En la secundaria te dicen que estás pasando por tus últimos años de niño, que en la secundaria pasarás por cuatro años de preparación y pruebas antes de la universidad, donde terminarás encontrando quien eres.
En la secundaria te dirán que es el comienzo de tu próximo capítulo en la vida, que tendrás un poco más de libertad para probar nuevas clases y encontrar tu pasión. Te dicen que la escuela secundaria es la mejor época de tu vida, que son los últimos cuatro años en los que puedes ser un niño y cometer errores antes de la universidad.
Luego, en tu tercer año de secundaria te dicen que es hora de decidir cómo serán los próximos cuatro o más años de tu vida. A lo largo de toda tu educación te dicen que la universidad es la decisión más importante de tu vida, que tu decisión de ir a la universidad no es si debes ir, sino dónde.
Al final del primer semestre de su último año en la escuela secundaria, se espera que sepa exactamente qué hará dentro de 9 meses.
En la universidad te dicen que te están preparando para la vida, que una vez que termines la universidad encontrarás un trabajo, que probablemente odiarás, y trabajarás allí por un tiempo.
Desde la escuela secundaria en adelante, las personas a las que admiramos nos dicen exactamente cómo serán nuestras vidas. Nos dan los cronogramas que les indica un libro y se espera que sigamos los cronogramas de los demás.
Todo sucede a tu propio ritmo.
Lo único de lo que me he dado cuenta es que cada uno sigue su propio camino, todos tenemos nuestros propios cronogramas.
Algunas personas irán a la universidad, se graduarán y tardarán 5 años en encontrar trabajo.
Algunas personas irán a la universidad, se graduarán y encontrarán el trabajo de sus sueños nada más terminar la escuela.
Algunas personas irán a la universidad, nunca se graduarán y nunca encontrarán su pasión.
Algunas personas, como yo, no irán a la universidad, pero encontrarán su pasión.
No existe el momento “adecuado”
No existe un momento “adecuado” para invitarla a salir, casarse o tener un hijo.
No existe un momento “adecuado” para abandonar la universidad o encontrar tu pasión.
La única elección “correcta” que puedes tomar es la que crees que es adecuada para ti, la que te hace feliz, la que es tuyo.
El hecho de que tu mejor amigo de la escuela secundaria haya encontrado su pasión y esté trabajando en el trabajo de sus sueños sin un título universitario no significa que ese sea el camino correcto para ti o que tus cronogramas sean los mismos.
No importa si tienes 20 o 50 años, no importa si tienes un título universitario o no, no importa si te lleva 5 meses o 5 años.
Tú defines tu propio éxito
“No todo lo que cuenta se puede contar, y no todo lo que se puede contar cuenta”. ~Albert Einstein
Tu felicidad y éxito no están determinados por el trabajo que obtienes en la universidad ni por el tamaño de tu casa. No está determinado por la cantidad de dinero en su cuenta bancaria, ni por la cantidad de ropa en su armario o de automóviles en su garaje.
Mark Cuban era barman en Dallas cuando tenía 25 años. Jack Ma fundó Alibaba cuando tenía 35. Richard Branson tenía 34 años cuando fundó Virgin Airlines.
Lo que quiero decir es: tu edad no determina si puedes tener éxito y tu cuenta bancaria no determina si eres feliz.
Estás en tus propias líneas de tiempo, recorriendo tu propio camino, a tu propio ritmo. No te apresures.