Lo que necesita saber — Cuidadores —

Las calabazas verde azulado comenzaron a volverse populares en 2014, cuando la organización sin fines de lucro Food Allergy Research & Education lanzó una campaña para ayudar a los niños con alergias alimentarias a disfrutar de Halloween sin sufrir reacciones.

Pero desde entonces se ha ampliado para incluir a otros niños, incluidos los de la comunidad autista.

Si eliges pintar tus calabazas de azul o no, depende de ti y de tu familia. Antes de tomar una decisión, aquí hay algunas cosas importantes que debe saber:

Los profesionales

El uso de calabazas azules podría reducir las interacciones estresantes para los niños autistas y sus familias.

Por ejemplo, si los extraños ven una calabaza azul, es posible que sepan que deben ser silenciosos, respetuosos y comprensivos con las necesidades adicionales de su dueño. Si un niño no puede decir «¡truco o trato!» Cuando lleguen a tu puerta, es posible que no sean verbales. Si no llevan disfraz, podrían tener problemas sensoriales, etc.

Para las personas que no hablan, usar algún tipo de indicador para explicar su incapacidad para hablar puede resultar útil para interactuar con los demás. A menudo, es difícil saber que alguien es autista al mirarlo, y la calabaza azul sirve como una explicación sin palabras.

Las calabazas azules también se utilizan a veces como una forma para que los hogares no autistas indiquen que son un espacio seguro para todos los niños, incluidos los que tienen discapacidades. Esto puede crear un sentido de comunidad, apoyo y aceptación para las personas autistas y sus familias.

Además, se podría animar a las personas que no saben mucho sobre el autismo a investigar más después de ver una calabaza azul en Halloween. De esta forma, utilizarlos puede generar conciencia sobre el autismo y la experiencia autista.

Los contras

Otros dicen que usar calabazas azules puede ser peligroso y dañino.

Llevar una calabaza de diferente color puede fomentar la «otredad» de los niños autistas o hacer que sean el objetivo de acosadores o depredadores.

Algunos creen que las calabazas azules son como objetivos en la espalda de los niños autistas, que pueden tener problemas de comunicación o procesamiento que los hacen más susceptibles a la manipulación y el abuso. Si no son conscientes del peligro o si confían demasiado, podría ser más seguro para ellos mezclarse en lugar de llamar la atención sobre sus diferencias.

Integrarse también podría ser más divertido para ellos. Si su hijo autista no quiere divulgar su diagnóstico a sus compañeros, o si es demasiado pequeño o no puede comunicar su consentimiento, una calabaza azul podría “dejarlo fuera” antes de que esté seguro o cómodo.

En cuanto a los adultos, quienes se oponen a las calabazas azules argumentan que todos los niños, autistas o no, merecen la misma comprensión y dulces en esta festividad. Absténgase de juzgar a otros padres y niños si cree que su comportamiento le parece extraño, en lugar de esperar que se adapten a usted.

¿Usarás una calabaza azul este año?