La vida da un giro repentino y equivocado muchas veces a lo largo de la existencia.
Este artículo, en cierto modo, es el consejo que me habría dado a mí mismo cuando perdí mi trabajo, pasé por una mala ruptura romántica o dejé atrás un negocio que amaba.
De cada mala experiencia y situación difícil, la vida siempre termina enseñándote una lección valiosa. Al menos eso es lo que puedes llevarte.
Aún más profundo es que no importa lo que te pase, estarás bien. Encontrarás una manera de superar la situación o tal vez encuentres una manera de evitarla. Aquí hay 12 señales de que estarás bien.
Ser consciente de si te quejas como un niño y arrojar tu toxicidad a todas las personas con las que te encuentras es una señal de que todo estará bien.
Si puedes reducir tu deseo de quejarte y reemplazarlo con un deseo de observar, estarás bien. Quejarte no te sirve de nada. No se encuentran respuestas en medio de una sucia ristra de denuncias.
Convertir esas quejas en pequeños puntos de autorreflexión es una forma de extraer y extraer un poco de oro de cada una.
Cuando tu vida se pone difícil, aparece la frustración. Hay dos opciones cuando esto te sucede:
- Estar frustrado y enojarse
- Estar frustrado e inspirarse y motivarse por ello.
Esta segunda opción me ha ayudado mucho a la hora de afrontar una situación difícil. La frustración me motiva a esforzarme más y encontrar otras vías. Cuando intenté a principios de año participar en una publicación que resonaba con mi estilo de escritura, me rechazaron. Cada vez que les propuse me rechazaron.
La frustración que sentí me motivó a presentarles todas las semanas. En lugar de reprimir los argumentos de la historia, los bombardeé. Todos los días, los editores se despertaban en su bandeja de entrada y mi cara estaba en la parte superior con un título convincente en la línea de asunto del correo electrónico para tentarlos.
Finalmente, después de meses de frustración y rechazo, recibí el correo electrónico que quería: