Disminución del comportamiento agresivo asociado con el autismo

Ser padre de un niño con autismo puede resultar un desafío en muchos sentidos.

El autismo no sólo puede provocar retrasos y problemas en la comunicación y la interacción social, sino que también puede causar muchos desafíos de comportamiento. Muchos niños con autismo pueden mostrar agresividad. Esta agresión a menudo se manifiesta como arrebatos inesperados de morder, arañar, patear, golpear o destruir propiedad.

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La agresión de un individuo puede estar dirigida a sí mismo o a otros y puede asustar a todos los involucrados. Es esencial comprender que no todos los niños con autismo mostrarán agresividad. Sin embargo, para los padres que deben lidiar con los arrebatos de ira de sus hijos, a menudo surgen sentimientos de frustración, agotamiento y vergüenza.

Desafortunadamente, los comportamientos agresivos pueden crear muchos problemas adicionales para los niños con autismo, incluida una menor calidad de vida, un acceso limitado al apoyo educativo y social, mayores niveles de estrés, más problemas de comportamiento y lesiones.

Padres: no se desanimen si su hijo muestra comportamientos agresivos. Existen medidas de tratamiento y prevención que ayudarán a tu hijo que esté mostrando conductas agresivas.

Este artículo analizará en detalle el tema del comportamiento agresivo e intentará ofrecer algunas soluciones.

¿El TEA está asociado con un comportamiento agresivo?

La ira y la agresión son comunes en todos los niveles del espectro del autismo. Los niños que luchan con problemas sociales y de comunicación más importantes, y aquellos que adoptan conductas más repetitivas, tienen más probabilidades de tener problemas de regulación emocional y acciones agresivas.

Es fundamental comprender que varios problemas médicos subyacentes pueden causar o contribuir al comportamiento agresivo de un individuo con autismo. Sin embargo, cuando los problemas médicos se tratan correctamente, los comportamientos desafiantes pueden disminuir o incluso desaparecer por completo, mejorando significativamente la calidad de vida de su hijo.

Como padres, debemos comprender que el comportamiento es una forma de comunicación. En otras palabras, nuestros hijos no se hacen daño a sí mismos ni a otros a propósito. En ocasiones, muchos médicos pueden descartar el comportamiento como simplemente “parte del autismo”. Trate de recordar que nuestros hijos a menudo usan su comportamiento para comunicar que sienten dolor o no se sienten bien.

Por lo tanto, los padres deben asegurarse de que su hijo reciba un examen médico completo determinando cualquier problema médico subyacente que cause o contribuya a la agresión. Es vital que los padres de niños con autismo se familiaricen con los signos y síntomas de los problemas médicos que desencadenan la agresión, para que puedan defender eficazmente a sus hijos en entornos médicos.

¿Qué causa el comportamiento agresivo en niños con autismo?

Todo comportamiento cumple una función. A menudo, esa función es para llamar la atención, servir como información sensorial, o para obtener acceso a algo o evitar hacer algo. Por ejemplo, si un niño quiere una galleta, la pide amablemente y la obtiene, ese comportamiento le valió lo que quería. Si un padre le dice a un niño que se cepille los dientes y el niño le pregunta si puede terminar su programa de televisión primero y los padres están de acuerdo, entonces el comportamiento ayudó al niño a evitar cepillarse los dientes. Es probable que estos ejemplos de un niño que utiliza comportamientos apropiados de solicitudes educadas continúen porque funcionaron.

Pero tenga en cuenta que los niños con autismo suelen tener dificultades en otras áreas que provocan estallidos de agresión. Muchos niños con TEA no pueden comunicar eficazmente sus deseos y necesidades. Es posible que tengan sensibilidades sensoriales, lo que puede provocar una sobreestimulación, y es posible que no comprendan lo que sucede a su alrededor. Pueden volverse ansiosos rápidamente y querer escapar o evitar situaciones. Los niños con TEA pueden tener baja tolerancia a la frustración y una capacidad reducida para comprender sus propias emociones y las de los demás.

La agresión puede convertirse en su forma de comunicación porque no tienen otras herramientas a su disposición inmediata.

Reducir el comportamiento agresivo en niños con TEA

En primer lugar, si comprende las causas del comportamiento autolesivo y agresivo de su hijo con TEA, esto puede ayudarlo a aprender a controlar ese comportamiento.

¿Cómo puede observar qué desencadena el comportamiento y qué está obteniendo su hijo?
Bueno, al aceptar que el comportamiento agresivo está enviando un mensaje, corresponde a los padres determinar cuál es ese mensaje y brindarle al niño una herramienta más adecuada para transmitirlo.
Una estrategia que puede resultar beneficiosa para los padres se llama ABC del comportamiento. La “A” es el antecedente (lo que sucede antes de la conducta), la “B” es la conducta misma y la “C” es la consecuencia (lo que sucede debido a la conducta).

