El intestino permeable, también conocido como aumento de la permeabilidad intestinal, es un trastorno digestivo que se desarrolla cuando las uniones estrechas se aflojan o dañan, lo que permite que alimentos, bacterias o toxinas no digeridas se filtren a través de la pared del intestino1.
Las uniones estrechas son pequeños espacios en el revestimiento intestinal que promueven la transferencia de nutrientes y al mismo tiempo evitan que compuestos indeseables pasen a través del tracto intestinal hacia el torrente sanguíneo.
Desafortunadamente, cuando las uniones estrechas se aflojan, las sustancias nocivas comienzan a acumularse en el torrente sanguíneo y esto puede causar varios tipos de problemas inflamatorios2.
Además de la inflamación, se pueden desarrollar síntomas como sensibilidad a los alimentos, hinchazón, gases, calambres y problemas digestivos adicionales como resultado de un intestino permeable.
Aunque algunos proveedores de atención médica no consideran que el intestino permeable sea un diagnóstico médico real, la creciente evidencia científica indica que se trata de una afección real que afecta a muchas personas y puede estar asociada con la aparición de numerosos problemas de salud como alergias, asma, trastornos de la piel y síndrome de fatiga crónica (SFC), entre otras cuestiones.
Descarga tu guía GRATIS en
Probióticos y autismo
Además, muchos niños con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), autismo y otras formas de retrasos en el desarrollo tienden a sufrir problemas digestivos, incluido el intestino permeable.
Una de las principales razones por las que la salud mental está relacionada con la salud digestiva es porque, además de desempeñar un papel en la transferencia de nutrientes esenciales al cerebro, el revestimiento del tracto intestinal está compuesto por numerosos nervios y bacterias intestinales beneficiosas que también respaldan una nutrición óptima. función cognitiva .
Sin embargo, para promover el transporte adecuado de nutrientes al cerebro, el ambiente intestinal debe ser saludable. El intestino permeable hace que sustancias nocivas dañen el revestimiento intestinal y esto interrumpa la función digestiva normal. De manera similar, si los nervios del intestino se inflaman o dañan debido a un intestino permeable, la transferencia de señales nerviosas que influyen en el rendimiento mental también se verá afectada negativamente. Por tanto, un intestino permeable puede empeorar los síntomas del TDAH y el autismo.
Haga clic aquí para saber más
El desarrollo de un intestino permeable se asocia con una serie de factores, como el crecimiento excesivo de bacterias o cándida (levadura) en el intestino, la toma de ciertos medicamentos y el consumo de alimentos inflamatorios o irritantes para el intestino. Sin embargo, dos de los principales desencadenantes son el crecimiento excesivo de bacterias y la ingesta de gluten porque mejoran la producción de una proteína llamada zonulina.
A medida que aumentan los niveles de zonulina, las uniones estrechas comienzan a aflojarse gradualmente y esto hace que sustancias nocivas pasen al torrente sanguíneo; el sistema inmunológico se vuelve hiperactivo y provoca que los niños experimenten molestias intestinales.
Existen varias estrategias que ayudan a abordar los síntomas del intestino permeable en niños con TDAH o autismo. La primera estrategia pasa por eliminar los alimentos que irritan el intestino o provocan inflamación. Éstas incluyen:
- Alimentos a base de gluten, ya que esta proteína es difícil de digerir y es un alérgeno común.
- Productos lácteos, ya que algunos niños son intolerantes a la caseína (proteína de la leche)
- Maíz, soja y huevos, como también son alérgenos habituales.
Eliminar estos alimentos de la dieta ayuda a promover la curación natural del tracto intestinal, lo que puede resultar especialmente beneficioso para los niños con autismo o TDAH.
Los micronutrientes y los suplementos probióticos también fomentan un entorno intestinal más saludable. Las investigaciones muestran que este tipo de suplementación ayuda a mejorar el comportamiento en niños con retrasos en el desarrollo. La suplementación con micronutrientes aborda las deficiencias nutricionales que pueden estar contribuyendo al deterioro cognitivo.
Los probióticos mejoran la función digestiva al mejorar la absorción de nutrientes, atacar las bacterias dañinas que causan inflamación intestinal y liberar enzimas que intensifican la digestión de los alimentos. La combinación de estas estrategias se dirige al intestino permeable al apoyar la restauración de la función adecuada de las uniones estrechas. Esto puede mejorar la salud intestinal y cognitiva de los niños con autismo y TDAH.
Descarga tu guía GRATIS en
Probióticos y autismo
Referencias:
Maes M, Leunis JC. La normalización del intestino permeable en el síndrome de fatiga crónica (SFC) se acompaña de una mejoría clínica: efectos de la edad, duración de la enfermedad y translocación de LPS de bacterias gramnegativas. Neuro Endocrinol Lett. 2008;29(6):902-10.
Odenwald MA, Turner JR. Defectos de permeabilidad intestinal: ¿es hora de tratarlos? Clin Gastroenterol Hepatol. 2013;11(9):1075-1083.
Farshchi MK, Azad FJ, Salari R, et al. Un punto de vista sobre el síndrome del intestino permeable para tratar el asma alérgica: una opinión novedosa. Medicina alternativa complementaria basada en J Evid. 2017;22(3):378-380.
Simeonova D, Ivanovska M, Murdjeva M, et al. Reconocer el intestino permeable como un objetivo transdiagnóstico para los trastornos neuroinmunes mediante ensayos de química clínica e inmunología molecular. Curr Top Med Chem. 2018, en prensa.
Molloy CA, Manning-Courtney P: Prevalencia de síntomas gastrointestinales crónicos en niños con autismo y trastornos del espectro autista. Autismo. 2003;7(2):165-171.
Ming X, Chen N, et al. Un presentimiento: una hipótesis sobre el papel del microbioma en los trastornos por déficit de atención e hiperactividad. Neurol Infantil Abierto. 2018;5:2329048X18786799.
Verlaet AA, Noriega DB, Hermans N, Savelkoul HF. Nutrición, mecanismos inmunológicos e inmunomodulación dietética en el TDAH. Psiquiatría Infantil y Adolescente Europea. 2014;23(7):519-29.
Fasano A. Permeabilidad intestinal y su regulación por zonulina: implicaciones diagnósticas y terapéuticas. Clin Gastroenterol Hepatol. 2012;10(10):1096-100.
Fasano A. Zonulin y su regulación de la función de barrera intestinal: la puerta biológica a la inflamación, la autoinmunidad y el cáncer. Physiol Rev.2011; 91(1):151-75.
Rucklidge JJ, Eggleston MJF, Johnstone JM, Darling K, Frampton CM. El tratamiento con vitaminas y minerales mejora la agresividad y la regulación emocional en niños con TDAH: un ensayo totalmente ciego, aleatorizado y controlado con placebo. J Psiquiatría Psicología Infantil. 2018;59(3):232-246.
Sheridan PO, Bindels LB y col. ¿Pueden los prebióticos y los probióticos mejorar los resultados terapéuticos en personas desnutridas? Microbios intestinales. 2014; 5(1):74-82.
Este artículo apareció en Número 104: Estrategias de transición para niños con autismo