Foto de Elijah O’Donnell en Unsplash
Nuestra relación trajo mucho sufrimiento a mi vida,
Y quiero agradecerte.
Gracias por ser tan duro conmigo,
Aprendí a ser fuerte.
Gracias por tus palabras cortantes,
Me vi sanar mientras las heridas se cerraban.
Gracias por tus feroces desafíos,
Me convertí en una persona que podía superarlos.
Gracias por arrastrarme al valle,
Mi carácter se forjó más profundamente allí.
Gracias por intentar romperme,
Aprendí que era inquebrantable.
Gracias por meterte bajo mi piel,
El estrés me ayudó a ver dónde necesitaba crecer.
Gracias por toda la confusión que trajiste,
Me inspiró a buscar la verdad.
Gracias por todo tu desorden,
Me limpié cuando dejé de limpiar el tuyo.
Gracias por todas tus acusaciones falsas,
Llegué a conocer mi verdadero yo en esencia.
Gracias por presionarme para que me abra.
Lo usé como una oportunidad para ser vulnerable.
Gracias por tu fuerza discordante,
Me enseñaste que podía enfrentarte a ti.
Gracias por estar siempre en mi espacio,
Aprendí cómo aparezco cuando la gente se acerca demasiado.
Gracias por declarar lo que no pude ver,
Me permitió mirar profundamente dentro de mí.
Gracias por darme tanto tiempo,
Vi que era digno de ello.
Gracias por nunca rendirte conmigo,
Aprendí a nunca rendirme.
Gracias por abrir tu corazón,
Tu amor abrió mi corazón aún más.
Gracias por hacerme ver las cosas de otra manera,
Me enseñaste más de lo que jamás hubiera imaginado.
Gracias por amarme lo mejor que pudiste,
En lugar de estar resentido contigo, lo veo como un regalo.