Crédito de la foto: Tim Mossholder
Todos lo hemos escuchado antes: «No puedes amar a los demás antes de aprender a amarte a ti mismo». Si bien esto puede parecer un cliché gastado, la verdad es que todos sabemos que no lo es. El amor propio juega un papel vital en las relaciones con los demás. Ya sean relaciones románticas, profesionales o de amistad, la visión que tienes de ti mismo se refleja en la calidad de tus relaciones.
“Cuando te tratas a ti mismo sin respeto ni amor, les das permiso a los demás para que hagan lo mismo”.
Para comprender el papel que juega el amor propio en la capacidad de dar y recibir amor y fomentar relaciones saludables, tuve la oportunidad de hablar con la Dra. Dinorah Nieves, PhD, científica del comportamiento, asesora de desarrollo personal y consultora de “Iyanla Fix My” de OWN. Vida”, y el autor de Te amo: 12 maneras de ser quien amas y amar quien eres y Te amo: La edición latina.
En nuestra discusión, la Dra. Nieves “se basa en su experiencia personal, asesorando a mujeres y niñas sobre cómo desenredar creencias limitantes” para vivir una vida sana, equilibrada y amorosa.
bjb: ¿Cuál es el mayor bloqueo interno para dar y recibir amor?
DN: Hay dos piezas muy importantes en esto.
En primer lugar, no creo que las personas crean que son dignas de amor simplemente por ser quienes son. Creo que somos personas bien intencionadas, a quienes las personas que nos rodean nos enseñan cómo estar seguros y qué creen que nos mantendrá a salvo. Pero, desafortunadamente, significa que no siempre desarrollamos nuestra voz interior y estamos condicionados a “ir a lo seguro” siendo lo que los demás quieren. Ese condicionamiento nos hace pensar: «Tengo que ser esto o tengo que ser aquello», en lugar de pensar: «Ya soy perfecto tal como soy».
Que nos enseñen a “ir a lo seguro” envía el mensaje de que no somos necesariamente amables por lo que somos, sino por lo que hacemos y que debemos hacer las cosas de manera diferente a como quisiéramos hacerlas.
Entonces, si no te sientes digno de amor, entonces no podrás recibir, intercambiar ni emanar amor. No puedes vivir dentro del amor porque el amor no es una zona de confort para ti.
La segunda parte de esto es que muchas personas no sienten que el amor sea seguro.