7 actos manipuladores de personas altamente tóxicas

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«Los corazones están hechos para romperse». – Oscar Wilde

Sólo sientes la magnitud de tu amor cuando tienes el corazón roto. Es la pérdida lo que te hace sentir los altibajos. Son los recuerdos y flashbacks de la pérdida los que hacen que el amor sea imposible de olvidar. El amor puede haberse ido pero deja huellas en tu corazón, marcas en tu piel, recuerdos escritos con tinta indeleble.

A veces el amor no merece ser recordado y tú mereces olvidarlo (seleccionar todo, borrar todo), pero no siempre es una opción. Podemos reescribir nuestra propia narrativa, podemos replantear nuestros traumas, podemos olvidar fragmentos, editar nuestra vida en retrospectiva, pero algunas cosas permanecerán.

Los desamores siempre son devastadores. Las rupturas siempre son difíciles. Incluso cuando sea de mutuo acuerdo. Incluso cuando nos distanciamos amigablemente. Incluso cuando no hay nada malo que recordar. Pero el peor tipo de ruptura es aquella con personas altamente tóxicas. Narcisistas, psicópatas, personalidades antisociales, individuos maliciosos que no sólo te romperán el corazón a la hora de romper, sino que te romperán el corazón metódicamente desde el principio, arruinándote imperceptiblemente día tras día, hasta que no quede nada.

Tu puedes decir “Nunca caería en eso”. Se podría decir que eres fuerte e independiente, que no anhelas la validación externa, que no caes en tonterías, que no puedes ser manipulado. Pero la verdad es que las personas altamente tóxicas son expertas en atraerte, explotar tus debilidades y doblegarte, en nombre del amor.

Mi encuentro con un individuo altamente tóxico fue un cuento de hadas hecho realidad, al principio. Él era todo lo que alguna vez imaginé, todo lo que siempre quise en una pareja. Era encantador, divertido, cariñoso, atento: un gran amante generoso, un magnífico conversador que, por cierto, me adoraba por todo lo que hacía. Al principio, eso es.

Era demasiado bueno para ser cierto.

Quería creer que merecía esto, esta historia de amor más grande que la vida. Quería creer que éramos almas gemelas. Quería creer todo lo que prometió, porque me prometió el mundo, me prometió su amor eterno…