Toa Heftiba
Se siente bien tener un sentimiento fuerte y ruidoso al que aferrarse, especialmente cuando estás en medio de un desamor. Y el odio suele ser lo que funciona.
Después de todo, es muy fácil odiar a alguien. Especialmente alguien que te rompió el corazón.
Es fácil encontrar todas las razones por las que son terribles, por qué no valen nada y por qué todos los demás deberían odiarlos también. Enumerar sus carencias, sus debilidades, sus inseguridades, sus defectos. Y usar esa energía, incluso si existe únicamente dentro de ti, sin que la otra persona lo sepa, para darte el combustible que necesitas para pasar un día más.
Poco a poco, sin darte cuenta, empiezas a sobrevivir a partir de este odio.
Lo respiras, lo bebes, lo comes, permites que se convierta en la fuente principal que te mantiene vivo. Te consume y le das la bienvenida, porque es comprensible que en este momento aceptes cualquier cosa para reemplazar el vacío y el quebrantamiento que parece estar tragándote por completo.
Y como el odio es un sentimiento tan intensamente fuerte y negativo, te hace pensar que ya has superado a la persona que te rompió el corazón. Eso debido a que albergas tanta mala voluntad hacia ellos, tanta ira y tanta amargura, debe significar que ya no tienen poder sobre ti. Porque no hay manera, cuando tu corazón tiene tanta animosidad hacia ellos, que puedas querer volver con ellos.
El único problema es que odiar a alguien no significa que lo hayas superado.
Por lo general, significa todo lo contrario. Porque ya sea que el sentimiento que tienes hacia ellos sea extremadamente positivo o extremadamente negativo, aún te está consumiendo. La forma en que miras el mundo, la forma en que miras tu vida, todavía se hace a través de la lente de tu relación pasada, a través de la lente de tu angustia.
Las decisiones que tomas, las acciones que llevas a cabo, la forma en que manejas el resto de tus relaciones: todos estos aspectos de tu vida giran en torno a una versión de ti que carga dolor y angustia y esa persona en el centro de ello.
Entonces, ya sea que estés desesperadamente enamorado de ellos o que sientas más odio hacia ellos de lo que alguna vez pensaste…