Signos Patológicos del Mentiroso (Definición + Cuestionario) –

Mentir es un comportamiento humano complejo. A veces se hace para proteger los sentimientos de alguien; otras veces, puede hacerse para beneficio personal. Pero, ¿qué sucede cuando mentir va más allá de una mentira ocasional y se convierte en una forma de vida?

La mentira patológica a menudo se define como un patrón habitual y duradero de decir falsedades que pueden no tener ningún motivo o beneficio aparente. Las mentiras dichas pueden variar desde las ligeramente exageradas hasta las totalmente inventadas y, a menudo, no tienen ningún propósito inmediato o aparente.

¿Por qué debería importarle comprender los signos de la mentira patológica? Por un lado, el impacto de la mentira patológica no se limita únicamente al mentiroso; se extiende a todos los que los rodean. Puede arruinar relaciones, provocar pérdidas de empleo e incluso tener consecuencias legales. Reconocer las señales a tiempo puede ayudarle a protegerse y tal vez incluso ayudar al mentiroso a buscar tratamiento.

¿Qué es la mentira patológica?

La mentira patológica es un concepto que va mucho más allá de las mentiras y mentiras piadosas que la gente podría decir ocasionalmente. Imagínese a alguien que miente casi por reflejo, donde el límite entre la verdad y la mentira se difumina constantemente.

A diferencia de esas pequeñas «mentiras piadosas» que podrías decir para evitar herir los sentimientos de alguien, la mentira patológica es una forma de deshonestidad más grave y persistente. Es un comportamiento que ha desconcertado a psicólogos, médicos e incluso expertos legales durante años.

Mientras que un niño puede mentir acerca de haber limpiado su habitación para evitar meterse en problemas, o un adulto puede mentir acerca de por qué llega tarde al trabajo, los mentirosos patológicos se comportan de manera engañosa con frecuencia, a menudo sin una buena razón. Este tipo de mentira se diferencia de la mentira estándar en su frecuencia, espontaneidad y su naturaleza a menudo contraproducente.

Algunos expertos han propuesto criterios de diagnóstico específicos para la mentira patológica, aunque no se reconoce universalmente como un trastorno de salud mental distinto. Sin embargo, muchos psicópatas, sociópatas y narcisistas mienten patológicamente.

Los mentirosos patológicos mienten más que ocasionalmente; mienten casi compulsivamente. Dicen mentiras que pueden parecer creíbles al principio pero que a menudo se desmoronan al ser analizadas. Pero si se acostumbran tanto, puede resultar incluso difícil darse cuenta a través de su lenguaje corporal si están mintiendo, ¡porque incluso ellos podrían empezar a creerlo!

En muchos casos, los mentirosos patológicos experimentan dificultades para realizar un seguimiento de sus mentiras, lo que genera inconsistencias cuando se cuestionan sus historias. Se convierte en un ciclo agotador de cubrir una mentira con otra, lo que puede ser agotador mental y emocionalmente no sólo para el mentiroso sino también para las personas que lo rodean.

Aunque la mentira patológica no está oficialmente clasificada como un trastorno independiente en los manuales de diagnóstico como el DSM-5, a menudo se ve junto con otros trastornos psicológicos. Algunos psicólogos sostienen que debería catalogarse como un trastorno del control de los impulsos, similar a la cleptomanía o la piromanía.

