A veces solo tienes que ser dueño de tu verdad
Foto de Austin Distel en Unsplash
Es difícil mirarse en el espejo y admitir que apesta en algo, pero creo que ha llegado el momento de hacer precisamente eso. Sé que soy una buena persona y muchas veces he usado eso como un puente que me conecta con la falacia de que también era un buen novio.
La verdad es que soy un mal novio.
No porque sea malo. No porque haga trampa. No porque no haga cosas buenas cuando estoy en una relación. No porque no tenga mucho que ofrecer en una relación. Soy un mal novio porque no me importa si soy bueno o malo en eso.
Me siento muy cómodo estando solo. No tuve ninguna cita durante dos años y lo disfruté incluso más de lo que pensaba. Estoy bien cuando una relación termina. Estoy bien siendo amigos. Estoy bien sin ser amigos. Y eso es parte del gran problema. Siempre estoy bien. Y no puedo culpar a nadie con quien he estado por querer que alguien esté más que bien.
Nunca miento. Me mantengo fiel a mí mismo. Pongo a mis hijos primero. Pero no tengo emociones cuando se trata de relaciones. Yo no peleo. No me drogo demasiado. No bajo demasiado. Puede que hable del futuro, pero mi voz no impulsa el decibelio de la felicidad de toda la vida en una canasta. Salir conmigo es como salir con un rompecabezas. Excepto que el verdadero enigma es el hecho de que no hay ningún enigma. Es exactamente como dije que sería. La solución es el rompecabezas. Sólo hay una pieza. Y una pieza no contribuye a una buena relación. Y no resuelve el rompecabezas.
Cuando la mayoría de tus relaciones terminan de manera similar, debes dejar de pensar que son ellos. No son ellos. Eres tu. Soy yo. Pero cuando digo que soy yo, no me siento decepcionado por ser yo. Soy honesto conmigo mismo. Pero tampoco tengo ninguna intención de cambiar en absoluto. Verás, no creo que esté haciendo nada intrínsecamente malo. Así soy yo. Así lo quiero. Simplemente no estoy a la altura de las expectativas que otros tienen en mente sobre lo que quieren de una pareja. Y puedo vivir con eso.
Puede parecer que estoy diciendo que estoy orgulloso de ser un mal novio, pero en realidad no es eso. Estoy orgulloso de ser quien digo ser. Que actúo como dije que lo haría. Que mis prioridades sigan así como siempre dije que eran…