Por lo general, una relación no termina debido a una gran pelea que aparece de la nada.
Más bien, es una lenta acumulación a lo largo del tiempo y el final suele llegar cuando ambas, o una de las partes, ha dado tanto que no les queda nada.
Agotamiento de la relación Ocurre cuando alguien está haciendo todo lo posible para que la relación funcione pero las cosas no cambian. Después de suficiente tiempo, esto resultará en agotamiento y frustración.
Las relaciones románticas, especialmente cuando están en declive, pueden volverse tan exigentes y agotadoras como un trabajo de tiempo completo. Y si hemos trabajado muy duro para que la relación funcione y aún así fracasa, el período de soltería que sigue suele estar plagado de signos de agotamiento. -Psicocentral
Esto es lo que ha sucedido en la mayoría de mis relaciones anteriores. Intentaríamos arreglar las cosas, pero cuando las cosas no cambiaran, eventualmente llegaríamos a un punto sin retorno.
Aquí hay cinco señales de que puede estar experimentando agotamiento en su relación.
#1. Estás emocionalmente agotado.
Hace unos años mi relación se acercaba al final, aunque aún no lo había aceptado, y sentía que me estaban quitando la vida.
No quería salir con amigos, apenas podía concentrarme en nada y sentía que ya no me quedaban emociones.
Cada uno procesa el final de una relación de manera diferente, pero según mi experiencia, hay una especie de «adormecimiento» que surge cuando simplemente ya no quieres pelear más.
Resulta que estaba sintiendo un agotamiento emocional extremo porque había puesto tanta energía en mi relación durante tanto tiempo que no me quedaba nada que darle a nadie.
#2. Dejas de priorizar el tiempo y los planes de futuro.
Cuando salí con mi primer novio, lo recuerdo hablando de hacer planes con aproximadamente un mes de anticipación. Mi reacción inicial fue una sensación de malestar en el estómago… en lugar de emoción.