Víctima perfecta: cómo hundirse en la miseria con un plan. Él no me ama…

Hay un placer cierto e innegable en revolcarse en la miseria y una emoción en las operaciones de comando pasivo-agresivas, particularmente después de una ruptura. Si usted es una de esas personas terriblemente funcionales, quizás nunca se dé cuenta del paladar sofisticado que se necesita para apreciar, por ejemplo, el queso azul mohoso. No quiero colgar a los perros de la psicología positiva, pero honestamente, ¿me gustaría vivir en un mundo vainilla con corazoncitos de peluche y animales bebés todo el tiempo? No. No hay mucha alegría viviendo en cualquiera de los extremos (pregúntele a alguien con trastorno bipolar), pero tal vez haya un espacio para el bajón de humor de vez en cuando, sin temor a ser extraditado a un gulag o drogado hasta los ojos. Entonces, si recientemente te abandonaron, llevemos tu victimismo a un nivel superior con estos pocos consejos rápidos y sucios:

1. No es mi culpa: tenga a mano una lista de los sospechosos habituales, empezando por sus padres y pasando por la tarjeta racial… demasiado inteligentes, demasiado gordos, demasiado negros, demasiado blancos, también… llene el vacío.

2. La vida no es justa: asegúrate de compararte con los perfiles de Face Book de personas que parecen tremendamente felices, observa cómo todos tienen vidas, esposas, hijos y automóviles perfectos… todos… menos tú.

3. Envíale un mensaje de texto a tu ex… y espera su respuesta revisando tu teléfono cada 5 segundos. Resucita esta herida y exprime tanto pus como puedas. Si se hace bien, debería doler muchísimo si no revisa sus fotos de Facebook con su nuevo socio.

4. Llamar a la gente en momentos muy inconvenientes y dejar mensajes de abandono espeluznantes. Asegúrate de tomarte como algo personal que ellos tengan que trabajar, alimentar a los niños e ir al médico, en lugar de atender tu corazón roto.

5. Compra una pastilla de helado de chocolate y avellanas; después de todo este arduo trabajo, por fin algo de diversión. Apártate frente a la tele y tómate el helado que tanto te ha costado ganar. Recuerda, eres lo que comes: fresco, dulce y con sabor a nuez, ¿qué es lo que no te encanta?