¿Qué causa la baja inteligencia emocional? –

La Inteligencia Emocional o Cociente Emocional (EQ) es la capacidad de identificar, comprender y gestionar las emociones. Personas con alta Inteligencia Emocional:

  • tener un alto nivel de autoconciencia
  • Puede comprender sus estados de ánimo y emociones.
  • puede regular sus emociones
  • puede empatizar con los demás
  • puede consolar a otros
  • puede influir en las personas
  • tener excelentes habilidades sociales

Por el contrario, las personas con baja inteligencia emocional:

  • falta de autoconciencia
  • son incapaces de comprender sus estados de ánimo y emociones
  • tienen dificultades para gestionar sus emociones
  • no puedo empatizar con los demás
  • no puedo consolar a los demás
  • no puedo influir en las personas
  • tener pocas habilidades sociales

Ejemplos de baja inteligencia emocional

La baja inteligencia emocional se manifiesta en el comportamiento cotidiano de diversas formas. Si ve la mayoría de los siguientes comportamientos en alguien, es una buena indicación de que carece de inteligencia emocional:

  • Dificultad para hablar de emociones.
  • Arrebatos emocionales regulares
  • Dificultad para aceptar críticas.
  • No pueden expresar cómo se sienten.
  • Permitir comportamientos socialmente inapropiados.
  • No poder «leer la habitación» y las señales emocionales de los demás
  • Dificultad para superar fracasos y reveses.

Causas de la baja inteligencia emocional

Esta sección explorará las causas comunes de la baja inteligencia emocional. La baja inteligencia emocional podría deberse a una condición médica como la alexitimia o el autismo. También puede ser consecuencia de una condición de salud mental o una adicción.

Sin embargo, en esta sección quiero analizar las causas de la baja inteligencia emocional en personas por lo demás normales y sanas.

1. Falta de conocimiento sobre las emociones

A la mayoría de las personas no se les enseña nada sobre las emociones. Nuestra sociedad y nuestros sistemas educativos ponen un énfasis mucho mayor en el desarrollo del cociente intelectual (CI) o la inteligencia académica de los estudiantes.

¿El resultado?

Muchas personas tienen dificultades para expresar y comprender sus emociones. No pueden nombrarlos ni señalar qué los causa, y mucho menos controlarlos.

2. Baja inteligencia intrapersonal

La inteligencia intrapersonal es la capacidad de comprender su vida interior. Las personas que están en sintonía con sus pensamientos y emociones tienden a tener una alta inteligencia intrapersonal.

La inteligencia emocional es una consecuencia natural de una alta inteligencia intrapersonal.

Cuanto más profundamente puedas mirar dentro de ti mismo, más profundamente podrás mirar a otra persona. En un nivel muy fundamental, los humanos somos iguales. Tienen los mismos miedos, esperanzas, preocupaciones y sueños.

3. Falta de práctica

No basta con saber sobre las emociones. Una vez que comprenda qué desencadena diferentes emociones en usted y en otras personas, deberá practicar la inteligencia emocional.

Como cualquier habilidad, la inteligencia emocional se puede mejorar con práctica y retroalimentación.

Digamos que se comporta de una manera socialmente inapropiada. Otros a tu alrededor se quejan de que tu comportamiento les molesta. Si tienen una alta inteligencia emocional, te dirán exactamente cómo los haces sentir.

Este es un comentario negativo para ti. Eres capaz de ver lo que hiciste mal y ponerte en su lugar. Toma nota mental de no repetir este comportamiento.

Pequeñas cosas como estas se acumulan y su inteligencia emocional mejora con el tiempo.

4. Crianza

Si creciste en una familia donde se desaconsejaba o castigaba hablar sobre las emociones, es probable que tengas una inteligencia emocional baja. Los niños copian a sus padres la mayor parte del tiempo. Si los padres manejan mal sus emociones, los niños se dan cuenta.

Muchos padres no invierten lo suficiente en la vida emocional de sus hijos. Preguntan a sus hijos sobre las calificaciones y casi nunca les preguntan cómo se sienten. Como resultado, crecen en un entorno en el que piensan que no es seguro hablar de sentimientos.

Se les deja lidiar solos con sus emociones. Al igual que sus padres, tienen poca o ninguna comprensión de sus emociones.

5. Una visión negativa de las emociones

¿Qué te viene a la mente cuando escuchas la palabra “emociones”?

Lo más probable es que la palabra tenga connotaciones negativas. Las emociones se consideran lo opuesto a la lógica, algo que nuestra sociedad valora mucho. En muchos sentidos, las emociones son lo contrario de la lógica. Cuando estamos bajo las garras de emociones fuertes, es menos probable que seamos lógicos.

Pero pero pero…

Es fácil olvidar que las emociones tienen su propia lógica. Cuando nos volvemos lógicos acerca de nuestras emociones, podemos comprenderlas y gestionarlas mejor.

Nuestra sociedad valora la lógica porque nos ha dado mucho. Hemos utilizado la lógica para comprender los fenómenos naturales y dominarlos.

Debido a que las emociones se consideran lo opuesto a la lógica, muchas personas no logran aplicar la lógica a las emociones. En lugar de tratar las emociones como cualquier otro fenómeno natural que deba entenderse a través de la razón, ignoramos las emociones como algo a lo que no se puede aplicar la lógica.

Se nos anima a esconder las emociones bajo la alfombra y tratar de ser más racionales.

La inteligencia emocional, como su nombre indica, consiste en aplicar la lógica o la inteligencia a las emociones. Ver las emociones como algo que está fuera del alcance de la lógica es una receta para una baja inteligencia emocional.

6. No ser detallista

La inteligencia intrapersonal consiste en estar orientado a los detalles de uno mismo. Es notar ligeros cambios en tu estado de ánimo y energía. Se trata de identificar qué causó esos cambios y gestionarlos.

La inteligencia emocional no consiste sólo en ser consciente de estos cambios en uno mismo, sino también en ser sensible a los pequeños cambios emocionales en los demás. Se trata de prestar atención a su lenguaje corporal, tono de voz y niveles de energía.

Estar orientado a los detalles sobre los demás le ayuda a comprenderlos mejor. Notas los pequeños cambios que ocurren en ellos y comprendes qué los causa. Desarrollar y perfeccionar esta habilidad te permite conectarte con ellos a un nivel emocional profundo.

7. Egoísmo

Los humanos están programados para ser egoístas. El egocentrismo es máximo en los niños, pero a medida que crecen, aprenden que otras personas también tienen opinión propia. Entienden que otras personas también tienen pensamientos y emociones.

Esta comprensión planta en ellos las semillas de la empatía. A medida que interactúan con más y más personas, las experiencias que tienen suelen fortalecer su empatía.

A pesar de esto, es fácil volver a nuestro yo primitivo y egoísta. Las personas con baja inteligencia emocional ignoran las necesidades y emociones de los demás. Tienen una mentalidad egoísta de ganar-perder.

Por el contrario, las personas maduras con un alto nivel de inteligencia emocional no desestiman las necesidades y emociones de otras personas. Tienen una mentalidad de ganar-ganar.

Las relaciones laborales y románticas más exitosas son aquellas en las que las personas involucradas tienen una mentalidad en la que todos ganan. Desarrollar esta mentalidad requiere el más alto nivel de inteligencia emocional.