Ocho estrategias de escritura a mano para niños con autismo

A continuación se ofrecen algunas ideas sobre cómo desarrollar las habilidades de escritura a mano de su hijo autista.

La escritura a mano es crucial para el éxito en la escuela, las habilidades de comunicación y la autoestima del niño. Los niños con autismo a menudo tienen problemas de escritura, por lo que es posible que se les derive a terapeutas ocupacionales para abordar esta habilidad tan importante.

Mi nombre es Linda Craig Dennis y trabajo como terapeuta ocupacional pediátrica desde hace poco más de 20 años. Durante mi trayectoria profesional, he recibido una buena cantidad de referencias para niños con autismo. Esta población pronto se convirtió en una de mis favoritas para trabajar.

Uno de los mayores desafíos que he enfrentado al trabajar con niños autistas es ganar y mantener la atención, particularmente para tareas no preferidas como la preescritura y la escritura a mano. Acepté este desafío y mi misión fue encontrar una solución.

A partir de esta experiencia se creó el plan de estudios de preescritura Fun Strokes. Este programa fue diseñado para despertar el interés al aprender habilidades previas a la escritura y al mismo tiempo incorporar algunas de las estrategias que he encontrado efectivas al trabajar con niños con autismo.

Este artículo analizará las estrategias que suelo utilizar para abordar las habilidades de escritura a mano cuando trabajo con niños en el espectro. Por supuesto, estas estrategias no son un comodín, sino sólo algunas pautas a seguir. Cada niño es único, incluidos los niños con autismo. Se recomienda un enfoque individualizado que aproveche las fortalezas del aprendizaje cuando se trabaja con todos los niños.

Ocho estrategias para abordar las habilidades de escritura a mano

1. Empiece temprano

Trabajar en la preescritura es tan importante como leerle libros a su hijo. Proporcione mucha exposición y apoyo en esta área en un intento de combatir posibles dificultades de escritura.

Sepa cuáles son las expectativas de edad y trate de mantenerlas encaminadas o lo más cerca posible de ellas.

  • A los 12 meses deberías ver a tu hijo garabatear mientras sostiene el utensilio con un puño.
  • A los dos años, debería ver que la comprensión de su hijo madura y que los garabatos se convierten en trazos horizontales y verticales definidos.

Fomente una base sólida asegurándose de que su hijo pueda formar los trazos previos a la escritura antes de intentar escribir. En resumen, a la edad de 12 meses, debes monitorear y abordar las habilidades previas a la escritura. Estos años cruciales brindan muchas oportunidades para garabatear y luego formar formas básicas utilizando varios tipos de medios: pintura para dedos, pudín, crema batida, Play-Doh, Wikki Sticks o básicamente cualquier cosa que se te ocurra.

2. Conozca su límite

Por encima de todo, lo más importante que se necesita para que un niño progrese en cualquier cosa es la concentración. Al presentarle una tarea a su hijo, en particular una tarea novedosa, debe establecer un compromiso significativo con él. En otras palabras, su hijo debería sentirse capacitado para concentrarse en la tarea.

¿Qué significa exactamente centrarse? Es la capacidad de mantener la atención selectiva o la concentración en la tarea en cuestión mientras se ignora o filtra la información no relevante o que distrae en el entorno (McLeod, 2018). Este es el nivel de atención que produce resultados constantes en una tarea a lo largo del tiempo. Para algunos niños, esto puede ser un gran desafío.

Aquí hay algunas pautas

  • La capacidad de atención en niños con un desarrollo típico es de aproximadamente 3 a 5 minutos por año de edad (Schmitt, 2014). Si un niño tiene cuatro años, se puede esperar que asista a una tarea educativa como el reconocimiento de letras durante aproximadamente 12 a 20 minutos.
  • La capacidad de atención suele ser mayor para una actividad preferida, como jugar un videojuego, mirar un vídeo en un iPad o dondequiera que resida el interés del niño.
  • La capacidad de atención puede ser significativamente menor para una actividad que es extremadamente difícil para el niño. Aquí es cuando es importante ofrecer un nivel personalizado de desafío y otros medios de apoyo que despierten un mayor interés.