Ejemplos de mentiras patológicas y cómo detectarlas

  1. Mentir: «Me gradué como el mejor de mi clase en Harvard».
    Sugerencia de detección: Preguntar por profesores o clases específicas; busque inconsistencias en la historia o consulte los registros de exalumnos.
  2. Mentir: «Yo solía ser un atleta profesional».
    Sugerencia de detección: Verifique si hay registros públicos o artículos de noticias; Solicite aspectos destacados de su carrera específicos que deberían ser fáciles de verificar.
  3. Mentir: «Nunca he llegado tarde al trabajo».
    Sugerencia de detección: haga referencias cruzadas con registros de empleo o hable con compañeros de trabajo para verificar la validez del reclamo.
  4. Mentir: «Tengo un hermano gemelo».
    Sugerencia de detección: Pregunte por fotos o nombres, o por qué nadie ha conocido ni oído hablar de este gemelo.
  5. Mentir: «Estaba hablando por teléfono».
    Sugerencia de detección: Pregunte sobre el contexto de la conversación y por qué estarían hablando con esa celebridad. Busque inconsistencias.
  6. Mentir: «Salvé la vida de alguien durante el fin de semana».
    Sugerencia de detección: Presione para obtener más detalles. Si la historia suena descabellada o carece de detalles concretos, podría ser mentira.
  7. Mentir: «Obtuve un cinturón negro en kárate».
    Sugerencia de detección: Pregunte por el nombre de su instructor o el lugar donde entrenó. Un verdadero cinturón negro tendría detalles específicos y consistentes.
  8. Mentir: «Hablo seis idiomas con fluidez».
    Sugerencia de detección: Pídales que hablen en esos idiomas o describan en detalle su proceso de aprendizaje.
  9. Mentir: «Solía ​​​​trabajar para la CIA».
    Sugerencia de detección: Esta afirmación es difícil de verificar debido a la naturaleza secreta del trabajo, pero las inconsistencias o la vaguedad pueden ser reveladoras.
  10. Mentir: «Escribí un libro superventas con un seudónimo».
    Sugerencia de detección: Solicite detalles específicos sobre el libro, como su trama o personajes. Compruebe si hay derechos de autor o información de publicación.
  11. Mentir: «Gané un Premio Nobel pero lo mantuve en secreto».
    Sugerencia de detección: Los premios Nobel son públicos y fácilmente verificables. Simplemente busque la lista de ganadores.
  12. Mentir: «Soy dueño de varias casas en todo el mundo».
    Sugerencia de detección: Solicite direcciones o fotografías. Si es posible, haga referencias cruzadas de la información.
  13. Mentir: «Nunca he dicho una mentira».
    Sugerencia de detección: Esta es una señal de alerta en sí misma; Todo el mundo ha mentido sobre algo en algún momento.
  14. Mentir: «Estoy relacionado con».
    Sugerencia de detección: Pregunte sobre la historia familiar y cómo rastrearon este linaje. Si es posible, haga referencias cruzadas con registros genealógicos conocidos.
  15. Mentir: «He vencido al cáncer dos veces.»
    Sugerencia de detección: Si bien es delicado, solicitar detalles como médicos o planes de tratamiento puede brindar oportunidades de verificación.

El estudio de la mentira patológica

El término «mentira patológica» se remonta a una publicación alemana de Anton Delbrück en 1891. Delbrück era un médico alemán intrigado por los pacientes que exhibían un patrón extremo de mentira compulsiva, muy alejado de lo que se veía comúnmente en la mayoría de las personas.

Esta publicación marcó uno de los primeros intentos académicos de comprender esta forma de engaño. Desde entonces, la mentira patológica ha sido objeto de estudio en psicología, psiquiatría y criminología.

Aunque el concepto existe desde hace más de un siglo, sigue siendo un tema de debate entre los profesionales. Una de las razones de esto es el desafío de establecer un punto de referencia de diagnóstico que pueda aplicarse universalmente.

Las primeras teorías sobre la mentira patológica se centraban en el psicoanálisis, centrándose en el pasado de un individuo y los motivos psicológicos subyacentes. A lo largo de los años, han surgido otras teorías que incorporan factores sociales, cognitivos e incluso biológicos. Este interés interdisciplinario muestra la complejidad del tema.

A pesar de su larga historia, el término sigue siendo ambiguo debido a la falta de consenso sobre su definición, sus causas y su impacto. Se han desarrollado varias escalas y pruebas para identificar mentirosos patológicos, pero ningún método ha sido aceptado universalmente.

Teorías sobre la mentira patológica

Dada la complejidad del comportamiento y la psicología humanos, no sorprende que múltiples teorías intenten explicar la mentira patológica. Profundicemos en algunos de los más destacados.

Teoría psicoanalítica: Arraigada en las obras de Sigmund Freud, la teoría psicoanalítica sugiere que mentir podría ser un mecanismo de defensa para hacer frente a conflictos internos, que a menudo se remontan a experiencias tempranas de la vida. Los traumas infantiles, la negligencia o los estilos de crianza inconsistentes podrían desencadenar el hábito de mentir como una forma de escapismo o como mecanismo de afrontamiento.

