Destructor de mitos n.° 1: hacen mucho contacto visual
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Las relaciones, en la medida de lo posible, deben proyectar un cierto nivel de transparencia. El incumplimiento de este requisito convierte automáticamente la relación en un caldo de cultivo para rupturas.
Lamentablemente, no todo el mundo comprende o está dispuesto a trabajar para cumplir con este requisito. Es por eso que deberías poder detectar este defecto antes en tu relación para evitar una ruptura importante.
La investigación psicológica sugiere que los mentirosos, por muy buenos que sean para decir mentiras, siempre dan pistas sutiles de que no están diciendo la verdad. La clave para conocer estas pistas es prestar atención no solo a sus palabras, sino también a su lenguaje corporal porque, resulta que, la mayoría de las veces, es mucho más honesto.
Nota: Este artículo aborda principalmente cómo descifrar las mentiras de sus parejas masculinas. Sin embargo, la mayoría de los puntos aquí planteados también pueden aplicarse a las mujeres.
Existe una opinión popular que gira en torno al hecho de que los mentirosos evitan hacer contacto visual. Bueno, le interesará saber que las investigaciones demuestran que exactamente lo contrario puede ser la verdad.
Las personas tienden a mirar las cosas que les gustan y evitar las que no les gustan. Dado que los mentirosos tienen que trabajar más duro para hacer más plausible su historia de mentiras, tienden a compensar en exceso manteniendo un contacto visual más intenso y exagerado.
Esto puede estropear un poco las cosas. Pero todavía hay algunas pistas ocultas que te ayudarán a descifrar la verdad. ¿Tu pareja te mira fijamente con más intensidad y durante más tiempo de lo habitual?
Si aún no ha recibido la nota y se niega a mirarte a los ojos, también podría ser que algo esté pasando. La clave aquí es observar los matices en su estilo de comunicación habitual. Un cambio repentino generalmente significa que algo lo ha tomado por sorpresa.
Esto es probablemente lo más obvio y fácil de detectar. Si le haces una pregunta, incluso una inocente, y él se vuelve loco, no es una buena señal.
“Cuando tu pareja cuelga el teléfono y una respuesta a la pregunta ‘¿En quién estabas…?