La forma budista de estar enamorado. |

“Hasta que alguien no se disuelve, no podrá saber qué es una unión”. ~ Rumi

El amor romántico es una experiencia humana compleja.

A pesar de toda la gratificación que evoca, el amor sigue siendo una preocupación y un misterio para la mayoría de nosotros. No importa cuánto amemos a alguien, uno de nosotros puede resultar herido.

¿Podemos desbloquear el misterio del amor? ¿Podemos amar a nuestra pareja sin lastimarla o recibir amor sin lastimarnos?

La respuesta es un rotundo «sí».

Hace casi 2.500 años, el Buda enseñó el Dhamma. Aquellos que querían liberarse del dolor corrían hacia el Buda para escuchar sus sabias ideas sobre la vida y la mente humana. 2.500 años parecen mucho tiempo, pero cada una de las palabras que dijo Buda todavía suena cierta hoy.

¿Qué tiene esto que ver con el amor romántico? El dhamma no habla directamente de relaciones románticas, pero sí las pone en perspectiva. El budismo nos ayuda a amar de una manera mejor y más pura. Aprender algunas nociones de la filosofía budista puede reducir el sufrimiento que inducen las relaciones románticas.

En mi propia experiencia, el budismo me ha ayudado a comprender que el amor, tal como lo describe la ficción, es diferente de lo que a menudo pensamos que es. Los que hemos sufrido las “consecuencias del amor” sé que esto es verdad. Saben que el amor es un trabajo duro y un viaje que requiere conciencia.

He aquí algunas ideas budistas que pueden alterar positivamente nuestra forma de amar:

No busques la realización en otro.

Según el budismo, luchar por la felicidad a partir de lo que está fuera de nosotros es inútil. Todo en la vida es fugaz. Entonces, si basamos nuestra felicidad en condiciones externas, nos exponemos a la decepción y la insatisfacción. Por tanto, buscar la felicidad y la plenitud en nuestra pareja no es la mejor idea. El Buda explicó que el vacío que sentimos por dentro nos hace querer identificarnos con algo que está afuera, en lugar de conectarnos con nosotros mismos. Nuestro anhelo de realización conduce al apego y a menudo lo confundimos con el “amor verdadero”. Nuestra pareja debería ser una alegría añadida a nuestras vidas, no un factor decisivo. Para que esto suceda, debemos cultivar la felicidad de adentro hacia afuera y concentrarnos en nuestro propio propósito.

El verdadero amor no se puede perder.

Generalmente equiparamos el amor con la presencia física, pero esto no es cierto. El budismo cree que no podemos poseer nada ni a nadie, porque nunca en realidad los tenía en primer lugar. No podemos aferrarnos a algo que eventualmente se disipará. En realidad, lo único a lo que nos aferramos son las ideas mentales que construimos en torno a las personas y las situaciones. Si nos tomamos esto en serio, nuestro amor por el otro no se puede perder, incluso si perdemos a nuestra pareja por la muerte o por una ruptura.

La comprensión alimenta el amor.

El budismo sugiere que debemos comprender el sufrimiento y las condiciones de la otra persona si queremos amarla. Si deseamos desarrollar la comprensión, debemos cultivar karuna, que significa compasión. Obtenga más información sobre su pareja, sus pensamientos, sentimientos y antecedentes. Cuando entendemos la constitución interna de una persona, obtenemos las herramientas para aliviar su sufrimiento. Practicando maitrí También acercará a los socios y fortalecerá su relación.

Las suposiciones socavan las relaciones.

Cuando conocemos a alguien por primera vez, probablemente no tengamos expectativas. Sin embargo, cuando cesa la fase de euforia, comenzamos a construir una imagen de ellos y esperamos que cumplan con nuestras expectativas. En consecuencia, podríamos volvernos necesitados y dependientes. Cuando no vemos el resultado que deseamos, nos desanimamos. A los ojos de un budista, generar expectativas es un juego que estamos garantizados que perderemos. La solución es permanecer centrado en el momento presente y aceptar lo que trae, en lugar de obsesionarse con el futuro o las exigencias poco realistas.

Ama a los demás.

Cuando nos enamoramos, tendemos a olvidarnos del resto del mundo. Incluso si somos conscientes de que hay sufrimiento a nuestro alrededor, tendemos a concentrarnos únicamente en el objeto de nuestro amor. Según el budismo, ese amor se basa en el apego y la necesidad. Los budistas afirman que nuestro amor no debe dividirse y debe extenderse por igual a todos. Sin duda, lo que compartimos con nuestra pareja puede resultar más intenso o más valioso para nosotros. No obstante, debemos trascender la idea de separación y aprender que todos buscamos el amor de la misma manera.

Libertad.

Por último, pero no menos importante, aunque seamos pareja, cada uno debe buscar el crecimiento por sí solo como individuo. Crecer a nuestra manera nos permite crecer juntos de manera consciente dentro de una relación. Pasar tiempo separados es saludable. Tomamos el espacio que necesitamos y, a cambio, le damos a nuestra pareja el espacio que ellos también necesitan.

Crea espacio en la relación, ámate a ti mismo y ama a tu pareja con libertad. La libertad de ser, de decir lo que uno piensa, de sentir y de vivir son las mayores formas de amor.

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Prima:

Autor: Elyane Youssef
Imagen: propia del autor
Montaje: Sara Kärpänen
Editora: Emily Bartran
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