Teoría cognitiva: Aquí la atención se centra en los procesos mentales detrás de la mentira patológica. Según los teóricos cognitivos, los mentirosos patológicos pueden tener una percepción distorsionada de la realidad. Pueden mentir como una respuesta impulsiva, sin procesar completamente los posibles resultados o consecuencias. Esta teoría a menudo considera la idea de que la mentira patológica se puede desaprender mediante la terapia cognitivo-conductual u otras formas de intervención.

Teoría sociocultural: Los teóricos socioculturales sostienen que los factores ambientales juegan un papel importante. En una sociedad donde la mentira a veces puede ser recompensada (pensemos en el periodismo sensacionalista, los reality shows de televisión o las personas influyentes en las redes sociales que exageran para obtener opiniones), algunas personas podrían verse alentadas a mentir para ganar atención, fama u otras recompensas sociales.

Factores biológicos: Algunas investigaciones sugieren que la mentira patológica puede tener una base neurológica. Aunque la investigación se encuentra en sus primeras etapas, algunos estudios señalan anomalías en las estructuras o funciones cerebrales de los mentirosos habituales. También se están realizando investigaciones sobre si podría haber una predisposición genética a la mentira patológica, aunque aún no se han encontrado pruebas concluyentes.

Mitos y conceptos erróneos sobre la mentira patológica

El ámbito de la mentira patológica está plagado de malentendidos. Aquí hay algunos mitos que es necesario desacreditar:

  • Siempre saben que están mintiendo: Un error común es pensar que los mentirosos patológicos siempre son conscientes de sus mentiras. La realidad tiene más matices. Algunos mentirosos patológicos quedan tan atrapados en sus mentiras que comienzan a creerlas, borrando la línea entre sus mentiras y la realidad.
  • Siempre son manipuladores: Si bien algunos mentirosos patológicos usan mentiras para manipular a otros, este no es siempre el caso. Algunos mienten impulsivamente, sin previsión, o incluso en situaciones en las que la verdad les sería más útil.
  • son malas personas: Etiquetar a un mentiroso patológico como «mala persona» simplifica demasiado una cuestión compleja. Muchos luchan con problemas psicológicos subyacentes que requieren atención médica. Si bien el comportamiento puede ser perjudicial, a menudo es sintomático de problemas más graves y tratables.

Al disipar estos mitos, podemos abordar el tema de la mentira patológica con una comprensión más matizada, que tenga en cuenta la naturaleza multifacética de este comportamiento.

Diagnóstico de mentira patológica

El papel del DSM-5

El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) a menudo se considera la Biblia del diagnóstico psiquiátrico. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la mentira patológica no está reconocida oficialmente como un trastorno de salud mental independiente en el DSM-5.

En cambio, a menudo se clasifica bajo síntomas de trastornos de la personalidad como el trastorno límite de la personalidad, el trastorno de la personalidad antisocial o el trastorno narcisista de la personalidad.

Algunos expertos sostienen que esta falta de clasificación puede obstaculizar un tratamiento eficaz porque minimiza la gravedad y el impacto de la mentira patológica tanto en el individuo como en sus relaciones.

Otros, sin embargo, creen que la mentira patológica se entiende mejor como un síntoma de otros problemas psicológicos más abarcadores que como un trastorno en sí mismo.

Herramientas de evaluación

No existe una prueba única y definitiva para diagnosticar a alguien como un mentiroso patológico. Los métodos de evaluación más comunes son las evaluaciones psicológicas y las entrevistas realizadas por profesionales de la salud mental. En algunos casos, se puede utilizar una serie de cuestionarios y autoinformes para evaluar el alcance y el impacto del comportamiento mentiroso.

Las entrevistas clínicas a menudo se centran en la frecuencia, los desencadenantes y las consecuencias de mentir, así como en las emociones que la acompañan, como la culpa o la ansiedad. El objetivo es crear un perfil integral que pueda ayudar a identificar cualquier trastorno o problema subyacente que pueda estar contribuyendo a la mentira patológica.

El papel de los polígrafos

Las pruebas de polígrafo, a menudo denominadas pruebas de detector de mentiras, se han utilizado en un intento de identificar el engaño. Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que las pruebas del polígrafo no siempre son fiables.

Los mentirosos patológicos pueden haberse vuelto tan adeptos a mentir que las respuestas fisiológicas normalmente asociadas con el engaño, como el aumento del ritmo cardíaco o la sudoración, no se desencadenan. Además, muchas jurisdicciones legales no aceptan los resultados del polígrafo como prueba ante los tribunales.