Llega un día en la vida de cada persona, en el que decidimos comprometernos con el amor. Saber que ese día llega debería, de manera realista, asustarnos muchísimo a ti y a mí.
Pero no es así, porque en el fondo todos somos un montón de idiotas optimistas.
Inicialmente, busqué el amor porque fundamentalmente creía que resolvería todos mis problemas. Como si de repente besar al amor de mi vida pudiera aliviarme de mis deudas, eliminar mi depresión y curar mi ansiedad.
A pesar de las enseñanzas de todas las comedias románticas que existen, el amor no hace que tu vida esté libre de problemas mágicamente.
Innumerables artículos no están de acuerdo conmigo en esta afirmación, ya que la gente siempre romantizará el romance. Si ingresa a mis archivos no tan recientes, sin duda podrá encontrar artículos que he escrito haciendo lo mismo.
No estoy libre de culpa al crear esta farsa sobre el amor, pero para ser justos, quería creer que el amor era perfecto.
Como muchas cosas, me equivoqué y ahora quiero dejar las cosas claras.
Sin embargo, romantizar el amor es popular ya que muchos escritores lo hacen de manera constante. Esta popularidad se debe al hecho de que brinda a las personas que se sienten solas algo que necesitan actualmente. Esperanza.
Cuando estaba soltero, buscaba esta dicha esperanza. Entonces leí tantos artículos románticos como pude, todos incluyendo declaraciones como,
«Tu pareja se convierte en la mejor parte de cada día».
«Las tareas mundanas se convierten en los mejores momentos de tu vida».
«Nunca cuestionas pasar el resto de tu vida con ellos».
Paja. Quiero decir, claro, estas son cosas hermosas de escuchar y crean una imagen bonita, pero, como aprendí, son engañosas.
Después de leer estos artículos, me imagino conociendo a esta persona increíblemente perfecta con quien me conectaría de inmediato. Adiós citas incómodas para tomar café, hola felicidad eterna instantánea.
El amor se convirtió en la luz al final del túnel, dándome la motivación para seguir saliendo hasta encontrar a la persona perfecta.