El peligro del bypass emocional

Es más frecuente ahora que nunca.

Foto de Anthony Tran en Unsplash

Camino entre las cuatro paredes de mi mundo reducido y trato de contar mis bendiciones. Por cada una de las palabras pronunciadas, debajo existe la sensación persistente de una verdad que estoy negando.

Parece egoísta hablar de mi dolor cuando tantas personas han perdido a sus seres queridos, sus empleos y su seguridad financiera. En lugar de aumentar mis bendiciones, aumenta mi carga. No siento que se me permita sentir lo que siento.

¿Cómo puedo quejarme de planes de viaje cancelados debido al sufrimiento de otros? ¿O hablar de mi frustración por trabajar desde casa mientras educamos a los niños en casa cuando tantos han perdido sus empleos? Estoy más que exhausto, pero me da pereza y es un desperdicio descansar, como si en lugar de eso debería estar aprendiendo un nuevo idioma, tomando una clase de ejercicios en línea u horneando pan.

Es fácil señalar un desvío espiritual y emocional cuando otras personas nos lo hacen a nosotros. Es cada vez que expresamos nuestro dolor y alguien más nos dice que revisemos nuestro privilegio porque lo tienen mucho peor. Está hablando de nuestra lucha y dirigido hacia un tópico espiritual genérico. Estamos silenciados y sabemos que no se siente bien.

Pero, con demasiada frecuencia, la voz que nos silencia es la nuestra.

La terapeuta y experta en salud holística María Sosa enumera algunas de las características clave del bypass emocional.