Siempre hay algo que puede salir mal en una relación. Cuando recién estás comenzando, se trata de establecer límites y aprender a confiar. Cuando se ha construido una conexión sólida, son otras personas las que se abren paso. Y cuando estás en medio de un conflicto, a veces surgen dudas que te hacen preguntarte si lo que estás haciendo vale o no la pena.
El amor no es fácil. Sin embargo, nos han mentido acerca de esta verdad. Tomemos como ejemplo cualquier película o libro: los personajes, de alguna manera, siempre encuentran el camino para volver a encontrarse. Hay un mensaje de esperanza, que muchas veces termina con manos y corazones entrelazados como si fuera así de simple.
Pero cualquiera que haya amado mucho, cualquiera que haya luchado por algo o alguien, cualquiera que haya entregado su corazón a una persona sin reprimirse, sabe que amar no es nada fácil.
Pero independientemente de la lucha, vale la pena luchar por el amor.
Creo que existe una percepción de las relaciones que está realmente sesgada. Creemos que en algún lugar existe una persona que es «perfecta» para nosotros. Tenemos en la cabeza que de alguna manera, algún día encontraremos este hombre o mujer «ideal» que nos completará, nos sanará, nos salvará.
En lugar de centrarnos en quiénes nos estamos convirtiendo antes de buscar aceptación y una sensación de «hogar» fuera de nosotros mismos, nos dirigimos a otras personas. Buscamos salvajemente esta ‘otra mitad’, pensando que el amor es la respuesta cuando es todo lo contrario.
Dependemos mucho de los demás para nuestra felicidad y, cuando inevitablemente nos fallan, nos enojamos. Pero la verdad es que ninguna relación o persona llegará a nuestra vida con una brillante armadura plateada, con una perfección y grandeza inigualables, con todas las respuestas que hemos estado buscando.
La persona adecuada llegará a nuestras vidas con todo su desorden y errores y con los brazos abiertos. Y elegiremos amarlos de todos modos.
No serán simples; amarlos no será fácil. Pero cuando los miras, cuando luchas con ellos, cuando ves todas las cosas que los hacen humanos, difíciles y a la vez hermosos, te darás cuenta de que, para empezar, la perfección nunca fue lo que buscabas.
El amor nunca se trató de encontrar a la persona perfecta, pero…