El problema de las relaciones románticas: una enseñanza budista sobre el amor verdadero. |

Hace casi una década sobreviví a una ruptura que dolió muchísimo.

Yo era joven, tonta y me había enamorado perdidamente del tipo que me dejó.

Cuando rompimos, me encerré en mi habitación durante muchos meses, negándome a salir de casa ni a ver a nadie. Pensando en ese momento, mi mente solo podía ver a mi ex. Él era el centro de mi universo; Sin él, mi vida no tenía sentido.

Me recuperé de esa ruptura entablando otra relación con otro chico. Yo, nuevamente, me enamoré perdidamente y, nuevamente, soporté otra ruptura que fue aún más dura que la anterior.

No podía entender por qué me dolía tanto separarme de la gente. Físicamente estaban ausentes, pero mentalmente era insoportable; impregnarían todos mis pensamientos y mi cuerpo. Su ausencia no fue lo único difícil. También tenía que recomponer mi vida… cada. Soltero. Tiempo.

Después de muchos años (y otras relaciones fallidas), conocí las enseñanzas del Buda. Recibí las enseñanzas con el corazón abierto y acepté todas sus perspectivas, excepto una:

El budismo no apoya el amor romántico.

Me sentí muy molesta y perturbada cuando supe esto. El Buda fue un maestro del amor; ¿Cómo es que no aceptó? romántico ¿amar? Para mí, fue el epítome de la felicidad y la bondad. ¿Cómo podría hacernos sufrir?

Un monje budista en la India estuvo feliz de responder mi pregunta y tranquilizar mi mente (de mono). Con una sonrisa y el corazón abierto, el monje Gelek me dijo: “El amor romántico se centra en una persona, mientras que el amor universal se centra en todos los seres sintientes. En el budismo practicamos el amor universal”. Después de un momento de silencio y de que él notara mi malestar, continuó: “Puedes amar a una persona, por supuesto, pero no te olvides de otros seres”.

Esa conversación se me quedó grabada. La verdad es que sí me olvidé de otros seres. Pude ver por qué las rupturas duelen muchísimo y por qué las relaciones románticas en general nos causan tanto sufrimiento a veces. No es que el amor romántico sea malo o malo. Es sólo que nos olvidamos de practicar el amor universal cuando estamos enamorados de alguien.

metta es un hermoso concepto budista que significa dirigir el amor incondicional a todos los seres sintientes. Nuestra capacidad de amar es enorme, pero la mayoría de las veces elegimos ofrecérsela a uno persona. Descuidamos a nuestra familia, a nuestros amigos y a nosotros mismos sin darnos cuenta de que podemos amarlos a todos por igual y simultáneamente.

Si queremos que nuestras relaciones románticas tengan éxito, necesitamos expandir nuestros corazones. Necesitamos darnos cuenta de que nuestra capacidad de ofrecer felicidad y amor es ilimitada; no se limita a un solo objeto.

Dicho esto, el amor verdadero significa expansión.

Significa que no utilizamos a nadie como solo fuente de nuestra felicidad. (Eventualmente los agotará a ellos y a nosotros.) Significa universal generosidad, paciencia, presencia, cuidado y atención. Significa que vemos nuestra relación romántica como una extensión—No es una entidad.

El verdadero amor significa entrenarnos en cómo distribuimos nuestro amor y cuidado.

El verdadero amor significa que revisamos lo que significa la felicidad para nosotros. Significa que comprendemos la naturaleza impermanente de las cosas y que algunas pueden no tener consecuencias felices o deseables.

Recuerde, cuando usamos el amor como escape, no es amor verdadero.

¿Estás practicando metta en tu vida y relación? Házmelo saber en los comentarios.

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