Olvídese de los estereotipos negativos: un verdadero alfa sabe lo que vale.
Obra de arte: © Carlyn Beccia | www.CarlynBeccia.com
La reina Isabel dijo la famosa frase: «Tendré sólo una amante y ningún amo». Aunque atrapada en un mundo donde los maridos gobernaban a las esposas, nadie podía usurpar su poder (aunque muchos lo intentaron). ¿Cuál era su secreto?
Isabel fue un ejemplo de hembra alfa. Probablemente hayas escuchado el término alfa aplicado a los lobos, pero los lobos no tienen un alfa que domine la manada. Los humanos y otros primates sí.
Entonces ¿quién es esta mujer? Ha sido estereotipada como la dominante que rompe pelotas y grita órdenes, pero esa visión unidimensional está lejos de la verdad.
«El más ruidoso en la sala es el más débil en la sala». -Denzel Washington en Gángster americano
Ella elige sus batallas
Un alfa fuerte sabe cuándo mantener la columna recta y cuándo doblarla. En sus argumentos, sigue el consejo clásico del Dr. Stephen Covey: primero busca comprender y luego ser comprendida. Ella le da a la gente el beneficio de la duda y usa la Navaja de Hanlon; nunca atribuye malicia, que podría explicarse por un malentendido (o estupidez).
En las relaciones, una mujer alfa no sostiene un látigo sobre la cabeza de nadie. Sabe entregarse además de seducir.
No encontrarás un alfa debatiendo política con tu abuelo racista. Podría comer trolls en el desayuno, pero no se acuesta en los zarzales. Sabe que le saldrán espinas.
Ella obtiene su poder del silencio
Hay una línea en Gangster americano cuando el personaje de Denzel Washington resume el poder del silencio: «El más ruidoso en la sala es el más débil en la sala».
El alfa obtiene su fuerza de la escucha activa. Ella es la que hace las mejores preguntas. Cuando te pregunta cómo estuvo tu fin de semana, realmente quiere saberlo. Sabe que si ella está interesada, cualquiera puede ser interesante. Y debido a que ella es una gran oyente, los betas se sienten atraídos por su energía abierta.