3. Encuentre el desafío «perfecto»

Es muy importante no abrumar al niño con ninguna exigencia de tarea. Asegúrese de brindar la oportunidad de lograr cierto éxito. En otras palabras, asegúrese de que el niño pueda realizar una parte de la tarea. Encuéntrelos donde están y luego agregue un poco de desafío.

Por ejemplo, si trabaja en la formación de letras, elija letras en las que el niño pueda formar los trazos previos a la escritura. Si trabaja en la letra F, asegúrese de que su hijo pueda formar líneas tanto horizontales como verticales. Luego muéstrele cómo combinar esos trazos para formar la letra F. No intente con la letra X, por ejemplo, si su hijo no puede formar líneas diagonales.

4. Mantenga un lenguaje simple y concreto

Los niños con autismo pueden estancarse cuando se utiliza demasiado lenguaje para presentar una demanda o tarea. Di sólo lo necesario, en la menor cantidad de palabras posible. Evite conceptos abstractos y/o sarcasmo (Caushi, 2014). Utilice indicaciones verbales simples y consistentes. Cuando trabaje en trazos previos a la escritura, utilice la misma indicación verbal para cada trazo hasta que puedan hacerlo.

Por ejemplo, si está trabajando en dibujar una línea vertical, demuestre la acción mientras dice «¡línea hacia abajo, DETÉNGASE!»

No te pierdas nuestra oferta especial.
Haga clic aquí para saber más

5. Proporcionar apoyo sensorial

Apoyo propioceptivo

Prepare el cuerpo de su hijo con oportunidades de trabajo propioceptivo o pesado. Básicamente, cualquier tipo de actividad que proporcione resistencia (empujar o tirar) a los músculos y articulaciones. Este tipo de actividad puede tener un efecto organizador en nuestro cuerpo, facilitando la calma y la concentración. Algunos niños anhelan una estimulación intensa y pueden preferir estrellarse contra pufs, cojines de sofá colocados en el suelo o saltar y estrellarse sobre el colchón de la cama.

A algunos niños les gusta la sensación de un gran apretón. Esto se puede lograr envolviéndolos bien en una manta o toalla para hacer un “burrito”. También puedes saltar la cuerda, jugar al tira y afloja, saltar en un trampolín o hacerles rodar con una pelota de terapia sobre su espalda mientras están acostados boca abajo. Pretender empujar la pared hacia abajo o hacer “flexiones de pared” son otras opciones.

Soporte táctil

Para los buscadores táctiles que necesitan tocar todo, presente actividades que ofrezcan una excelente experiencia táctil. Por ejemplo, pídales que pasen el dedo por letras arenosas cortadas con papel de lija. Utilice una bandeja o bandeja para hornear galletas para formar formas y letras en arena cinética, crema batida o pudín.

Algunos niños con autismo no prefieren tareas fijas de mesa como escribir a mano. Ofrecer actividades que brinden oportunidades de movimiento suele tener más éxito. Por ejemplo, puede pararse o arrodillarse mientras trabaja en un caballete o en hojas de trabajo pegadas con cinta adhesiva a la pared.

Apoyo oral

Algunos niños necesitan mucha información motora oral, especialmente cuando realizan una actividad que no prefieren. Si tiene un niño que se lleva todo a la boca y/o mastica la ropa, es posible que esté buscando información motora oral. Ofrezca bocadillos duros y crujientes antes de la actividad. Zanahorias, pretzels, cualquier cosa que quede crujiente. También puedes comprar masticables hechos para este propósito; vienen en muchas variedades.

Finalmente, asegúrese de que el entorno sea propicio para el aprendizaje. El desorden puede ser sobreestimulante. Las estaciones de trabajo limpias y despejadas funcionan mejor para la mayoría de los niños. Esto elimina las distracciones visuales. La iluminación también es importante. Algunos niños prefieren trabajar en una habitación con poca luz. Otros pueden preferir un ambiente más luminoso. Las luces estroboscópicas pueden ser demasiado intensas.

Los apoyos auditivos también pueden facilitar el tiempo dedicado a la tarea. Algunos niños prefieren el silencio, otros pueden necesitar algún tipo de sonido de fondo. Las listas de reproducción clásicas o de atención plena suelen facilitar la concentración. Tome nota de las preferencias de su hijo y trate de satisfacer sus necesidades.

