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Hay algo especial que sucede cuando alguien te dice que te ama (aunque supongo que debo matizar que esto es cierto sólo si tú también lo amas). Se crea un vínculo. Una sensación de seguridad. De seguridad.
un sentimiento de Tengo valor porque alguien me ama.
Pero, ¿qué significa realmente el amor? significar?
El año pasado, dos años después de que dejé a mi exmarido, un hombre con el que salía me dijo que me amaba. Le dije que lo amaba. Indique el confeti, los globos de celebración, los fuegos artificiales. EL AMOR ESTABA EN EL MALDITO AIRE, ESTE ES UN MOMENTO ESPECIAL, GENTE.
Excepto. No lo fue. Todo fue una mierda. Verdadera y genuinamente. En retrospectiva. Sus palabras y las mías no significaron nada.
Las palabras «te amo» no significan nada. ¿Por qué? Porque cualquiera puede decirlas. Me lo dicen extraños que ni siquiera conozco. «Dios mío, gracias por abrirme la puerta, te amo».
Me lo dicen conocidos con los que apenas he pasado tiempo. «Eres jodidamente gracioso, te amo».
Esas tres palabras se han arraigado tanto en nuestra conversación cotidiana que han perdido su significado.
Se tiran de un lado a otro con tanta negligencia como el pelo de una persona de alta sociedad en un día ventoso en la playa.
Veo parejas decir «te amo» y me pregunto: ¿qué hará tu novio cuando descubra que le estás enviando mensajes de texto a tu ex, diciéndole que él es quien se escapó? ¿Qué hará tu novia cuando descubra que has estado saliendo con tu compañero de trabajo durante más de un mes?
¿Qué hará tu marido cuando descubra que no eres feliz pero tienes miedo de irte porque temes la inseguridad financiera? ¿Qué harás cuando la persona con la que estás teniendo sexo, que está en una relación con otra persona pero te dice eso? estás ¿Aquel con quien quieren estar nunca llega a ser tuyo?
Pero aún. Las palabras están pronunciadas. «Te amo.»
Palabras huecas y vacías. Conchas rotas en una playa llena de basura.
Cuando este hombre que en realidad no era mi hombre se acostó a mi lado y le dije las palabras y él me las dijo, la niña que había en mí chilló de alegría. Después de que dejé mi matrimonio y descubrí…