Hay dos categorías de actividades de juego: estructuradas y no estructuradas. Pero, ¿cuál es la diferencia y cuál es más beneficioso para los niños con necesidades especiales como el autismo?
El juego no estructurado es cualquier actividad designada como “juego libre” o “tiempo libre”. Esta categoría de juego está completamente dirigida por niños, sin instrucciones de un adulto. El juego no estructurado tampoco implica ningún aspecto estratégico o de aprendizaje. Por ejemplo, que los niños canten una canción en voz alta para ver quién canta más fuerte sería un juego no estructurado.
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El juego estructurado implica actividades dirigidas por instrucciones realizadas por profesores, terapeutas, padres y más. Esta categoría de juego utiliza instrucciones y pasos específicos para lograr un objetivo de aprendizaje claro y a veces se le llama «juego con un propósito».
En comparación con el ejemplo de juego no estructurado anterior, a los niños en el juego estructurado se les puede indicar que canten juntos una canción sobre los colores. Esta actividad tiene como objetivo general aprender diferentes colores.
Beneficios del juego estructurado y no estructurado
Los beneficios del juego no estructurado incluyen:
● Fomentar la creatividad y la imaginación.
● Proporcionar libertad y control con las actividades de juego.
● Los niños aprenden sobre sí mismos (lo que les gusta y lo que no les gusta)
● Ayudar a desarrollar habilidades para resolver problemas.
● Los niños sienten menos presión cuando se cometen errores
● Fomentar habilidades sociales como escuchar, resolver problemas con compañeros y trabajar en equipo.
Los beneficios del juego estructurado incluyen:
● Desarrollar la coordinación y la fuerza.
● Aumento de las habilidades motoras finas
● Ayudar a un niño a descubrir nuevas actividades
● Aprender nuevas tareas a través de instrucciones.
● Ayudar al niño a desarrollar habilidades para tomar turnos y autorregularse
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Ahora que conoces los beneficios del juego estructurado y no estructurado, ¿cuál es mejor para los niños con autismo? Para cualquier niño, el debate entre juego estructurado y no estructurado es fácil: se trata de equilibrio. Es necesario que haya una cantidad igual de actividades de juego estructuradas y no estructuradas porque ambas ayudan al desarrollo físico, social y emocional del niño.
Los niños con autismo pueden tener dificultades para participar en actividades de juego estructuradas. Sin embargo, eso no significa que no puedan hacerlo. Simplemente, es posible que a un niño autista le lleve más tiempo comprender las instrucciones y participar con otros en comparación con un niño neurotípico.
El juego estructurado les enseña a los niños con autismo habilidades de juego como tomar turnos, compartir e interactuar socialmente, todo lo cual los niños con TEA pueden tener dificultades. También brinda a los niños autistas una actividad estructurada con reglas claras para reducir el estrés en una situación social incierta. Pero, ¿cómo se puede lograr que el juego estructurado funcione para un niño con autismo? Aunque no es necesario cambiar todo lo relacionado con la actividad de juego estructurado para adaptarla a un niño con necesidades especiales, hay algunas cosas que se deben tener en cuenta.
Consejos para organizar el juego estructurado para niños con autismo
● Recuerde, los niños con autismo suelen aprender visualmente. Es posible que necesiten fotografías de las tareas para poder comprender mejor lo que se les pide. Si desea involucrar a un niño en una actividad de juego estructurada, ¿por qué no prueba un horario visual? Un cronograma visual con una tarjeta con imágenes para cada paso describirá las reglas de una actividad para que sea más fácil de entender. Una vez que el niño complete cada tarea, retire la tarjeta con imagen de la vista para que el niño sepa que el paso está completo.
● Siga los intereses del niño para mantenerlo involucrado en un juego estructurado. Por ejemplo, si a un niño le gustan los trenes, complete rompecabezas o juegos de clasificación que incorporen trenes.
● Aproveche las fortalezas del niño. Si tiene habilidad para contar, intente incorporar números y contar en una actividad.
● Mantenga las instrucciones simples y elimine conversaciones innecesarias.
● Elija actividades de juego estructuradas que su hijo pueda realizar. Muchas actividades de juego estructurado dependen del desarrollo cognitivo del niño y de su capacidad para mantener la concentración durante el juego estructurado.
● Ayude al niño a participar en juegos apropiados redirigiendo el comportamiento inapropiado. Si el niño está golpeando bloques, redirija el comportamiento a uno apropiado, como mostrarle cómo apilar los bloques.
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Conclusión
Si bien un niño con TEA puede tener dificultades para mantenerse concentrado en un juego estructurado, pequeños ajustes en una actividad ayudarán al niño a comprender mejor lo que se espera de él. El juego estructurado les enseña a los niños límites claros, reglas y habilidades sociales esenciales para interactuar con sus compañeros. Pero el juego no estructurado le permite a un niño con autismo explorar su entorno de una manera creativa para aprender más sobre sí mismo.
Tanto el juego estructurado como el no estructurado son beneficiosos para los niños con autismo, por lo que es importante lograr un equilibrio entre ambos.
Este artículo apareció en Número 116: Mejora de las habilidades de comunicación
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