Están sucediendo tantas cosas a nuestro alrededor que no vemos con nuestros ojos físicos.
Cada vez que interactuamos con alguien, realizamos un intercambio energético con él. Y cuando entablamos una relación, especialmente si implica interacción sexual, creamos un “vínculo energético” o un “vínculo del alma” con esa persona. A medida que pasa el tiempo y la relación se profundiza, también lo hace ese vínculo.
Esto es excelente para las relaciones que continúan creciendo y duran mucho tiempo. Nosotros desear estar vinculados energéticamente a nuestra pareja si este es el caso.
Esto es algo peligroso para las relaciones que no sobreviven. El hecho de que rompamos con alguien no significa que el vínculo energético desaparezca con esa persona. Cuando nos vinculamos energética y emocionalmente a alguien, es necesario actuar por nuestra parte para romper ese vínculo.
Un vínculo anímico persistente o un vínculo energético con alguien puede causar estragos en tu vida.
Aquí hay algunas señales de que es posible que necesites romper un “lazo del alma” con alguien:
>> No puedes seguir adelante y puedes pensar obsesivamente en la otra persona.
>> Estás tentado a volver a la relación, aunque sabes que no te sirve.
>> Lloras…mucho.
>> Continúas comunicándote con esta persona o tienes conversaciones mentales con ella.
>> Quieres enviarles mensajes para hacerles saber que estás pensando en ellos.
>> Los acechas en las redes sociales o publicas cosas que pueden llamar su atención.
>> Con frecuencia te preguntas qué están haciendo o si también están pensando en ti.
>> No puedes deshacerte de los objetos sentimentales que te recuerdan a ellos (fotos, tarjetas, notas, ropa).
Esta es la cuestión: romper los lazos del alma no es fácil. Al principio, puede parecer que te estás despidiendo permanentemente de esta persona o que la estás abandonando. Pero créame cuando digo que es esencial cortar el cordón si desea tener la oportunidad de tener una relación exitosa con otra persona en el futuro.
«Si llevas los mismos ladrillos de una relación a otra, terminarás construyendo la misma casa». ~ Anónimo
Imagina la libertad que tendrás una vez que hayas roto tu vínculo con esta persona y la dejes ir. No más distracciones continuas con pensamientos sobre esta persona. No más atracones de helado a altas horas de la noche mientras miras fotografías antiguas. No más fantasías sobre lo que podría haber sido. Serás libre de centrar tu tiempo y atención en cosas mejores y más importantes, especialmente en sanar tu corazón y comenzar un nuevo capítulo en tu vida.
Ahora es el momento de dejarlo ir.
Hay muchas maneras de romper este tipo de vínculos, pero estos son los pasos que me han ayudado en el pasado:
1. Reconocer
El primer paso es admitir que has creado un vínculo anímico con esta persona. A veces este es el paso más difícil porque queremos vivir en la negación (¿quién, yo? No tengo problema en dejarlo ir). Pero no hay nada más empoderador que reconocer que tenemos un problema y que estamos tomando medidas para abordarlo. El simple hecho de decirlo en voz alta es una señal de que estás recuperando tu poder.
2. Perdona
Lo que salió mal en la relación y encontrar quién tiene la culpa ya no importa. Lo que más importa es tu paz, por eso es hora de encontrar el perdón para ti y para la otra persona. La forma más sencilla que he visto de hacer esto es centrarse en las lecciones y bendiciones que surgieron de esta relación. ¿Qué aprendiste? ¿Cómo creciste? ¿Cómo te beneficiaste? ¿Cómo eres una mejor persona? Sé que apesta y puede que no me parezca justo, pero no te saltes este paso. Es una parte crítica del proceso porque el perdón hace que sea más fácil romper el vínculo.
3. Visualizar
Cierra los ojos e imagínate parado frente a esta persona con un cordón que conecta tus corazones. Hagan esto lo más real posible: vean y sientan el vínculo que los une. A continuación, visualízate cortando este cordón. Sea creativo con este proceso. ¡Usa tijeras imaginarias, una espada o incluso una motosierra! Pero asegúrate de hacerlo con amor. También he usado mi mano para hacer un movimiento de corte frente a mi cuerpo como si estuviera cortando un cordón umbilical energético.
4. Ordenar
Reúna todos los elementos que sirvan como recordatorios de esta persona y la relación. ¡Tíralos a la basura, dónalos a una organización benéfica, elimínalos de tu teléfono o quémalos! Sea lo que sea, retírelo de la vista (y no, no puede simplemente ir al ático para recuperarlo más tarde). Me ha resultado empoderante hacer un ritual de quema. Solo mantente seguro si sigues esta ruta.
5. Liberación
Escribe una carta a esta persona diciéndole que la perdonas y que la estás liberando para seguir adelante en la vida. No es necesario enviar el mensaje; simplemente transmitirlo por escrito es una experiencia poderosa.
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A veces se necesita más de una sesión y es posible que tengas que repetir estos pasos si todavía sientes que estás vinculado a la persona. Solo sé que esto es normal.
El último paso de este proceso es el más crítico: la concientización continua. Manténgase consciente de sus sentimientos y mantenga la guardia alta si hay interacciones futuras con esta persona. Es posible que a ellos también les esté costando dejarlo ir, lo que hace que sea aún más importante protegerse para no volver a caer en el vínculo que acaba de romper. Es posible que necesites establecer límites firmes y cortar toda comunicación por un tiempo.