¿Es probable que el herpes genital relacionado con el embarazo aumente el riesgo de autismo?

Los hijos nacidos de madres con antecedentes de herpes genital activo durante la fase de embarazo tienen el doble de probabilidades de desarrollar trastornos relacionados con el autismo, sugiere un estudio reciente.

Los investigadores sugieren un vínculo subyacente entre el autismo y el HSV-2 durante las primeras etapas del embarazo.

La autora principal y coordinadora del estudio, Milada Mahic, radicada en Noruega, informa sus hallazgos en el estudio reciente.

¿Qué es el herpes genital?

El herpes genital es una infección de transmisión sexual causada por el HSV-2 (virus del herpes simple 2).

Millones de personas en todo el mundo se ven afectadas por el herpes genital y se observa que un promedio del 20 por ciento de los casos ocurren entre personas con antecedentes de diagnóstico previo de autismo.

Las mujeres tienen más probabilidades de contraer herpes genital que sus homólogos masculinos, y más del 20 por ciento de las mujeres en el grupo de edad de 14 a 49 años se ven afectadas por la enfermedad transmitida sólo en los Estados Unidos. Por otro lado, el herpes genital afecta al 10,6 por ciento de la población masculina media.

El equipo dirigido por Mahic cree que el virus puede acabar siendo un factor dominante en las células nerviosas. No hay un momento determinado ni indicios que puedan llevar a reconocer el virus.

El equipo destaca: «En cualquier momento dado, el HSV-2 puede estallar y activarse». Sin embargo, la inmunidad corporal juega un papel más importante en la reducción del efecto del virus durante un período de tiempo. Otros estudios también han sugerido vínculos subyacentes entre las respuestas inmunitarias del cuerpo humano a las infecciones relacionadas con el embarazo, que se considera que desempeñan un papel fundamental en el aumento del riesgo de autismo.

Sin embargo, también se considera que las respuestas inmunes maternas al virus son un factor perturbador para el desarrollo neurológico fetal. Para comprender sus hallazgos en profundidad y realizar más estudios, los investigadores tomaron muestras de sangre de 875 mujeres embarazadas y las analizaron.

Las madres participantes también se inscribieron en el estudio ABC, Autism Birth Cohort. De estos muchos participantes, se observó que 412 tenían hijos a quienes se les diagnosticó TEA, mientras que los 463 restantes dieron a luz a niños sin la afección.

Las muestras de sangre que se analizaron se recolectaron durante dos intervalos, uno a las 18 semanas de embarazo de las madres y la otra muestra al momento del parto. Los investigadores analizaron la muestra para deducir los niveles de anticuerpos contra cinco patógenos conocidos:

  • Virus de la rubéola
  • Toxoplasma gondi
  • VHS 1
  • VHS 2
  • Citomegalovirus

El equipo observó además que las madres que tenían niveles más altos de anticuerpos contra el HSV-2 en el torrente sanguíneo durante las 18 semanas de embarazo tenían el doble de probabilidades de tener hijos diagnosticados con autismo.

VHS-2 materno: ¿el autismo sólo prevalece entre los niños?

Se observó que la relación entre el VHS-2 y los anticuerpos que aumentan el riesgo de autismo prevalece entre los hijos varones, según el informe de la investigación.

Sin embargo, los autores señalan el hecho de que el estudio fue pequeño y tuvo menos mujeres diagnosticadas con la afección. El equipo señala además que no pudieron concluir si sus hallazgos eran específicos de cada sexo.

Se necesitan más estudios para comprender el vínculo subyacente entre el virus del embarazo y su correlación con el autismo. Los investigadores tienen la esperanza de que sus hallazgos allanarán caminos importantes para comprender las causas subyacentes de la afección.