Y las razones por las que no has podido captarlo.
Foto de Josh Gordon en Unsplash
I Solía ser alguien para quien el amor era difícil de alcanzar, como arena que se deslizaba entre mis dedos en el momento en que agarraba un puñado. Busqué afecto en los lugares más oscuros: peinando las briznas de hierba en los campos de fútbol universitarios, frecuentando las esquinas traseras de gastropubs y bares indie hipster, merodeando por los pasillos de los campus universitarios y estudiando minuciosamente las migajas de pan virtuales arrojadas en mi dirección a través de mensajes de texto o MSN Messenger.
Y, sin embargo, a pesar de toda esta determinación, durante años me sentí derrotada en mi búsqueda del amor, ya que siempre terminaba con las manos vacías.
Es decir, hasta que un día ya no lo hice.
Ahora bien, sería negligente si no dijera que reunir las habilidades para participar en el amor verdadero requirió mucho trabajo y una cantidad sustancial de tiempo. Roma no se construyó en un día. Pero como todo lo demás, no es una hazaña imposible. Y si me pidieras que escribiera una lista de razones basada en mis propias experiencias de por qué tú Es posible que no pueda captar el amor, se parecería un poco a lo siguiente:
1. No estás siendo tú mismo en la búsqueda de otra persona.
Es fácil operar bajo la noción de que si sólo pudieras ser lo que quieres pensar alguien más quiere de ti, entonces te ganarás su amor. Pero eso es en realidad un intento de manipular a alguien para que te ame, lo cual no es en absoluto sostenible. No eres un camaleón. No es tu trabajo descubrir lo que crees que alguien más quiere que seas, es sólo tu trabajo ser descaradamente tú mismo y encontrar a la persona que te está buscando.
La psicóloga clínica y autora Jill P. Weber se centra en el condicionamiento psicosocial que hace que las mujeres, en particular, sean propensas a adaptarse a los demás a expensas de ellas mismas, aunque el fenómeno no es en absoluto específico de género. “Al no querer estar sola, la mujer puede trabajar horas extras para desempeñar un papel que cree que la hará aceptable”, explica Weber. «Desempeñar un papel para complacer a otra persona la aleja aún más de conocer y aceptar su verdadero yo».