Ayudar a un ser querido autista a superar una crisis —

Si alguien a quien amas experimenta un colapso, puede resultar difícil saber qué hacer para brindarle apoyo; Estos consejos pueden ayudarle a comenzar.

Evalúa cómo puedes ayudar

Si la persona con la que estás puede hablar, pregúntale cómo puedes ayudar. Si no son verbales, considere usar un dispositivo CAA, comunicarse con gestos o mensajes de texto, o permanecer en silencio hasta que estén en un ambiente más cómodo.

Considera el medio ambiente

A veces, las crisis ocurren cuando no puedes llegar a un lugar cómodo, como un centro comercial o el transporte público. Esto puede resultar increíblemente perturbador para las personas autistas, especialmente si ya son hipersensibles a los estímulos abrumadores. Puede ser difícil pensar y sentir que tienes el control de tu cuerpo, y no ayuda que la gente empiece a mirarte fijamente o a reaccionar negativamente.

Llévalos a un lugar más seguro

Si el medio ambiente es parte del problema, la prioridad número uno debería ser ayudar a su ser querido autista a llegar a un lugar más seguro. Una vez eliminados los factores desencadenantes, puede concentrarse en llevar a su ser querido a un entorno sensorial agradable. Si es posible, este sería un espacio con iluminación tenue y constante, silencioso y con acceso a auriculares con cancelación de ruido, juguetes estimulantes y música que les guste. Mantener el espacio abastecido con refrigerios y bebidas saludables también puede marcar una gran diferencia.

Solo contacto consensual

A menos que la persona con la que estás te dé su consentimiento expreso para tocarla o te comunique que quiere que la toques, evita el contacto innecesario. Cuando una persona autista se encuentra en un estado de angustia tan intensa, su respuesta de lucha o huida podría desencadenarse por un contacto inesperado o no deseado.

dales tiempo para recuperar

No hay límite de tiempo ni fecha de vencimiento para las crisis autistas. Si su ser querido se encuentra en un estado de estrés prolongado, lo más solidario que puede hacer es ayudarlo a cuidarse a sí mismo. Recuérdales cuánto los amas. Haz lo que puedas para mantenerlos cómodos mientras su sistema nervioso se regula.

Practica la compasión y el altruismo.

Las crisis y sus consecuencias pueden durar mucho más de lo que a nadie le gustaría.

Es natural querer hacer tu parte para hacer felices a tus seres queridos, pero recuerda descentralizarte cuando ellos estén en crisis.

Una forma de hacerlo es simplemente estar ahí. Hay momentos en que las personas necesitan soluciones y otras veces simplemente necesitan compañía. Ser sensible acerca de qué tan bien se está “arreglando” la situación no ayuda mucho a nadie, y traer el ego a la ecuación rara vez es útil.

Presta atención a los cuidados posteriores.

Muchas personas autistas quedarán completamente exhaustas después de una crisis, y si las amas, una manera reflexiva de demostrarles que te preocupas es conseguirles artículos sensoriales (juguetes estimulantes, mantas pesadas, alimentos reconfortantes, por ejemplo) y ayudarlos a hacer tictac. tareas de sus listas de tareas pendientes.

Hablalo después de la crisis

Si quieren hablar sobre la crisis, proporcionen espacio para ello. Pregúnteles si hay algo que les hubiera gustado recibir de usted o si hay algo que podría hacer diferente la próxima vez para brindarles un mejor apoyo. Y si después quieren estar solos en la oscuridad un rato, también está bien. El descanso es diferente para cada individuo, al igual que ofrecer seguridad, pero ambos son importantes cuando se trata de cuidar a una persona autista después de una crisis.

Seguir aprendiendo

Estos son solo algunos ejemplos. Una vez que hayan pasado juntos por algunas crisis, deberían tener una mejor idea de qué ayuda y qué no. Considere la posibilidad de crear un plan de atención personalizado para ayudar en esos momentos. Esto le ayudará cuando necesite un recordatorio de qué estrategias funcionan mejor para su relación y las necesidades de sus seres queridos.