Es una fiesta.
Sostienes un cono de helado frente a la cara de un niño y se crea una fiesta en el cerebro. La actividad cerebral del niño se vuelve loca y no ve nada a la izquierda ni a la derecha, solo ve lo que está frente a él. Lo que algunos tal vez no sepan es que en un niño con autismo, el cerebro organiza una fiesta cuando el niño ve cosas fuera de su visión periférica.
Si sostiene un cono de helado en la visión periférica de un niño con autismo, la actividad cerebral del niño se descontrolará en comparación con si lo sostiene frente al niño en su visión central. Los estudios centrados en la actividad cerebral han demostrado que la cantidad de actividad cerebral alta que tiene un niño neurotípico cuando ve algo en su visión central es la misma cantidad de actividad cerebral alta que tiene un niño con autismo cuando ve algo periféricamente.
Descarga tu guía GRATIS en
Cómo utilizar la visión periférica para involucrar a su hijo con autismo
La mayoría de los padres anhelan comprometerse con sus hijos. Constantemente incitamos al rostro del niño directamente a la visión central para que nos mire. La mayoría de los niños girarán el cuello y la cara para mirarte, pero sus ojos se desviarán en su visión periférica. ¿Por qué? No siempre es porque el niño evita el contacto visual, sino porque el cerebro ve mejor periféricamente que centralmente.
A continuación se ofrecen algunos consejos que le ayudarán a interactuar mejor con su hijo:
1. Cuide a su hijo
Tu hijo es él mismo: recuérdalo. Un niño puede tener autismo, pero el autismo no lo tiene. Constantemente llevamos a los niños a terapias y al colegio. Estamos poniendo a los niños en nuestro mundo y en nuestros entornos. Sin embargo, si realmente queremos conectarnos o ayudar, tenemos que ingresar a su mundo. Obsérvalos cuando estén solos. Observa qué juguete les atrae, con qué juegan o qué colores eligen siempre. Vea quién es su hijo y utilícelo como puerta de entrada para interactuar con él o ella.
2. Conviértete en un niño de dos años: juego paralelo
Aquí es donde entra en juego la visión periférica. A los dos años, la mayoría de los niños no juegan con otros niños: juegan en paralelo o al lado. Tome la información que encontró observando a su hijo. Cuando su hijo esté jugando con un carrito de juguete, consiga un carrito de juguete, acceda a su visión periférica e imite exactamente la misma forma en que está jugando con el juguete actualmente.
Haga clic aquí para saber más
3. Véndelo, agrega dramatismo
Después de unos segundos de mímica, juegue usted mismo con el carrito de juguete, pero agregue dramatismo. Utilice el sensible sistema sensorial de un niño con autismo a su favor. Haz ruidos fuertes en el auto, haz que el auto se estrelle, haz volteretas o incluso deja que el auto te hable.
4. La curiosidad no mata al gato: involucra a su hijo
Todos los niños sienten curiosidad. El cerebro del niño empezará a montar una fiesta y, como todo niño, querrá el coche de juguete que tienes. En algún momento, el niño romperá la barrera entre el juego paralelo, se involucrará en tu mundo y te pondrá en su visión central. En este punto, él/ella entrará en tu mundo y tú habrás entrado en el mundo del niño.
5. Un momento divertido con una pizca de ABA
Cuando el niño quiera el juguete y hayan comenzado a jugar juntos, agregue una lección de Análisis de comportamiento aplicado (ABA) mientras juegan. Antes de que el niño pueda jugar con su auto de juguete, pídale que coloque el auto dentro de una taza, encima de una taza o en el costado de una taza. Dibuje contornos de formas con cinta adhesiva en el suelo y pídale al niño que trace los contornos con el coche o coloque el coche dentro del cuadrado/círculo/rectángulo. Lanza el auto al agua y haz un chapoteo “grande” o un chapoteo “pequeño”. El niño consigue lo que quiere y tú consigues lo que quieres. Si el niño intenta tomar su carrito de juguete y salir, rediríjalo frente a usted.
Descarga tu guía GRATIS en
Cómo utilizar la visión periférica para involucrar a su hijo con autismo
6. Disfrute de su hijo
Recuerde no olvidarse de disfrutar quién es su hijo mientras trabaja para brindarle terapias y soportar el estrés diario.
¿Cómo solucionamos este problema de visión central? Nosotros no. Como todo en la vida, fortalecemos las debilidades. Lo que quizás no te des cuenta es que estás fortaleciendo la visión central. Cuando el niño ingresa a su mundo y lo lleva a su visión central, el niño ha elegido usar la visión central. Cuando él/ella comienza a jugar contigo y le presentas la lección de ABA, estás fortaleciendo la visión central; simplemente estamos usando la visión periférica, que es la fortaleza, como puerta de entrada a su debilidad. La parte más importante y eficaz de estos pasos es que el niño elige jugar y aprender en lugar de ser obligado. El niño se siente igual a él en lugar de sentirse inferior. Esto hace que el niño sea más propenso a aprender algo de la enseñanza, ¡y es divertido!
Este artículo apareció en Número 57 – Conquistando un nuevo año
Apoye la
Esperamos que hayas disfrutado de este artículo. Para ayudarnos a crear más información útil como esta, considere comprar una suscripción a la revista .