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En primer lugar, los padres deben definir el antecedente y fijarse en dónde ocurrió la conducta, con quién ocurrió, cuándo ocurrió, etc., siendo específico. Por ejemplo, James golpea a su hermano por la noche durante la rutina antes de acostarse. Los padres deben examinar de cerca lo que sucede inmediatamente antes del golpe. ¿Está el niño viendo un programa de televisión favorito que no quiere dejar? ¿El niño tiene miedo a la oscuridad? ¿Hay alguna razón por la que no quiere irse a la cama? Entonces los padres deberían comenzar a ajustar el antecedente. Por ejemplo, agregue el uso de un temporizador antes de la transición. Elimina la opción de ver televisión antes de dormir. Añade una luz de noche en la habitación del niño. Proporcione un artículo de preferencia para la transición durante la rutina de la hora de acostarse. El artículo más preferido puede ser un juguete, un libro, una manta, etc.

En segundo lugar, los padres deben comprender que los comportamientos abordados en la estrategia ABC son comportamientos observables. Comportamientos como golpear, morder, pellizcar, tirar, patear, etc.

En tercer lugar, la consecuencia es cómo responden los demás al comportamiento. ¿Obtuvo el niño lo que quería o evitó lo que quería? Si es así, entonces el comportamiento funcionó y la probabilidad de que lo repita es alta. Si el niño no obtuvo lo que quería debido a su comportamiento, ¿qué pasó? ¿El padre intentó redirigir al niño o ignoró el antes?

Si un niño en el espectro del autismo está utilizando la agresión como forma de comunicación, después de analizar y ajustar el antecedente y la consecuencia, si es posible, el siguiente paso es enseñarle conductas de reemplazo apropiadas. Por ejemplo, si el comportamiento objetivo es que el niño golpee a su hermano cuando no quiere jugar con él, enséñele la frase: «Necesito espacio», como una señal apropiada de que desea estar solo. Si está golpeando la puerta de la despensa cuando quiere merendar, enséñele a decir: “Quiero comer”.

Si el niño tiene dificultades verbales, cree imágenes o frases visuales que pueda usar para demostrar sus deseos y sentimientos.

Estas son sólo algunas de las muchas maneras de ayudar a darle a su hijo estrategias para superar el uso de la agresión como comunicación.

Cómo gestionar la conducta autolesiva

El comportamiento agresivo suele ser también autolesivo. Lamentablemente, las conductas autolesivas no son inusuales en los niños con autismo. Estos comportamientos pueden ser cualquier cosa, desde morder, golpear o incluso golpearse la cabeza contra las paredes.

Ver a sus hijos lastimarse es una de las peores cosas que puede experimentar como padre. Como padres, queremos protegerlos y ayudarlos a consolarlos, pero es posible que nos hagan a un lado (tal vez incluso lastimennos en el proceso) para que puedan continuar con su comportamiento.

¿Cómo pueden los padres ayudar a sus hijos con conductas autolesivas?

1. Mantenlo a salvo

Trate de garantizar que el espacio alrededor del niño sea seguro. Retire los objetos punzantes y peligrosos de las habitaciones en las que suele jugar.

2. Reúne un equipo

No intentes resolver un gran problema de conducta por tu cuenta. Haga todo lo posible para reunir un sólido equipo de apoyo formado por amigos, familiares, terapeutas y médicos.

3. ¿El niño siente dolor?

Descarte cualquier motivo físico por el cual su hijo se esté lastimando. Si se resuelve el dolor físico, esto podría reducir significativamente las conductas problemáticas.

4. Mantenga un registro

Mire la estrategia ABC. ¡Los datos son muy recomendables!

5. Prueba el calmante sensorial

Los chalecos o mantas con peso son elementos sensoriales populares para ayudar a calmar a los niños con autismo.

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6. Incrementar la comunicación

Descubra la forma de comunicación preferida de su hijo, ya sea verbal, visual u otra, y haga todo lo posible para descubrir directamente de él qué emociones o malestares físicos podrían estar contribuyendo a sus comportamientos.

Conclusión

La agresión de un individuo puede estar dirigida a él mismo o a otros y puede asustar a todos los involucrados. No todos los niños con autismo mostrarán agresión y, a menudo, el comportamiento agresivo se muestra para llamar la atención, buscar información sensorial, obtener acceso a algo o evitar hacer algo, entre otras razones.

Muchos niños con TEA no pueden comunicar eficazmente sus deseos y necesidades. Es posible que tengan sensibilidades sensoriales, lo que conduce a una sobreestimulación, y es posible que no comprendan lo que sucede a su alrededor. Pueden volverse ansiosos rápidamente y querer escapar o evitar situaciones.

En primer lugar, si conoce las causas del comportamiento autolesivo y agresivo de su hijo con TEA, esto puede ayudarlo a aprender a controlar ese comportamiento.