10 rasgos de personalidad de carácter fuerte –

Tener una voluntad fuerte significa tener una fuerte voluntad o fuerza de voluntad. La fuerza de voluntad es el poder que te permite hacer lo que quieres hacer. ¿De dónde viene ese poder?

Proviene de la convicción de que lo que uno quiere hacer vale la pena. Cuando crea que sus deseos, metas y creencias son valiosas, es probable que los cumpla. Eso es tener una voluntad fuerte.

Las personas de voluntad fuerte hacen lo que se proponen. Los demás o sus propias emociones no los influyen fácilmente. Como era de esperar, tienen más probabilidades de triunfar que aquellos que carecen de una voluntad tan indomable.

Voluntario versus terco

Hay una delgada línea, casi inexistente, entre ser obstinado y terco. Una persona obstinada, similar a una persona de voluntad fuerte, se apega a sus ideas, opiniones y creencias.

Eso puede ser tanto bueno como malo.

Si sus ideas, opiniones y creencias son sólidas, perseguirlas obstinadamente puede ayudarle a tener éxito. Pero si no son sólidos, ser obstinado y terco puede frenarte.

Ser obstinado suele tener connotaciones positivas, pero puede conducir a la arrogancia y la rigidez. A menudo, lograr sus objetivos requiere bastante flexibilidad.

La terquedad tiene connotaciones negativas, pero perseguir obstinadamente sus buenas ideas le ayudará a alcanzar sus objetivos.

Ser obstinado y terco conlleva cierto grado de rigidez. Debe ser rígido en cuanto a ideas y creencias sólidas. Al mismo tiempo, debes estar dispuesto a cuestionar las cosas y ser más flexible.

Sin embargo, no creerás nada firmemente si eres demasiado flexible. Es poco probable que tengas metas si no crees firmemente en nada.

Por lo tanto, como siempre, el equilibrio es clave: equilibrio, rigidez y flexibilidad.

Rasgos de personalidad de carácter fuerte

Hay algunas características de personalidad que son comunes en las personas de carácter fuerte. Todos ellos emanan de tener un fuerte sentido de identidad, es decir, saber quién eres y qué quieres.

1. Confianza

Una persona segura cree que puede hacer lo que quiera. ¿De dónde viene esa creencia? Tener autoestima. ¿De dónde viene la autoestima?

La autoestima es lo mucho que te consideras a ti mismo o lo digno que crees que eres. La autoestima se construye a partir de logros, pequeños y grandes. Los pequeños logros conducen a pequeños pero significativos estallidos de autoestima, mientras que los grandes logros conducen a avances en la autoestima.

La autoestima también proviene de las creencias con las que fuiste programado por las figuras de autoridad (padres, maestros, etc.) en tu infancia.

Cuando confías en tu capacidad para hacer lo que quieres, automáticamente te vuelves más voluntarioso.

2. Asertividad

La asertividad es el arte de expresar sus ideas, opiniones, deseos, creencias y necesidades de una manera no agresiva ni sumisa.

Si no cree que es una persona valiosa con ideas valiosas, será sumiso y pasivo en su comunicación.

Si tienes demasiado miedo de que tus ideas sean rechazadas, querrás imponerlas, lo que te llevará a la agresión.

La asertividad es el punto óptimo entre la agresión y la sumisión. Las personas de voluntad fuerte creen en sus ideas y las exponen sin vacilación ni fuerza.

3. Decisivo

Cuando cree que vale la pena seguir sus ideas, no se queda sentado esperando el momento adecuado. Las personas de voluntad fuerte tienen una tendencia a la acción. Pasan rápidamente de la ideación a la ejecución.

Son proactivos porque tienen valores y objetivos claros.

4. Autosuficiencia

Las personas de voluntad fuerte, impulsadas por la convicción en sí mismas, no esperan la aprobación y validación de los demás. De hecho, lo que dicen y hacen a menudo irrita las plumas, levanta las cejas y mueve la lengua.

Pero las personas de carácter fuerte no se inmutan porque no les importa demasiado lo que los demás piensen de ellos. No buscan validación externa para sus ideas.

5. Resiliencia

La resiliencia es la capacidad de recuperarse después de los reveses. Cuando persigues algo que vale la pena, estás obligado a enfrentar obstáculos y contratiempos. Pueden ser muy desmotivadores. Mucha gente renuncia cuando las cosas se ponen difíciles.

Las personas de voluntad fuerte, sin embargo, pueden recuperarse cuando tocan fondo. Pueden hacer esto porque creen que vale la pena perseguir sus objetivos. En palabras de Nietzsche, tienen un «por qué» por el cual pueden soportar cualquier «cómo».

6. Mentalidad de crecimiento

Una de las razones por las que las personas de carácter fuerte son tan resilientes es que tienen una mentalidad de crecimiento. Las personas con una mentalidad fija creen que sus habilidades y capacidades son fijas. Quienes tienen una mentalidad de crecimiento creen que pueden aprender y mejorar cualquier cosa.

Las personas de voluntad fuerte son rígidas en cuanto a sus objetivos, pero flexibles en cuanto a los métodos para alcanzarlos. Pueden ser arrogantes y tercos con sus ideas, pero al mismo tiempo humildes y dispuestos a aprender.

7. Responsabilidad

Las personas de voluntad fuerte asumen plena responsabilidad por sus sueños y metas. Suelen tener un locus de control interno, es decir, no culpan a factores externos como el gobierno o la economía. Se hacen cargo de sus propias vidas.

8. Intencionalidad

La intencionalidad es lo opuesto a la impulsividad. Ser impulsivo es como ser una hoja en el viento. Las personas impulsivas, como las hojas, se mueven hacia donde las lleva el viento de la vida.

Por el contrario, las personas intencionales pueden controlar sus impulsos y reacciones. Lo hacen porque saben que la impulsividad puede comprometer sus metas y sueños. No son esclavos de sus emociones y pueden retrasar pacientemente la gratificación.

9. Honestidad

Las personas de carácter fuerte tienden a ser honestas consigo mismas y con los demás. Saben cuáles son sus fortalezas y debilidades. Se mantienen en sus carriles y no pretenden ser quienes no son.

10. Inspiración

Las personas de voluntad fuerte siguen buscando inspiración porque ver a otros triunfar refuerza su creencia de que ellos también pueden triunfar.

Si bien los celos son una emoción humana normal, las personas de voluntad fuerte no los experimentan de manera excesiva ni severa. Como ya creen en sí mismos, el éxito de los demás refuerza su confianza en sí mismos.

Una persona que no tiene ese tipo de confianza en sí misma se pone celosa fácil, frecuente y severamente porque el éxito de los demás desencadena sus inseguridades.