6. Aprovechar las fortalezas visuales

Los niños con autismo tienden a aprender más visualmente que auditivamente (Rao, Gagie, 2006). Complementar la información verbal con una imagen visual. Una imagen que represente su solicitud siempre es beneficiosa. Por ejemplo, presente una imagen de un niño escribiendo para que sirva como modelo visual que ilustre las expectativas. Aún mejor, tome una fotografía de su hijo mientras realiza una tarea escrita, lamínela para mayor durabilidad (opcional) y enséñesela cuando llegue el momento de practicar la escritura a mano.

Utilice imágenes visualmente estimulantes y trabaje a la altura de los ojos, dejando pocas oportunidades para que los ojos se desvíen. Esto es especialmente útil para los niños que tienen problemas para concentrarse visualmente en el material colocado sobre la mesa; En su lugar, trabaje sobre una superficie vertical. Colocar el material a la altura de los ojos ayuda a los niños a prestar atención visual.

Finalmente, proporcione una demostración visual de lo que espera que haga su hijo. Los niños aprenden los trazos previos a la escritura primero por imitación (el adulto modela la acción antes de que el niño la intente).

7. Proporcione una rutina constante

Los niños con autismo, como todos los niños, se benefician de la estructura y la rutina. Saber qué esperar reduce el estrés y la ansiedad. Desarrolla un horario y trata de cumplirlo. Lo ideal es trabajar las habilidades previas a la escritura y la escritura a mano al mismo tiempo todos los días. También se recomienda tener un horario visual general para el tiempo que se pasa en casa.

8. Ofrecer recompensas

Siempre que el niño sea capaz de producir el comportamiento deseado, ofrézcale una recompensa. Por ejemplo, si su hijo pudo concentrarse y trabajar en sus habilidades previas a la escritura durante el tiempo esperado, recompénselo con una actividad o elemento elegido. Pregúntales en qué les gustaría trabajar para que se sientan motivados y entusiasmados al recibirlo.

Los gráficos «Primero y luego» son excelentes herramientas visuales para usar. Coloque una imagen de la actividad laboral debajo de «primero» y una imagen de la recompensa debajo de «luego».

El programa de preescritura Fun Strokes es un gran recurso que puede utilizar para enseñarle a su hijo cómo formar trazos previos a la escritura. El programa utiliza la mayoría de las estrategias explicadas anteriormente, ya que la inspiración para el programa provino de mi experiencia trabajando con niños autistas. Las estrategias de apoyo a niños con autismo funcionan para todos los niños ya que se basan en buenas prácticas docentes (Caushi, 2014).

Recuerde, comenzar temprano es una de las herramientas más efectivas que puede emplear. El programa Fun Strokes está destinado a niños de 2 a 5 años. Comience a los 2 años y continúe hasta que su hijo pueda escribir con éxito todos los trazos previos a la escritura. El libro Fun Strokes describe las expectativas de edad y los hitos previos a la escritura. Proporciona un plan de estudios paso a paso a seguir, junto con modificaciones para los niños que necesitan más ayuda. La capacidad de formar trazos previos a la escritura le proporcionará a su hijo una base muy sólida a partir de la cual desarrollará sus habilidades de escritura.

Descargo de responsabilidad: este artículo, así como el programa de preescritura Fun Strokes, está diseñado para uso educativo e informativo únicamente para padres, maestros y terapeutas. No pretende ser un consejo médico o un tratamiento terapéutico que se proporcionaría en un plan de tratamiento individualizado. Si sospecha que un niño tiene retrasos, consulte a un terapeuta ocupacional.

Referencias:

Caushi, K. (2014). Estrategias utilizadas en el aula para apoyar a niños con autismo. Revista científica europea, ESJ22.

Fuentes CT, Mostofsky SH, Bastian AJ. (2009). Los niños con autismo muestran problemas específicos de escritura. Neurología, 73(19),1532-1537, doi: 10.1212/WNL.0b013e3181c0d48c

McLeod, SA (24 de octubre de 2018). Atención selectiva. Obtenido de https://www.simplypsychology.org/attention-models.html

Schmitt, Barton D. (2014). ¡Mi hijo está enfermo! Consejos de expertos para gestionar…