Llevo muchos años liderando retiros de Yoga Chamánico y los baños de plantas son una de mis prácticas favoritas.
Como es imposible saber lo dichosos que son sin tomar uno, te cuento cómo puedes preparar el tuyo para que puedas vivir la experiencia de primera mano. Pero primero debes entender qué es un baño de plantas y, lo que es más importante, para qué sirve.
Hay algunos tipos diferentes, pero la idea general es cocinar plantas como hierbas, flores o cactus en agua y luego verter (o mejor aún, que alguien vierta) el agua sobre tu cabeza.
Bastante fácil ¿verdad? Pero la razón por la que hacemos esto y la intención detrás de esto es donde se vuelve divertido.
Los baños de plantas se realizan por cuatro motivos:
Limpiar.
En distintos grados, todos estamos contaminados. Quien está perfectamente limpio está iluminado.
O, dicho de otra manera, en nuestro núcleo existe un diamante perfecto de iluminación. Pero en el diamante hay manchas que es necesario pulir. Las manchas provienen de la mente, son nuestras dudas, miedos y ansiedades. Son nuestros recuerdos del pasado y nuestros planes para el futuro. Son la mente de mono a la que le gusta saltar de árbol en árbol en lugar de sentarse en silencio, concentrado, alerta y consciente.
La misión de nuestro espíritu es terminar de pulir el diamante, para alcanzar plenamente su perfección. Entonces, el Camino Chamánico es de limpieza.
Los baños de plantas son una forma de limpieza, son una forma de pulir el diamante. Actúan purificando el cuerpo energético, que abarca el cuerpo físico y se extiende aproximadamente un pie hacia afuera. Dado que nuestro cuerpo energético está constantemente bombardeado por fuerzas externas, lo mejor es tomar baños de plantas una vez a la semana. Durante una limpieza o trabajo chamánico, lo mejor es tomar baños diarios para eliminar las toxinas energéticas que el cuerpo va liberando.
Para mover energía.
Nuestra energía puede estancarse o quedarse atrapada en nuestro cuerpo. Esto se manifiesta físicamente como dolores musculares, articulaciones tensas, dolores de cabeza y otros dolores corporales.
Varias actividades ayudan a mantener la energía fluyendo, como masajes, yoga, Qi gong, meditación y, por supuesto, baños de plantas.
Las hierbas que utilizamos tienen propiedades extractoras que llegan hasta debajo de la superficie de la piel y ayudan a sacar la energía estancada. Para ayudar a las plantas, lo mejor es visualizar la energía que se libera mientras nos bañamos. También es aconsejable transmutar la energía antes de liberarla.
En la transmutación, visualizamos la energía liberada convirtiéndose en luz blanca de alta vibración, que luego se libera como ofrenda a la Pachamama (Universo Madre). Mientras ofrecemos energía a la Pachamama, ella nos la devolverá con su infinito amor y bondad.
Para atraer espíritus.
Que un espíritu benévolo nos honre con su presencia es un honor increíble. Pero los espíritus no son tan fáciles de atraer: hay que seducirlos para que se interesen.
Muchas personas recorren el camino chamánico durante muchos años antes de que un espíritu los encuentre deseables. ¿Por qué tan testarudo? Es porque las manchas de nuestros diamantes son espesas. Hemos estado haciendo muy poca limpieza mientras acumulamos mucha contaminación. Y no sólo para esta vida, sino para muchas generaciones.
Desde que los humanos abandonaron el Jardín, no hemos vivido en armonía con el Mundo Natural. Durante mil generaciones hemos estado comiendo, respirando y reproduciéndonos sin darnos cuenta. Por lo tanto, se necesita mucha limpieza antes de que los espíritus empiecen a darse cuenta.
Tomar un baño de plantas antes de la ceremonia es como perfumarse antes de tener una cita. Si queremos que los espíritus se interesen por nosotros, tenemos que atraerlos con nuestros dulces olores. Y los años de trabajo valen la pena, porque la visita de un espíritu puede durar toda la vida, siempre y cuando quiera permanecer a nuestro lado, mientras sigamos oliendo dulcemente.
Convertirse en uno.
El camino espiritual es una pendiente gradual hacia la Unidad. Un ser plenamente realizado no tiene ego, lo que significa que no existe el concepto de “yo soy esto” o “tú eres aquello”, porque ni tú ni yo existimos, somos Uno.
A medida que infundimos plantas en nuestro cuerpo, tanto por dentro como por fuera, nos volvemos más parecidos a ellas. Las plantas no piensan, no razonan, no reflexionan sobre el futuro ni se preocupan por el pasado, realmente viven el momento. A medida que regresamos al mundo natural, nos volvemos más parecidos al mundo natural, cayendo en un estado de «no mente», completamente conectados con la Unidad de Todo Lo Que Es.
A medida que el agua vegetal infundida con energía cae sobre nuestra cabeza, nuestros pensamientos se desvanecen. Por un breve momento, somos Uno. (Para aquellos familiarizados con el Tantra, reconocerán este estado elevado del ser como una fusión con Shiva. Es hermoso que el mismo concepto de Unidad e Iluminación exista tanto en el mundo chamánico como en el yóguico).
Entonces, ¿estás listo para intentarlo?
Existen muchos tipos de baños de plantas y muchas tradiciones. En los Andes del Perú los baños generalmente se elaboran a base de romero y ruda. Dado que estamos trabajando a nivel energético, es importante sentarnos cómodamente y respirar conscientemente mientras preparamos el baño, ya que la energía que llevamos se transferirá al agua.
Empieza pelando un buen puñado de cada hierba, quitando la mayor cantidad de tallo posible. Si no puede encontrar hierbas frescas, las secas están bien. Además del romero y la ruda, añade otras hierbas y flores que crezcan en tu zona, cualquier cosa fragante queda genial. Para ayudar a las plantas a liberar sus aceites, use un mortero o una piedra grande sobre una superficie plana y dura y muela las hierbas con un poco de agua (este paso no es necesario para las flores).
Hierva las hierbas durante unos diez minutos en al menos ocho litros de agua.
Cuando termines de cocinar las hierbas, apaga el fuego y agrega las flores. Deje que el agua se enfríe hasta alcanzar una temperatura agradable para el baño.
Antes de bañarte, tómate un tiempo para crear un espacio sagrado. Bañarse al aire libre, en la naturaleza, es realmente un placer. Encender velas e incienso son buenas formas de crear un hermoso ambiente curativo.
Para bañarte no cueles las hierbas y flores, ¡verterlas sobre tu cabeza es la mejor parte! Con una cuchara grande, vierte el agua sobre tu cuerpo permitiendo que se libere la energía estancada.
Cuando estés a punto de terminar el agua del baño, recoge todo el balde y tira lo que quede sobre tu cabeza.
Este es un hermoso momento para gritarle al universo lo que estás liberando, visualizando por última vez la energía transmutándose en luz mientras abandona el cuerpo para reunirse con la fuerza vital de la Madre Tierra.
Permitan que sus pensamientos se derritan mientras se vuelven uno con las plantas, uno con el universo, uno con Todo Lo Que Es.
Y, lo más importante, ¡disfrútalo!
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Autor: Página de CJ Ananda
Editor aprendiz: Guenevere Neufeld / Editor: Catherine Monkman
Foto: vía autor