundamente por la comunidad psicológica. Entonces, ¿dónde nos deja eso con el olvido motivado?

Bueno, depende de a quién se le pregunte. Desde principios del siglo XX, ha habido cierta discusión sobre el olvido motivado y su relación específica con el trauma. El olvido motivado se vinculó comúnmente con el trastorno de estrés postraumático. Hay investigadores que han estudiado los vínculos entre la agresión sexual y el olvido motivado.

Pero no todo el mundo cree que estos recuerdos se almacenan en algún lugar de la mente sólo para que la persona los descubra. Muchos psicólogos identifican vínculos «débiles» con el trauma y el olvido motivado. Otros creen que cuando estos recuerdos se “recuperan”, simplemente se los coacciona o se los inventa mientras el psicólogo y el paciente trabajan juntos. Muchos psicólogos simplemente admiten que no sabemos por qué algunos recuerdos se olvidan y otros se quedan con nosotros.

¿Por qué no tenemos una respuesta? Parte de la razón tiene que ver con la forma en que los psicólogos investigan la motivación del olvido. Otra parte de la razón son las ideas sobre la represión y la represión que potencialmente se contradicen entre sí.

La supresión lleva tiempo (y no siempre tiene sentido)

La definición misma de supresión es la idea de que olvidamos conscientemente los recuerdos. Muchos psicólogos cuestionan el éxito de este proceso basándose únicamente en el sentido común. Pensemos en la famosa escena de Comienzo, cuando el personaje de Joseph Gordon-Levitt dice: “Les digo: 'No piensen en elefantes'. ¿Qué piensa usted acerca de?» La respuesta obvia a esa pregunta es «elefantes». Esta escena no habla del olvido motivado, pero habla de una contradicción en la supresión.

Los primeros psicólogos que hablaban de supresión creían que un paciente necesitaba un plan para suprimir un recuerdo que, en última instancia, condujera a suprimir el recuerdo, cualquier cosa que rodeara el recuerdo y el plan para suprimir el recuerdo mismo. Esto puede llevar mucho tiempo si funciona. Después de todo, no revisitamos los recuerdos simplemente para olvidarlos.

Investigación sobre el olvido motivado

La única manera de saber con certeza si la represión o la represión funciona es mediante la investigación. La investigación sobre el olvido motivado es complicada. Es difícil saber la “verdad” sobre lo que alguien experimentó, especialmente cuando sólo se trabaja con ese paciente en particular. Es difícil descubrir motivaciones inconscientes. ¡Una persona que ha olvidado intencionalmente un recuerdo, consciente o inconsciente, puede no ser consciente de que ha pasado por el proceso en absoluto!

Además, influyen muchos factores en lo que alguien recuerda sobre un evento y en si tenía la intención de olvidar un recuerdo. Tal vez realmente olviden un recuerdo debido a la falta de sueño, el estrés, sustancias controladas en el cuerpo u otros factores que contribuirían a la pérdida de memoria en torno a eventos menos traumáticos.

Muchos estudios recientes sobre este fenómeno se llevan a cabo a corto plazo, aunque a menudo no abordan el trauma personal. La ética del estudio del olvido motivado también influye en la dificultad de investigar este fenómeno. ¿Qué tan ético es resurgir el trauma de un paciente por el bien de la investigación, potencialmente volviendo a traumatizarlo en el proceso? ¿Cómo pueden los investigadores alejarse del sesgo mientras trabajan para “descubrir” el recuerdo del paciente sobre un evento traumático? A medida que la ética en la investigación adquiere una mayor prioridad entre los psicólogos actuales, los estudios sobre el olvido motivado pueden llevar más tiempo o requerir más creatividad.

Simplemente hay muchas cosas que intervienen en la comprensión de la memoria: cómo simplificamos los recuerdos, cómo les damos forma a medida que los recordamos y dónde “almacenamos” realmente nuestros recuerdos. Dentro de toda esta investigación, nos acercamos más a comprender si podemos olvidar intencionalmente ciertos recuerdos de nuestra vida y cómo.

El olvido como mecanismo de afrontamiento (con un terapeuta)

Quizás estés leyendo sobre el olvido motivado porque quieres olvidar un recuerdo. Tal vez hayas pasado por algo traumático y no quieras que las imágenes, los olores o los pensamientos asociados con ese recuerdo te lastimen una y otra vez. Desafortunadamente, no tengo una receta mágica para el olvido motivado que puedas utilizar para deshacerte del recuerdo y volver a la vida antes del incidente traumático.

Ciertos psicólogos pueden argumentar que evitar u olvidar activamente los recuerdos hace que el trauma continúe afectando su estado de ánimo y su comportamiento. Los defensores de la terapia cognitivo-conductual (TCC), por ejemplo, piden a sus pacientes que afronten sus recuerdos traumáticos cuando sea apropiado. A través de ejercicios simples o hablando juntos sobre el trauma, el terapeuta y el paciente pueden ayudar a aliviar las emociones ligadas al recuerdo en la mente del paciente. El recuerdo no se olvida, pero cuando se recuerda, el paciente no se siente inundado de pena, ira, humillación o todas las demás emociones intensas que acompañan a ese recuerdo.

Cómo fortalecer tu memoria

Quizás estés leyendo esto, no porque quieras olvidar recuerdos, sino porque quieres recordarlo todo. No querrás guardar recuerdos inconscientemente en tu almacenamiento a largo plazo. Un profesional de la salud mental también puede ayudarle en este proceso. Pero existen muchas prácticas que pueden ayudarte a conservar los recuerdos que creas y mantenerlos intactos en tu mente. Si te comprometes a tener una memoria fuerte, ya estás dando el primer paso para llenar tu mente con todas las imágenes, olores y sensaciones que experimentas a lo largo del día.

Mantenerse sano

Ocho horas de sueño, una dieta saludable que respalde el funcionamiento del cerebro y una reducción del consumo de alcohol y sustancias controladas pueden ayudar a su cerebro a almacenar los recuerdos que ha creado a lo largo del día. Los recuerdos se colocan en la memoria a largo plazo durante el sueño REM o profundo. ¡Cuanto más profundo duermas, más recordarás!

Mantenerse activo

Hacer ejercicio con regularidad puede ayudar a tu memoria por varias razones: ¡te mantiene saludable y reduce el estrés! El estrés excesivo puede ponerlo en el mismo modo de “luchar o huir” que puede experimentar durante un trauma o situaciones que preferiría olvidar. ¡Mantener tu mente tranquila y concentrada te dará más espacio para almacenar recuerdos y mantenerte saludable!

Hable con su proveedor de atención médica

Los trastornos del estado de ánimo, los tratamientos para los trastornos del estado de ánimo y los medicamentos se han relacionado con la pérdida de memoria. Si está tomando medicamentos y experimenta una memoria más débil de lo habitual, comuníquese con su proveedor de atención médica. Es posible que un médico pueda decirle por qué sus medicamentos específicos están afectando su memoria.